Caupolicán el guerrero indomable

Tema en 'Historia' iniciado por Caupolicán, 12 Sep 2012.

  1. Caupolicán

    Caupolicán Usuario Casual nvl. 2
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    ?BIOGRAFIA DE CAUPOLICAN EL GUERRERO INDOMABLE

    «Yo soy Caupolicán, que el hado mío
    por tierra derrocó mi fundamento,
    y quien del araucano señorío
    tiene el mando absoluto y regimiento»
    Canto XXXIV, La Araucana.


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    Queupolicán o Cupolicán (literalmente pedernal pulido), nació en Pilmaiquén y en su juventud se trasformó en un jefe guerrero del pueblo mapuche que luchó incansablemente por la libertad de su territorio.

    Sus primeros años

    Luchó desde su juventud contra los conquistadores españoles por la libertad de su territorio. Fue elegido toqui (jefe militar) de los mapuches, siendo sucesor de Lautaro, aunque [Alonso de Ercilla] destaca su elección antes, siendo el candidato secreto de Colo Colo para la conducción de la guerra. Al parecer era miembro de una familia muy respetada en la sociedad mapuche, pues él y sus hermanos estaban siempre en el núcleo de jefes que planificaba los movimientos de guerra.
    Después de la muerte de Lautaro los araucanos quedaron sin un jefe digno que los guiara, eso se vio claramente en el Combate del Fuerte de San Luis que no pudo ser tomado, y en el de Lagunillas, el 5 de septiembre de 1557. En esta, una crecida fuerza de 12 000 mapuches al mando de varios toquis- entre ellos el cacique Lincoyán y Galvarino- que atacaron a una poderosa fuerza realista al mando de Don García Hurtado de Mendoza. Al pasar el río Bío-Bío, proveniente de Concepción, García traía una fuerza de 600 soldados bien armados y unos 1 500 yanaconasque fueron arremetidos por esta fuerza mapuche en unos cenagales, llamados Lagunillas.
    El ataque fue desorganizado, y a pesar de la gran diferencia numérica los mapuches fueron derrotados en una brutal lucha cuerpo a cuerpo dejando en el campo cientos de muertos y heridos en su mayoría, y 150 prisioneros. Entre estos prisioneros estaba uno de los toquis: Galvarino. García de Hurtado y Mendoza, haciendo gala de la misma común actitud, tan común entre los conquistadores españoles, así como de don Pedro de Valdivia en la Batalla de Andalíen, ordenó mutilar la mano derecha y las narices a los prisioneros como escarmiento. Galvarino colocó no solo su mano derecha para que fuera amputada, sino que, en un acto de increíble estoicismo, colocó la otra mano ante su verdugo y le fue amputada antes de ser soltado. Esta forma de escarmiento lograba enfurecer y endurecer aún más a los mapuches frente a los usurpadores de su territorio.

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    Caupolican el Toqui


    Después de estas derrotas mapuches se reunió un gran Consejo en la Sierra de Pilmaiquén, este Consejo tenía por objetivo unificar en un solo mando a las fuerzas mapuches, con la elección de un toqui. Caupolicán fue elegido por su gran fortaleza física y valentía, era de rostro severo y tuerto desde la niñez. Según cuentan las tradiciones, Caupolicán tuvo que demostrar su fuerza ante los caciques, entre los que se encontraba Tucapel y Rengo, presididos por Colo Colo, sosteniendo un grueso tronco de árbol sobre sus hombros durante dos días y dos noches sin desmayarse antes de ser elegido toqui; Caupolicán fue el vencedor entre otros candidatos tales como Paicabí, Lincoyán y Elicura. Alonso de Ercilla lo inmortalizaría en La Araucana:
    «Con un desdén y muestra confiada, asiendo el tronco duro y nudoso, como si fuera vara delicada, se lo pone en el hombro poderoso: la gente enmudecía maravillada de ver el fuerte cuerpo tan nervoso.
    El color de la Lincoya se le muda poniendo en su victoria mucha duda... El bárbaro sagaz despacio andaba, y a toda prisa entraba el claro día; El sol las largas sombras acortaba, más él nunca decrece en su porfía: al ocaso de la luz se retiraba, ni por eso flaqueza en el había; las estrellas se muestran claramente, y no muestra cansancio aquel valiente».

