El vampiro de Gorbals

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Grupos de escolares histéricos se habían apostado por el cementerio y entraban en las criptas a la búsqueda de un producto verdaderamente aterrador de la histeria colectiva. Querían cazar al demonio de Gorbals, una especie de vampiro con dientes de hierro que había capturado a dos niños de la ciudad . Y fueron a buscarlo.
Tam Smith estaba comiendo helado en un café con su tía a quinientos metros de la escena de horror cuando oyó por primera vez los cuentos protagonizados por un ser de colmillos temibles. En su imaginación se propuso la aventura de ir a matar a la bestia (o al menos verla con sus propios ojos), no sentían miedo.


“Yo tenía mi tía Sadie conmigo”, recuerda entre risas. “Yo sólo tenía siete años pero era un matón de mucho cuidado. El resto de muchachos me tenían miedo”.
“Estábamos sentados ahí escuchando a la máquina de discos y un amigo de ella salió corriendo y nos dijo que había un vampiro en el cementerio.”
Epujado por el entusiasmo infantil y de la mano de su tía Sadie, Tam y sus compañeros regresaron al cementerio, lugar de descanso de un cuarto de millón de almas. Nos aventuramos a través de la puerta de entrada y había un montón de niños allí, algunos dando vueltas, algunos sentados en las paredes.
“Había un montón de perros también, y las mamás y los papás con niños.Creo que todo Gorbals estaba en ese cementerio. Es difícil hacer una estimación sobre el número de personas.”
“No puedo recordar cuánto tiempo nos quedamos“, dijo. “Pero una cosa que recuerdo claramente es que había un alto horno de la fundición Dixon funcionando cuando empezó a oscurecer. El cielo se puso rojo, pensaron que tenía que ver con el vampiro o el hombre de hierro de Gorbals.”
“En un momento dado, alguien había estado quemando cosas en una calle cercana capilla y una de las historias fue que contaban era que el vampiro había quemado a uno de los chicos allí.”
Esa noche en Glasgow, una bestia de ficción desató un rayo de histeria colectiva, de forma similar, aunque en una escala más pequeña y menos trágico, que la emisión de radio de HG Wells de La guerra de los Mundos.
Tam dijo: “Fue la atmósfera, fue genial, entonces no teníamos televisión. Las historias hablaban de el Hombre de Hierro, pero otras personas estaban hablando de El hombre con los dientes de hierro”
“Recuerdo a la directora de la Escuela Pública de Gorbals dicendonos a todos en el comedor que nos mantuviésemos lejos del cementerio. Pero, por supuesto, los niños éramos niños y buscábamos a ese hombre de hierro o vampiro. Fue una aventura para nosotros. Por edades después, la gente entraba a la escuela y contaba lo que había visto aquella noche“.


Los chicos no perdieron el tiempo, e inventaron una dama de hierro mucho más aterradora que la que llegó a Downing Street.
“Había una vieja que utilizaba una canasta para llevar a dos gatos, iba al cementario a conseguir la paz lejos de los niños y dejar que los gatos dieran un paseo…” La señora tuvo la mala suerte de estar allí la noche que fueron a buscar al hombre de hierro y se convirtió en la “mujer gato”, que algo tendría que ver con el hombre de hierrro.
“Es una vergüenza. La mujer gato fue ridiculizada por los niños, cuando se es joven, no creo que haya forma peor de herir a alguien.”
Combinado con la rápida aceptación de los monstruos apócrifos surgido de las obras de hierro locales, los cómics fueron vistos por muchos como la razón de la histeria repentina.


Los académicos han señalado ya que, sin embargo, en ninguno de los cómics aparece un vampiro con dientes de hierro, dejando a algunos en busca de la Biblia (Daniel 7:7 – con un monstruo con la odontología de metal) e incluso un poema sobre un hombre del saco local que se enseñó en los alrededores las escuelas.
Tam reconoce la razón de los intereses nacionales en la historia fue alimentada por la reputación que Gorbals tenía en el Reino Unido.