EL TREN DEL MÁS ALLÁ

Tema en 'Historias de ultratumba y Experiencia paranormal.' iniciado por El Brother, 7 Jun 2019.

  1. El Brother

    El Brother Usuario Nuevo nvl. 1
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    EL TREN DEL MAS ALLÁ


    Los esposos André y Renée Finisterre vivían en París. Ya eran ancianos y se querían tanto que un día hicieron un pacto de amor… ¡El que muriera primero vendría por el otro para estar juntos por toda la Eternidad!...


    André y Renée, a pesar de que vivían en la pobreza se amaban entrañablemente, y aunque sus hijos habían hecho su vida, para ellos no existía la soledad… Se cuidaban mutuamente y diariamente salían a vender sus periódicos.

    Pronto, llegó su Aniversario de Bodas. André compró pan, queso para fundir y una botella de vino, y festejaron e hicieron un Pacto de Amor… ¡El primero que falleciera vendría por el otro para estar juntos en el Más Allá!

    Sus hijos iban dos o tres veces al mes a visitarlos, y a pesar de estar solos, el par de ancianos vivían su existencia sin problemas ni sobresaltos, acompañándose uno al otro.

    Pero un año y medio después, André comenzó a tener ciertos problemas cardíacos que lo obligaron a permanecer en su cama hasta tres veces al mes, por lo que Renée tuvo qué redoblar sus esfuerzos para vender sola los diarios.

    Una mañana, André se levantó, se vistió y le dijo a su esposa que se sentía excelentemente bien, al grado que hasta parecía como si no hubiera estado enfermo.

    Se había arreglado para ir a la Asistencia Social, ya que iba a pedir su ‘Cheque por Enfermedad’. El gobierno francés daba este dinero a todos los vendedores callejeros como una ayuda médica.

    André le dijo a su mujer. “A las 6 en punto te espero en el andén de la estación Louvre del Metro, porque luego quiero que vengas conmigo”.

    Él la miró a los ojos y le dijo: ‘Andrée, te amo’…

    Fue por su cheque y lo depositó en su cuenta en el banco. Se guardó un poco para llevar a su mujer a cenar y para comprarle un regalo cuando ella llegara a la estación del Metro como habían quedado.

    Más tarde, André caminaba por el Champs Elysées cuando de pronto sintió un fuerte dolor en el pecho que lo hizo trastabillar.

    De inmediato una pareja trató de sujetarlo pero cayó al suelo víctima de un paro cardíaco fulminante. Falleció en la calle, a las 4:37 de la tarde.

    Esto fue una bomba para la pobre de Renée, ya que su compañero de toda la vida se había ido. Fue sepultado al día siguiente y solamente estaban en el panteón ella y sus hijos.

    Renée perdió totalmente las ilusiones de vivir… Se volvió huraña y muy callada. Todos los días se sentaba en su sillón y se ponía a tejer por horas sin pronunciar ni una sola palabra.

    Pero todos los días llegaba a las seis en punto en el andén de la estación Louvre del Metro, ya que esperaba que su amado esposo regresara por ella. Esa era la única ilusión que tenía en lo que le quedaba de vida.

    Durante siete meses lo esperó sin fallar ni un día, así lloviera, hiciera mucho calor, frío, o estuviera enferma. No se dio el lujo siquiera de llegar tarde.

    Los empleados de la estación ya la conocían y hasta se compadecían de ella. Siempre la veían retirarse con su paso triste y cansado, a la vez que iba diciendo: “Hoy no vino, probablemente mañana lo haga…”.

    Un día, las autoridades del Metro cerraron las Líneas 1 y 7 del Metro parisino por varias horas a causa de ciertos problemas técnicos. Esas dos líneas son las que llevan a la estación del Louvre.

    El andén del Louvre estaba iluminado y vacío... El personal del Metro revisaba cada una de las instalaciones y de pronto todos oyeron que… ¡Un tren hacía alto en la estación!

    Intrigados entraron al andén… ¡No debería de haber trenes funcionando, ya que todos estaban guardados en la Estación Base!

    Vieron que un tren estaba detenido en el andén y que tenía las puertas abiertas. En ese momento Renée se subió a uno de los vagones… ¿Pero cómo es que ella estaba en el interior del Metro si las entradas de la estación Louvre se encontraban cerradas?

    Renée ya estaba en el interior del convoy, un anciano la besó y tomaron asiento, las puertas se cerraron y el tren se perdió en el túnel.

    Lo más extraño es que ellos eran los únicos pasajeros en toda la unidad. De inmediato, Pierre Mont, el jefe de la estación, buscó al extraño tren en la computadora, pero… ¡No había nada en el túnel!

    Cerca de ahí, en su domicilio y recostada en su cama, Renée había dejado de existir…
     
  2. trovador81

    trovador81 Usuario Casual nvl. 2
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    acá en Rancagua en el cementerio 1, antes de que el terremoto los destruyera, existian dos tumbas muy antiguas mas menos de 1903, en donde estaban los restos de dos ancianos, ella murio un dia 13 de junio, el un 14 de junio, es decir, el no pudo soportar un dia sin su amada, o ella lo vino a buscar, de todos modos es hermoso.
     
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