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    Batallas y mas batallas ..


    Después de la victoria de las armas españolas en Lagunillas, García se internó en territorio hostil buscando una batalla decisiva. Las fuerzas realistas acamparon en Millarapue, al interior de la Araucanía, el 29 de noviembre. Los mapuches al mando de Caupolicán intentaron un ataque por sorpresa al campamento enemigo en la alborada del 30 de noviembre. Coincidió que ese día se celebraba entre los españoles el Día de San Andrés y el toque de una alegre diana de trompetas que los araucanos interpretaron como alarma, y creyéndose descubiertos, arruinó el ataque. El número de atacantes era 15 000, entre ellos venía Galvarino al frente, que se mostraba con su dos brazos cortados asuzando las pasiones de sus camaradas. La batalla fue brutal y fiera. La batalla de Millarapue duró desde la madrugada hasta las 14:00 horas del siguiente día, y Caupolicán la dirigió montado en un caballo blanco. Finalmente, los mapuches fueron envueltos por los flancos y la retaguardia y derrotados. Los españoles establecieron el fuerte de Cañete, no muy lejos de donde estuvo emplazado el de Tucapel.
    El 20 de enero de 1558 los españoles sufrieron un ataque en el fuerte-ciudad de Cañete, siendo rodeado y sitiado por más de 15 000 mapuches que establecieron un sitio al fuerte. La idea de Caupolicán era dejar morir de hambre a los sitiados. La situación se hizo muy crítica, ya que la salida a campo abierto era una derrota segura para las armas españolas; del mismo modo, un ataque directo al fuerte, con el contingente hispano bien armado, implicaba una gran cantidad de bajas araucanas. Un yanacona proespañol llamado Andresillo (nombre muy común, tal como Felipillo y otros terminado en -illo, dado a los yanaconas) se ofreció para atraer engañosamente al fuerte a los mapuches. El plan consistía en hacerse amigo de los atacantes, haciéndoles aparecer a Andresillo como desertor de los españoles, los mapuches creyeron en este personaje y éste les contó que la hora de la siesta era la mejor hora para atacar desprevenidamente a los españoles, él les abriría las puertas para que se produjera el ataque por sorpresa. Caupolicán hizo verificar la veracidad del argumento de Andresillo haciendo introducir un espía el interior del fuerte. Alonso de Reinoso, capitán del fuerte ya había previsto la visita del espía y dio instrucciones para que todos se hicieran los dormidos. El 5 de febrero se fijó como fecha de ataque, Andresillo abrió las puertas del fuerte y se introdujó una masa de mapuches en forma silenciosa; cuando ya casi estaban todos en el interior del fuerte fueron recibidos por descargas de fusilería en forma alternada, que dejaron una gran mortandad entre los atacantes, que fugaron en desbandada; Caupolicán pudo escapar gracias a que aún no había llegado la caballería hispana a la zona de combate. Para cuando llegó la caballería aún se retiraban las tropas mapuches por los cerros y los españoles salieron en su persecución.

