En plena clase, Pepito se levanta; se baja los pantalones y, enfrente de todo su grupo, comienza a orinar cantando: "Lindo pescadito..." Al día siguiente, a la hora del recreo, en medio del patio, se baja los pantalones y empieza a orinar cantando: "Lindo pescadito..." La maestra, cansada de este acto, manda llamar a su papá: "Señor, me da mucha pena molestarlo, pero Pepito siempre se baja los pantalones y comienza a orinar cantando: "Lindo pescadito..." El papá, riéndose, responde: ¡Ay, señorita, eso no es nada! Mire esto: "Tiburón, tiburón..."