Sólo cuatro años despues de la edición de su primer álbum homónimo (poco tiempo si tenemos en cuenta que se formaron en el 98 y desde entonces sólo editaron demos y EPs), los cuatro enfermos mentales que se juntaban bajo el nombre de Karnarium sacaron el año pasado su segundo larga duración, esta vez abandonando el sello sueco Blood Harvest en pro de la griega Nuclear Winter, el cual desgraciadamente marcaría el fin de su carrera, al anunciar poco despues de su edición que lo dejaban. Para el que a estas alturas aún no les conociese, en Karnarium se encontraban dos aguerridos luchadores del underground Metal extremo como son Jim Voltage (miembro de Kill y Church Bizarre, y ex de Devil Lee Rot, Pagan Rites y Autopsy Torment) y Perversion Trauma (batería de Church Bizarre y ex de Cerekloth, Funeral y Pagan Rites). Junto a ellos dos guitarristas, Nekrosadistik Watcher y Funeral Whore, que pese a no ser conocidos por tocar en ninguna otra formación deberían cómo mínimo ser recordados por tener algunas de las ideas más brillantes de la actualidad en lo que a Death Metal se refiere. De hecho, recuerdo haber descubierto a Karnarium allá por el 2004, cuando salió su cinta compartida con Betrayed, y ni de lejos me impresionaron tanto como cuando salió su debut homónimo, un disco que los ponía a un nivel muy por encima de sus anteriores grabaciones en materia de composición y personalidad, algo que continuaron con este segundo álbum que nos ocupa. Y es que este Otapamo Pralaja no resulta original únicamente por su nombre (que se las trae para pronunciarlo) si no por unas ideas compositivas que están aún (mucho) más adelante en lo bizarro y mórbido que su predecesor. Que siguen influenciados por bandas como Autopsy, Morbid Angel, Possessed, los primeros Pestilence, Grotesque e incluso Liers In Wait o Demilich es una cosa, pero desde luego Karnarium no son otra de esas bandas que se crearon para rememorar las ideas de sus bandas favoritas una y otra vez. En los ocho temas y algo más de cuarenta y siete minutos de duración que contiene el disco hay lugar para lo más retorcido, vicioso, oscuro y diabólico que ha dado el género, así como para unas progresiones, riffs y melodías que desde luego no están destinadas a complacer a los que busquen los típicos dos riffs copiados de Entombed o Bolt Thrower. Estamos ante un disco que calificaría de técnico en su sentido más estricto, a pesar de que no sea este el fin último de sus creadores, mucho más versados hacia la maldad que su música debe transmitir, con un apartado de guitarras francamente poseído, psicótico y complejo en el que tienen cabida desde los riffs rápidos y afilados a las melodías y punteos más enfermizos (y que precisamente no olvidan ese hedor a perversión que tenían las primeras bandas del género), acompañado de una sección rítmica por parte del bajo y la batería que conjuga contundencia con velocidad, groove con continua progresión y sobretodo una intensidad más propia de los estados primitivos del Death Metal. Además, demuestran un claro gusto por dejar mucho lugar para los pasajes instrumentales, y de hecho se atreven incluso con algunos que se acercan al puro Doom más atmosférico, creando un ambiente digno de un trance ritual en momentos como el final de la cara B del vinilo con Per Me Reges Regnant. Aunque no deberíamos olvidarnos de un apartado vocal que, sin aportar algo más allá de lo que ya hayan dado los vocalista más salvajes o enfermizos que ha dado el género, sí goza de una personalidad innegable en su manera de vomitar las estrofas como si lo estuviese haciendo un ser humano cuyo cuerpo ha sido tomado por una criatura del averno. El señor Funeral Whore (o, como se ha hecho llamar en esta ocasión, Qlaque-Ahn F.W. Lephe) parece un híbrido mutante entre Chris Reifert y Antti Bohman, cuyos guturales son más bien pastosos y profundos, y cuando tiende hacia un registro más desgarrado hasta te lo imaginas sacando espuma por la boca. Y un disco así no podían plasmarlo de otra manera que con una producción necesariamente ruda y primitiva, que no resulta en absoluto pobre pero sí dotada del grado de caos y suciedad que uno encontraba en esas primeras grabaciones de sus influencias directas o que, aunque ya sea difícil, aún se puede encontrar en bandas que, normalmente, tienden más hacia el cruce del Death Metal con estados primitivos del Black Metal. De hecho, me hacen pensar un poco en el sonido que puedan tener Teitanblood o Antediluvian, aunque no suenen ni a unos ni a otros. Curiosamente, nunca fueron una de las bandas más destacadas de la nueva hornada sueca si les comparamos con bandas que ahora están en boca de todo el mundo, pero un servidor los ve como una de las más interesantes que dió el país nórdico junto a Kaamos y Repugnant. Larga vida a Karnarium, en el infierno. Tracklist: 01. Prologue To The Event Horizon 04:03 02. A Maddening Laughter 03:12 03. Travelling Through All Spheres Of Thought 05:35 04. Per Me Reges Regnant 12:07 05. Yoga Of Tamas (After The Seduction) 06:26 06. Order Of Ahamkara 04:25 07. Harness The Arcane Rhythm 06:44 08. Ode To The Black Mother 04:50 Download
Que corrosivos el sonido de estos suecos. No habia cachado nada de ellos desde el Breaking The Manacles Of Malkuth. Harto del sonido cavernoso Emtombed (old) sin ni una mierda moderna. Solo death con algo blackened e infernal. Excelente aporte!