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    Captura y muerte del guerrero

    Mientras aún se retiraban los mapuches supervivientes, una avanzada al mando de Pedro de Avendaño llegó a Pilmaiquén, y en la Batalla de Antihuala (5 de febrero de 1558) capturó a Caupolicán, quien preparaba una contraofensiva. Según Ercilla, cuando era conducido por un piquete atado hacia el fuerte de Tucapel le salió al paso una mapuche iracunda, de nombre Fresia, con un bebé en brazos; era hijo del derrotado toqui. La mujer le enrostró el hecho de haberse dejado capturar vivo y le arañó el rostro dando alaridos de rabia, y en un ataque de furia tomó al infante de apenas un año y lo destrozó al lanzarlo sobre un peñasco. La marcha continuó en silencio su rumbo. Fue llevado ante el veterano Alonso de Reinoso, quien lo condenó a morir en la pica, una muerte terrible por empalamiento. Cristóbal de Arévalo, Alguacil de campo, fue el encargado de ejecutar la orden. Caupolicán fue subido y amarrado a una tarima que tenía una punta de madero cortado a forma de pica en el centro; Caupolicán, mostrando gran serenidad, miró soberbiamente a la multitud de españoles que lo contemplaban y dijo:
    «Pues el hado y suerte mía me tienen esta suerte aparejada, vean que yo la pido, yo la quiero, que ningún mal hay grande y es postrero».
    Dicho esto, alzó el pie derecho aun con las amarras puestas y dio una gran patada al verdugo, que rodó de la tarima; hecho esto, él mismo se sentó en la pica y, sin dar ninguna muestra de dolor, murió por perforación intestinal. Galvarino también había sido capturado y ahorcado. Luego de estos atroces episodios, y debido al prestigio familiar, Caupolicán el Joven, su hijo mayor, fue elegido líder militar, actuando en la batalla de Quiapo (noviembre de 1558).
    Caupolicán, sin duda, fue un bravo guerrero, aunque no obtuvo ni las victorias ni poseía el genio militar de Lautaro; las hazañas de ambos fueron cantadas en el poema épico La Araucana, de Alonso de Ercilla. Rubén Darío también le dedicó un poema. Unos 40 años después se levantó un nuevo caudillaje mapuche entre los que se destacaría Pelantarú, Lientur y el mestizo Alejo. Actualmente, Caupolicán es reconocido por sus proezas, fuerza e inteligencia en todo Chile mediante el nombramiento de calles, teatros, parques y monumentos en su honor. Erróneamente se cree que la estatua de bronce ubicada en el cerro Santa Lucía de Santiago es un homenaje al toqui. Lo cierto es que se trata de una obra del escultor Nicanor Plaza, que la tradición popular chilena asoció con Caupolicán.
    «Ha cambiado la historia para nosotros, claro. Los “libros oficiales” dicen que son otros los que la hicieron y la siguen haciendo por nuestros pueblos. Los héroes de esta historia, en un mundo “civilizado” en el que ya no debiera haberlos, son los invasores. Mas Caupolicán empalado, enfrentándolos, representa el suplicio de nuestro pasado, que entra ardiendo en nuestros corazones. Lautaro es el futuro que vislumbramos, detrás de la cortina del misterio y del compromiso, y que saldrá como la luz de nuestros ojos».

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    Poetas escribieron sobre el gran Caupolicán.



    Ruben Darío escribió: "Es algo formidable que vio la vieja raza:
    robusto tronco de árbol al hombro de un campeón
    salvaje y aguerrido, cuya fornida maza
    blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.
    Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
    pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,
    lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,
    desjarretar un toro, o estrangular un león.
    Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,
    le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
    y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.
    «¡El Toqui, el Toqui!» clama la conmovida casta.
    Anduvo, anduvo, anduvo. La aurora dijo: «Basta»,
    e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.


    Ercilla en "La Araucana" canta:"Noble mozo de alto hecho,/ varón de autoridad, grave y severo,/ amigo de guardar todo derecho, áspero y riguroso, justiciero;/ de cuerpo grande y relevado pecho,/ hábil, diestro, fortísimo y ligero,/ sabio, astuto, sagaz, determinado,/ y en casos de repente reportado"


