Es evidente que Walter Salles no ha triunfado en el intento de captar la esencia y el espíritu de la emblemática obra de Jack Kerouac 'On the Road', y así lo demuestra su tibia, por no decir fría, acogida en su pase en la pasada edición de Cannes. Pero es que la empresa era tan titánica que seguramente ninguna adaptación hubiera llenado totalmente las expectativas. Pero no por ello la película, como tal, deja de ser estimable. El problema de los diferentes lenguajes. Otra vez. ¿Cómo adaptar la prosa enfebrecida de Kerouac en 'On theRoad', el símbolo de la generación Beat? ¿Optas por un movimiento de cámara mareante, planos cortos, y un montaje enloquecido? ¿O cuentas una historia que se detenga en retratar a unos personajes tan complejos pero que no pretenda ser fiel a la narrativa de Kerouac, a riesgo de decepcionar a los fieles a su novela? Salles opta por la segunda opción en una película mucho más tranquila y pausada de lo que cabría esperar. Solo cabe el disfrute de esta película cuando se evita compararla con su material original. Es cierto que Salles podría haber arriesgado más, y así se dejan ver destellos de ese riesgo en las escenas de baile de Bebop o en el prostíbulo en México, pero en general la película es demasiado tranquila, demasiado gélida, siendo más un homenaje hacia esa generación y un testimonio de su historia que una verdadera adaptación de su material base. Pero, abstrayéndonos del relato original, 'En el camino', la película de Walter Salles, se sigue con interés como Road Movie durante casi todo el metraje, aunque lo cierto es que le sobran minutos. Una preciosa fotografía que retrata con melancolía los paisajes por donde pasan los protagonistas y el excelente trabajo interpretativo no merecen ser pasados tampoco por alto. Garrett Hedlund como Dean Moriarty y Sam Riley como Sal Paradise (el alter ego de Kerouac) están muy convincentes, e incluso Kristen Stewart parece algo más (solo un poco más) viva que de costumbre. Han pasado cincuenta y cinco años desde que se publicó en 1957 'En el camino' por primera vez. Nadie, absolutamente nadie, se había atrevido a adaptarla desde entonces. Probablemente porque se sabía que jamás ninguna versión iba a dejar satisfechos a sus seguidores, porque existía la consciencia de que el espíritu original era prácticamente imposible de atrapar. El atrevimiento de Walter Salles merece un reconocimiento y la película, sin ser ni mucho menos perfecta, sí es destacable. El MultiCine