Título original: Carrie Año: 2013 Duración: 100 min. País: Estados Unidos Director: Kimberly Peirce Guión: Roberto Aguirre-Sacasa (Novela: Stephen King) En mis largos años de escribir y hablar sobre cine, pienso que el mejor crítico de cine que he leído es el cubano Guillermo Cabrera Infante, quien durante mucho tiempo firmó como G. Caín (contracción de su nombre y apellidos) en la revista cubana Carteles y, luego, siguió haciéndolo en el exilio. Pues bien, esto a cuento de lo que Cabrera Infante escribió sobre la película Carrie (1976), dirigida por Brian de Palma. Dijo: Filme hermoso visualmente, obra de un virtuoso artístico, de un técnico maestro, de una brillantez rara aún en un cine técnicamente perfecto como el cine norteamericano actual. Para seguir con el cuento, una frase como esa es la que no se le puede aplicar, para nada, a la nueva versión de la novela escrita por Stephen King, dirigida por Kimberly Peirce, con igual título: Carrie (2013). Esta película de ahora no puede ser catalogada del todo como refrito ( remake ) de la versión de De Palma; la propia directora exige que se le vea como versión de la novela de King, otra versión, nueva versión, como quieran, pero no refrito inspirado en el filme anterior. Carrie (2013) es película que languidece por ausencia de creatividad: su historia es contada sin mayor imaginación y sin hondura dramática. Todo es esquemático con esta película. Se limita a la historia de la muchachita que, en el colegio, es motivo de burla de sus compañeras y que, en la casa, es la víctima del fanatismo religioso de una madre sin cordura alguna. Cuando Carrie, la muchachita, decide tomar en sus manos su propio destino, la tragedia le vendrá desde lo que le hacen los demás y de sí misma, por sus poderes telequinésicos llevados a la venganza violenta. Incluso, en un momento así, el filme sigue siendo del todo cajonero, sin ninguna creatividad especial. Más bien, los personajes parecen monigotes, de ahí que la actuación de Chloë Grace Moretz (como Carrie) no pasa de ser la de una niña entre tontilla y entristecida, sin que le afloren de manera expresiva sus contradicciones internas. De manera semejante sucede con una actriz importante, como lo es Julianne Moore, a quien ponen a encarnar el papel de una madre loca porque sí. En este caso, loca por culpa de su fanatismo cristiano, su escrupulosidad religiosa y enfermiza, como pudo haber sido por cualquiera otra razón. Si se caen esos personajes, si no hay intensidad dramática, si no hay creatividad formal (estética), si la música ni la fotografía destacan y si el entramado de la trama traquetea en su tratamiento y retruécanos (valga la paronomasia), poco queda para que uno se anime a recomendarles esta película. Lo que sí es novedoso y razón por la cual Carrie (2013) podría ser útil para cineforos con adolescentes, es la presencia de eso que ahora llaman bullying , hostigamiento llevado al maltrato psicológico propio de esta era tecnológica, que Brian de Palma no tuvo en sus manos ni Cabrera Infante para su crítica, pero que esta película señala sin ahondarlo. FUENTE
Yo encontré buena la película, aunque no mejor que Carrie del 1976, eso sí en esta sale Chloë jajaja buen aporte Joseph