    Neruda en su desgarrador "El Empalado" nos convence que la sangre de Caupolián cae a la tierra para volver a germinar... "Pero Caupolicán llegó al tormento".
    Ensartado en la lanza del suplicio,
    entró en la muerte lenta de los árboles.
    Arauco replegó su ataque verde,
    sintió en las sombras el escalofrío,
    clavó en la tierra la cabeza,
    se agazapó con sus dolores.
    El Toqui dormía en la muerte.
    Un ruido de hierro llegaba
    del campamento, una corona
    de carcajadas extranjeras,
    y hacia los bosques enlutados
    sólo la noche palpitaba.
    No era el dolor, la mordedura
    del volcán abierto en las vísceras,
    era sólo un sueño del bosque,
    el árbol que se desangraba.
    En las entrañas de mi patria
    entraba la punta asesina
    hiriendo las tierras sagradas.
    La sangre quemante caía
    de silencio en silencio, abajo,
    hacia donde está la semilla
    esperando la primavera.
    Más hondo caía esta sangre.
    Hacia las raíces caía.
    Hacia los muertos caía.
    Hacia los que iban a nacer.



    Bibliografía
    wikipedia
    profesor en linea
    icarito
    flickr/poemas
    edicion de títulos propia


     
    #1 Caupolicán, 12 Sep 2012
    Última edición: 12 Sep 2012
  2. Elvis Presley

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    muy buen tema compa, según tu opinión crees que fue caupolican el mapuche más importante de la historia de su pueblo, si o no y por qué?
     
  3. wenas3

    wenas3 Usuario Casual nvl. 2
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    el mas importante fue lautaro sin lugar a dudas, ahora el mas terrible y aguerrido fue caupolican...
     
  4. Ging Freecs

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    Gracias por tu aporte, Caupolican no fue un genio militar como Lautaro pero aun así es recordado
    ¿ Por que crees que se sigue recordando mas que a otros guerreros mapuches ?
    ¿ Que era lo que impulsaba el espiritu guerrero de Caupolican?
     
  5. Caupolicán

    Caupolicán Usuario Casual nvl. 2
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    Caupolicán era un guerrero fuerte, estoico y rudo a decir basta, con un orgullo de ser mapuche inquebrantable,
    Lautaro a mi parecer era ademas de también ser un luchador incansable, tambien fue un notable estratega,
    pero Caupolican hizo leyenda, su historia es realmente sorprendente,
    saludos !
     
  6. Blow.

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    Guerrero a pura pasion y fuerza , no tan estratega como lo fue Lautaro , pero en fin , otro grande de nuestra historia , gracias
     
  7. handsome

    handsome Usuario Nuevo nvl. 1
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    Es genial la historia de los mapuches, cabe destacar también a este valiente guerrero, Caupolican. Tuve un ramo en el cual la materia era respecto de las formas en que los mapuches le hacían frente y retenían a los conquistadores. Por lo que me acuerdo, esta defensa constaba de 3 aspectos muy importantes:
    A)El clima: beneficio beneficio mapuche permitía que el fuego enemigo (bayonetas) no tuviese efecto, y que además duraba gran parte del año;
    B)Los rangos: como los mapuches sólo tenían un jefe a la hora de entablar combate, no les afectaba tanto que les mataran soldados, al menos no tanto como a los españoles, que gozaban de gran cantidad de cargos de mayor a menor jerarquía, y que con sus muertes, permitía que éstos mismos estén ofuscados y confusos en el campo de batalla. Y por último;
    C)El terreno, si bien los soldados españoles estaban entrenados para adaptarse a cualquiero tipo de terreno, a pie principalmente, quedaban indefensos al no poder usar su caballería, que era lo que más les daba poder de ataque.

    UNA WEA ASÍ jajjaj bkn la biografía
    Saludos!
     
  8. burning_hell

    burning_hell Usuario Maestro nvl. 6 ★ ★ ★ ★
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    Caupolican fue un ejemplo de la sangre y temple mapuche que no se queda en arengas y lucho contra el invasor español.

    ¿Qué crees que hubiese pasado si los mapuches hubiesen derrotado a los españoles?
     
    #8 burning_hell, 1 Oct 2012
    Última edición: 1 Oct 2012