Qué suerte que no encendiste la luz. http://img834.*************/img834/7752/ampolleta5ye.jpgHace unos dos años, en Granada capital, ocurrió un asesinato que llamó mucho la atención. Fue en un piso de estudiantes, donde vivían cuatro chicas. Una noche, dos de las chicas se fueron a sus respectivos pueblos ya que era viernes, para pasar el fin de semana. Las otras dos se quedaron en el piso. Una de ellas decidió irse a dormir al piso de una compañera de clase. Se fue dejando a la otra sola en la vivienda. Por la noche, la que se había ido a dormir fuera se dio cuenta de que no tenía pijama y volvió al piso a recogerlo. Fue a su habitación y no encendió la luz para no despertar a su compañera. Cogió el pijama que estaba en el armario y se fue de nuevo. A la mañana siguiente, cuando volvió, se dio cuenta de que la policía estaba en el piso y que los vecinos llenaban el pasillo. Se asustó mucho porque no sabía qué había pasado. Se dirigió a su habitación y vio que un cuerpo se encontraba en el suelo tapa-do con una sábana. ¡Era un cadáver! ¡Su amiga había muerto! ¿Cómo? Se puso muy nerviosa, un montón de preguntas se atropellaban en su mente y no encontraba ninguna respuesta. La noche antes un ladrón había entrado en el piso y, estando la chica sola, la mató después de robarle el dinero que tenía. Cuando la chica protagonista fue al piso a recoger el pijama, el ladrón se encontraba en su habitación y ya había asesinado a su compañera. Dicho hombre dejó escrito en el espejo de la habitación, con pintalabios rojo: SUERTE QUE NO ENCENDISTE LA LUZ. Amigas para siempre http://img816.*************/img816/1066/21799405.jpgAño 1982. Alicia y Sara eran dos chicas, ambas de 15 años, e íntimas amigas desde la más tierna infancia. Vivían en el mismo barrio, estudiaban en el mismo instituto, iban a la misma clase... en fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían caracteres muy diferentes. Alicia era alegre y extrovertida, mientras que Sara era muy tímida y callada. Cierto día, Sara le propuso a Alicia: - ¿Por qué no hacemos un juramento de sangre? - ¿Qué? - Mira, por si algún día perdemos el contacto, juramos que la que muera antes de nosotras dos, irá a avisar a la otra. - Qué tontería, Sara, nosotras siempre estaremos juntas. Ante la insistencia de Sara, y entre asombrada y divertida, Alicia al final aceptó la propuesta. Ambas se practicaron un corte con una navaja en el dedo índice de la mano derecha, y sellaron el pacto a la luz de unas velas. Pasaron los años. Alicia había terminado sus estudios de derecho, tenía un buen trabajo, una casa preciosa y un marido y un hijo maravillosos. Hacía mucho que no veía a Sara, la amiga de su juventud, aunque a veces se acordaba de ella cuando se veía la cicatriz de su dedo índice. Al final, la vida les había llevado por caminos distintos y no habían vuelto a verse desde que acabaron el instituto. Una noche, Alicia tuvo una horrible pesadilla: iba conduciendo, cuando de repente un camión invadía su carril y chocaba con su coche. Se despertó empapada en sudor, y justo en ese momento, oyó llamar al timbre de la casa. Eran las 3 de la madrugada. Miró a su marido, que dormía profundamente a su lado, en ese momento, el timbre volvió a sonar con insistencia. Maldiciendo por lo bajo y preguntándose quién podría ser a esas horas, Alicia se levantó y fue a abrir la puerta. Cuando abrió la puerta y vio a la mujer que estaba en el porche, abrió la boca, totalmente anonadada. Aunque había cambiado bastante, la reconoció enseguida. Allí, terriblemente pálida, ojerosa y con una enorme herida sangrante en la cabeza, estaba su antigua amiga Sara. - ¡Por Dios, Sara! ¿Qué ta ha ocurrido? Entra, te curaré esa herida. - ¡Cuánto tiempo sin vernos! Sara no se movió de donde estaba. - He venido a cumplir mi promesa, Alicia. He muerto y vengo a decírtelo. Alicia se quedó sin habla. - Ya que la vida nos ha separado, estaremos juntas en la muerte. Te estaré esperando...