El descubrimiento reúne unas características completamente diferentes a las de ningún otro conocido hasta ahora. El nuevo cazador de planetas de la NASA, TESS, ha descubierto tres nuevos mundos: uno algo mayor que la Tierra y otros dos cuyo tipo no se halla en nuestro sistema solar. Estos últimos abarcan una brecha desconocida de tamaño que promete ser uno de los objetivos más prometedores para futuros estudios. El nuevo «sistema» ha recibido el nombre de «Objeto de Interés TESS número 270» o TOI 270, ya que este número es el que le corresponde en el listado de descubrimientos llevados a cabo hasta ahora por el satélite de la NASA. La estrella que alberga los planetas, por otro lado, es una enana tipo-M catalogada como UCAC4 191-004642, que es 40 % nuestro Sol, tanto en tamaño como en masa, y cuya temperatura es un tercio más fría. El sistema planetario yace a unos 73 años luz del nuestro, en la constelación meridional de Pictor. Teniendo en cuenta que la Vía Láctea tiene unos 100.000 años luz de extensión, esta distancia puede considerarse muy cercana. Infografía de los exoplanetas distribuida por la NASA. «TOI 270 es exactamente para lo que TESS fue diseñado: planetas pequeños y templados que pasan, o transitan, en frente de su estrella anfitriona, una que carece de excesiva actividad estelar, tales como llamaradas», explicó Maximilian Günther, uno de los astrofísicos coautores del estudio publicado hoy. «Esta estrella es tranquila y está cerca de nosotros, y por lo tanto es mucho más brillante que estrellas de otros sistemas. Observaciones de seguimiento mediante, podremos determinar con más precisión las características de estos mundos, establecer si tienen atmósferas, qué gases contienen y más». Lo que se sabe hasta ahora es que el planeta más interno, TOI 270 b, es probablemente rocoso y es 25 % más grande que la Tierra. Orbita la estrella cada 3.4 días a una distancia 13 veces menor a la que Mercurio orbita el Sol. Basados en estudios estadísticos de exoplanetas similares, el equipo científico estima que TOI 270 b tiene una masa alrededor de 1.9 veces superior a la Tierra. Las características descritas hacen de este planeta interno un verdadero horno. Su temperatura de equilibrio —es decir, aquella basada solo en la energía que recibe de su estrella, ignorando efectos invernaderos adicionales de una posible atmósfera— es de unos 254 grados Celsius. Los otros dos mundos, TOI 270 c y d, son, respectivamente, 2.4 y 2.1 veces más grandes que la Tierra y orbitan la estrella cada 5.7 y 11.4 días terrestres. Y a pesar de ser solo la mitad de su tamaño, ambos son similares al Neptuno de nuestro sistema solar, con composiciones dominadas por gases en lugar de roca, y probablemente pesan entre 7 y 5 veces la masa de nuestro planeta. Los tres planetas tendrían, de acuerdo al estudio publicado, una fijación de marea con su anfitriona. Esto significa que solo rotan una vez cada órbita y la misma cara siempre apunta hacia la estrella, tal como la Luna lo hace cuando orbita la Tierra. Estos últimos dos podrían rotularse como mini-Neptunos, un tipo de planeta no existente en nuestro propio sistema. Los investigadores esperan que exploraciones futuras de TOI 270 ayuden a explicar cómo se formaron. «Que sepamos, es poco común que los planetas tengan tamaños de entre 1.5 y 2 veces el de la Tierra, esto es por razones relacionadas a la manera en que se forman. Es un tema aún muy controvertido», señaló Fran Pozuelos, investigador postdoctoral de la Universidad de Liège en Bélgica y otro de los coautores. «TOI 270 es un excelente laboratorio de estudio de los límites de esta brecha y nos ayudará a entender mejor la formación y evolución de los sistemas planetarios». Günther y sus colegas están particularmente interesados en el planeta más externo, TOI 270 d. El equipo estima que la temperatura de equilibrio es de unos 66 grados C. Esto lo hace el mundo más templado de todos y, como tal, una rareza. Ahora esperan que investigaciones adicionales puedan revelar más planetas además de los tres conocidos, a distancias mayores de la estrella y con la posibilidad de ser habitables.
