La experiencia religiosa (Parte 4 y Final)

Hola, soy Javi. En esta historia soy una mujer de 23 años, mido 1,68 cms y siendo bien sincera y franca con ustedes, mi cuerpo está ejercitado puesto que entreno a menudo. Me gustan mucho mis piernas porque gracias al entrenamiento tengo mi potito bien paradito y firme, algo que a los hombres les fascina según mi experiencia. No tengo mucho busto, pero no es problema para mi vida sexual. Tengo unos labios carnosos, soy pecosa y mi cabello es de color negro. No tengo ninguna muralla para conversar sobre cualquier tema referente al sexo, en realidad me gusta mucho compartir experiencias con mis amigas e incluso mis amigos que me usan como psicóloga para darles consejos amorosos jaja.

Después de tener ese encuentro con Roberto, llegamos esa misma tarde al encuentro de jóvenes, donde jugamos un rato, nos reímos y conversamos entre todos. El tema es que Claudia se me acercó para charlarme sobre Andrés y el por qué yo tenía ese trato tan hostil con él jajaja supiera.
Yo no estaba ni ahí con pelear con nadie, estaba más que satisfecha por la tremenda tarde que tuve con Roberto y nadie me la iba a arruinar. Le dije que me cayó mal una actitud pendeja de él, nada más. Que él se me acercaba con un interés raro y yo no estaba ni ahí con él jaajaj ¡PUM! planté la bombita y sólo era cosa de que ella se diera cuenta del resto.
Me quedó mirando con una cara de como que no quiere la cosa jaajaja y se fue con Andrés. Yo me quedé conversando con Roberto y otras chicas que estaban ahí y fue la mejor tarde del mundo.
Durante la semana, Roberto quedó conmigo de pasarme a buscar al trabajo para ir a tomarnos un café, así que fuimos, pero se me ocurrió la idea de que me llevara al super a comprar algunas cositas, porque me estaba quedando sin provisiones en la pensión jaja.
Llegamos al estacionamiento subterráneo y Roberto dejó el auto en un lugar bien alejado de la caseta del guardia :O lo que me sorprendió, porque había bastantes lugares vacíos más allá. Me dijo que tenía ganas de probar algo nuevo conmigo y que no se aguantaba :O yo quedé en blanco porque no me imaginaba qué sería lo que quería pos. O sea, si me imaginaba que quizás quería tirar conmigo en un lugar público tal vez, no se jajaja.
Me dijo que nos cambiáramos al asiento de atrás. Seguramente nadie nos iba a ver desde ahí, yo estaba segurísima de que íbamos a tirar jaajaa, me senté y esperé a que él cerrara la puerta de su asiento. Me empezó a besar acariciando mi cuello, yo me dejé y le correspondí. Habremos estado unos 5 minutos besándonos y acariciándonos hasta que puso su mano entre mis piernas. Me puse nerviosa y sentí cómo subía la temperatura de a poco jajajaja Sentía sus dedos moverse sobre la ropa y me estaban entrando ganas :O
Me desabrochó el pantalón y me bajó el cierre. Me dijo que me quitara el pantalón y el calzón. Quedé peor cuando me dijo eso, porque tenía unas ganas terribles pero estábamos en un lugar público, donde cualquiera podía vernos :O re nerviosa.
Revisé bien que no viniera nadie, me quité los calzones y Roberto se agachó entre el asiento de conductor y el de pasajero en el que estábamos. Me abrió un poco las piernas, me miró y me dijo que quería probar "esta cosita" como la llamó jajaa.
Vi cómo se acercaba de a poco, como con miedito. Sentí su lengua moverse y me di un viaje a la nada. Empezó a juguetear ahí abajo y yo sólo atinaba a aguantarme los gemidos jiji. Con una mano sujeté su cabeza mientras que él se la estaba jugando con todo. De verdad que fue un momento realmente genial para mi. Roberto no paraba de mover su lengüita hasta que sentí que prácticamente la estaba metiendo dentro :O
Estaba tan extasiada que lo único que quería era que Roberto me lo hiciera ahí mismo jaja, me sentía re mojadísima, me estaba a punto de ir hasta que escuchamos el golpeteo en la ventana. Ni se imaginan el terror que sentí cuando vi la cara de una señora que nos miraba re enojada jajaja. Me quité a Roberto para taparme y la vieja nos gritaba que éramos unos vulgares y que iría a llamar a carabineros.
