Mi esposa es una putilla II

Hace bastante que no escribo sobre todo lo que me ha ocurrido.
Posterior a descubrir lo que hacía mi esposa cuando yo no estaba en casa, no paré de tirármela, realmente, el deseo por ella aumentó mucho, ella lo más probable que ni se imaginaba que yo sabía de sus travesuras, hasta que un día nos pusimos a beber los dos en el living de la casa, hicimos aquella noche un ambiente grato y tranquilo, nos reíamos de tonteras y compartía mucho con Cristina, hasta que al final terminado el alcohol, ya más o menos mareados, después de una noche de muchas risas, comenzó a subir la temperatura, besos y más besos cada vez más efusivos, mientras la besaba tocaba su rico culo y a la vez ella comenzó a tocar mi verga, de pronto le tome de las piernas y la tiré en nuestro sofá, la atracción era infinita, ambos nos lamiamos y besábamos por todos lados, en un momento me hizo tumbarme en el sofá boca arriba y comenzó a cabalgar sobre mi, de solo recordar cómo se movía se me pone toda dura, yo tocaba sus pechos mientras ella no paraba de moverse sobre mi, y ahí con el alcohol en la sangre le dije... Se que te portas mal, pero no me respondió, y le dije.. me encantan tus vídeos tirando, en ese momento me miró a mis ojos y se acercó a besarme diciéndome a los oídos... Te gusta verme tirar...
Le dije que si, que me volvía loco verla tirar, y ahí me dijo... Soy una puta, dime qué soy una puta...
Al escuchar eso solo le hice caso diciendo lo puta que era, al decirle puta solo hizo que se calentará más, por lo que comencé decirle que era puta caliente y que le encantaba comer vergas.... Que manera de calentarme cuando me respondía diciendo que si era puta... Ahí estuvimos hasta que ya no pude más y le pedí correrme en su boca, asique paró de cabalgar y partió chupandomela hasta que me corrí en toda su boca, que rico era verla tragarse toda mi leche.

Después de la noche nos dormimos ahí mismo y al otro día seguimos como que nada hubiera pasado, seguimos nuestros días tirando normalmente como antes de decirle que sabía.

Y así pasaron los días hasta que me dijo que la habían invitado a tomarse unos tragos a un bar, me dijo que no sabía si llegaría de madrugada o sí pasaría la noche afuera, jamás hemos negado nunca al otro salir a divertirse, por lo que solo nos despedimos y se fue, y ahí me quedé en casa viendo Netflix, estuve ahí hasta quedarme dormido simplemente, no le hable a mi esposa ya que cuando uno sale el otro no molesta de ninguna forma al otro, por cuando concilié el sueño, y ahí ... En medio de la noche me despierta Cristina con unos besos, yo estaba muy cansado, no tenía así ganas de sexo, más bien en ese momento quería solo dormir, hasta que en medio de los besos mi esposa comenzó a bajar a mi verga y ahí recibí otros besos, de la sorpresa se me fue hasta el sueño, y wao ... Mi asombro fue tal cuando vi a Stefa, la mejor amiga de mi esposa, realmente no podía rechazar algo como eso, por lo que solo me dejé querer recibiendo sus besos mientras mi esposa me chupaba la verga, ahí estuvimos un buen rato hasta que Cristina con la mano acercó a Stefa a mi verga y entre las dos comenzaron a chupármela, debo decir que jamás habia estado con dos mujeres y más encima con la mejor amiga de mi esposa que es una mujer quizá no hermosa, pero si bastante rica, buen culo y buenas tetas, y una cara normal.
Bueno ahí las tenía a las dos hasta que me senté, y las abracé besandolas a ambas, ahí Stefa se quitó su ropa con mi ayuda, ahí se sentó encima y comencé a penetrarla, Cristina solo se alejó y comenzó a mirarnos mientras se tocaba, ya sentía lo mojada que estaba Stefa, por lo que la di vuelta poniéndola en cuatro y Cristina se puso delante de ella y como si ya supieran lo que hacían, Stefa comenzó a chupársela a Cristina mientras yo le daba a Stefa, y ahí estuvimos, tengo que decir que con lo caliente que estaba, no duré mucho, por lo que le hice una seña a Cristina y ahí partió a chupármela para que acabará en su boca... Acabe en la boca de Cristina mientras Stefa se reia, cristina en ese momento partió a besar a Stefa y que rico fue ver qué en los besos se veía como compartían mi leche, ahí me recosté ya cansado y ellas dos comenzaron a follar entre ambas, yo no sé en qué momento pero solo me quedé dormido y al despertar las vi a las dos acostadas a mi lado desnudas... Definitivamente una experiencia que jamás olvidaré....
Ahí con lo caliente que estaba comencé a chuparle el coño a Stefa hasta que despertaron ambas y volvimos a tirar entre los tres, pero eso es ya para otra historia