- dijo Sara levantando el dedo índice. Acto seguido, desapareció. Alicia empezó a notar un dolor persistente en su propio dedo índice, al mirárselo descubrió que lo tenía empapado en sangre, como si se le hubiera vuelto a abrir el corte que se hiciera años atrás... Lanzó un alarido estremecedor y cayó desvanecida al suelo. Al día siguiente, despertó en su cama y pensó que todo había sido un mal sueño. Encendió el televisor para desayunar, y lo que vio la dejó helada: la noche anterior, a las 3 de la madrugada, había habido un accidente de tráfico: un camión había chocado con un coche, y la conductora del mismo había fallecido en el acto. A partir de aquél día, su vida se convirtió en un auténtico infierno. No comía, se olvidaba de recoger a su hijo en el colegio, no rendía en el trabajo... Y todas las noches tenía el mismo sueño, en el cual oía llamar a la puerta, y al abrir veía a Sara levantando el dedo índice y diciendo "te estaré esperando", tras lo cual siempre se despertaba con un dolor insoportable en su dedo lleno de sangre. Su marido no entendía lo que le estaba pasando, los médicos no encontraban ninguna explicación, y finalmente internaron a Alicia en un psiquiátrico. Allí no hizo sino empeorar, ahora en sus pesadillas veía a Sara junto a su cama. Una noche, un celador del psiquiátrico oyó un espantoso ruido de cristales rotos que provenía de la habitación de Alicia. Al entrar en la habitación vio que la ventana estaba rota, se asomó y vio a Alicia tirada sobre la acera en medio de un charco de sangre. Tenía una gran herida en la cabeza y a su lado, en el pavimento, alguien había escrito con su sangre: "AMIGAS PARA SIEMPRE" El carretón fantasma http://img69.*************/img69/7555/images1pif.jpgen la soleada cuidad de puerto cabello, los ancianos cuentan, a veces, una leyenda fantasmal, con la cual muchos todavía amenazan a los niños desobedientes. se trata del carretón fantasma una aparición que en la época colonial , durante las noches mas oscuras, recorría las principales calles de la ciudad y luego se alejaba hacia el fortín. el carretón fantasma era una especie de carreta grande o carruaje en llamas, tirado por cuatro briosos caballos que relinchan y corcovean aterradoramente. se decía que el cochero de aquel carretón era el mismo lucifer, y los pasajeros, las almas condenadas al fuego eterno. el carretón era el vehículo del infierno donde el diablo se llevaba a los que vivían en el pecado y la maldad. también se creía que la visión de ese carruaje anunciaba muertes y catástrofes. por eso al anochecer, las personas se iban temprano a sus casas y si escuchaban rechinar la ruedas o los relinchos de los caballos cerraban bien las puertas y ventanas para aquel fuego fantasmal no los afectara. para librarse del carretón fantasma y alejarlo es necesario persignarse y rezar un credo. aspecto: carruaje de fuego tirado por cuatros caballos lugar de aparición: puerto cabello venezuela origen: desde la época colonial provocado por tantas muertes que la peste negra dejo. PD: Sí, como en el tema anterior de historias leí muchas historias y elegí algunas, habían varias más que también eran buenas, quizás las suba en algún otro aporte.
Es súper legible, nadie más me ha criticado. Cuando busqué leyendas urbanas fué la primera vez que la leí.
buenas historias.... la primera la sabia y me sabia otras versiones tambien... la segunda no la caxaba y fue la que mas me gusto XD... La tercera me recordo una Historia parecida que se cuenta en Peñalolen...donde supuestamente existe un "carruaje" que arrastra cadenas, dicho carruaje es tirado por el diablo... Se agradece el Aporte!
ta bien le color de la letra, pero cual es la idea de hacerla diferente? xD a todo esto, wenas leyendas men