Apenas se fue la señora, Roberto se puso en el asiento de conductor, encendió el motor y nos sacó de ahí jajja y yo poniéndome la ropa en tiempo record como no tienen idea.
Quedé con unas ganas tremendas en ese momento, le pedí a Roberto que me llevara luego a la pensión, que iría a comprar al otro día mejor. Esa noche fue realmente chistosa jajja nos quedamos riendo todo el camino por la adrenalina que sentimos.
El fin de semana en que fui a la iglesia, lo saludé como siempre de un abrazo bien apretado y me senté donde los jóvenes. El culto se me hizo nada jjaja y me acerqué a conversar con Roberto, él me comentó que si quería, podíamos ir a su casa a almorzar, porque su esposa iba a hacer unos asuntos de su departamento de iglesia o algo así jaja.
Yo ni tonta, acepté y nos fuimos en su auto hasta la casa. Créanme cuando les digo que tenía unas ganas terribles de tirarme a ese hombre, que apenas entramos por la puerta, lo agarré para comérmelo a besos. Se notaba que él igual me tenía hartas ganas, porque no paraba de acariciarme las piernas, los pechos y el cuerpo en general jajaja. Me intentaba levantar el vestido y yo lo dejaba hacer lo que quisiera, se lo había ganado.
En un momento, dejé de besarlo y lo empujé sobre su sillón. Ahí le quité los pantalones y empecé a hacerle un oral, se lo debía en todo caso por la jugada que se mandó en el supermercado jajjaa. Lo miraba a los ojos mientras se lo chupaba y él estaba excitadísimo. Lo escuchaba gemir y se lo chupaba más rápido cada vez. Hasta que luego de un rato, me levanté para quitarme los calzones y sentarme encima de él. No quería perder más tiempo, así que empecé a cabalgarle encima. Tenía unas tremendas ganas de tener sexo con ese hombre, me movía lo más rápido que podía y él no paraba de gemir, bueno, tampoco yo jajaja estábamos los dos muy excitados y no podíamos parar.
Estuvimos un buen rato en esa posición hasta que me quitó de encima y continuó besándome hasta llevarme a la pieza. Ni siquiera nos desnudamos jajaja, me llevó a la cama y me dejó en mi posición favorita; la de perrito. Me quedé esperando a que se acercara y lo metiera, fue muy suavecito jiji.
Me tomó de la cadera y poco a poco me fue embistiendo. Estábamos demasiado motivados haciéndolo, yo gemía con ganas, dejándome llevar simplemente y él hacía lo mismo.
Las penetraciones fueron cada vez más violentas, sentí que me nalgueaba el trasero ajajaj, eso me gustó, le pedí otra más y él lo hizo. Luego mientras me sujetaba de los hombros, empezó a tirarme del cabello, algo que también me fascina bastante.
Yo estaba ida, no reaccionaba a nada más y me dejaba querer no más jajaja. Ambos gemíamos de lo excitados hasta que nos detuvimos por el grito de una mujer :O la señora esposa de Roberto nos había pillado en la plena en el dormitorio. Ni se imaginan cómo me quede de roja, Roberto seguía con su pene dentro y prácticamente en 2 segundos se había puesto la ropa de nuevo. Se acercó a hablarle a la señora para explicarle y yo lo único que quería era desaparecer de ahí :O
La señora me retó con todo y me dio hasta un paipe para echarme de la casa (bueno, me lo tenía ganado).
Recogí mi calzón que se me había quedado en el living y me escapé de la casa como pude, sabía que ya no podía ver nunca más a Roberto y que iba a quedar la escoba en todos lados. A esa iglesia obviamente no iba a poder volver nunca. Y tanto que me había gustado :O
En fin, mi rumbo con Roberto acabó ahí, no me volvió a escribir nunca más por Whatsapp ni nada. Claudia me escribió dándome gracias por hacerla entender las cosas, porque resulta que Andrés le confesó que estuvo conmigo :O no me lo esperaba para nada eso jajaja y que él se sentía mal por haber estado conmigo, CONMIGO :O si tan mala no soy :c bueno, un poquito jajja.

Esa fue mi experiencia religiosa, ahora estoy vetada de la ciudad de Temuco, me queman viva si me ven por allá jajajaja

 

Eso fue lo peor de todo jajajaja llegué a puro dejar al escoba