Clases Particulares 2

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por fdo6500, 29 Jun 2009.

  1. fdo6500

    fdo6500 Usuario Nuevo nvl. 1
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    Como recordarán del primer capítulo de esta historia, cuando yo estaba en cuarto medio le hacía clases particulares de matemáticas a la Paulina, una mojona que estaba en el liceo 7. Desde la primera clase se puso súper coquetona, la cosa se fue calentando clase a clase desde unas tímidas cosquillas en el poto por encima del jumper y besitos en la boca al final de cada clase, hasta que como a la tercera ó cuarta vez, después de terminar la clase, ya le gustaba que le bajara los calzones y le metiera los dedos en el potito bien despacio hasta el fondo, mientras nos dábamos unos ricos besos con lengua… (Ver Clases Particulares). Un día su mejor amiga la Marcela le prestó una película pirata, el famoso clásico erótico El Ultimo Tango en París, la vimos juntos y con la inspiración de la famosa escena de la mantequilla, por fin me dejó que le pusiera el manso supositorio, así que se lo puse con harta cremita y muchos cariños y besitos, usando toda mi experiencia previa con las inglesitas… a la pendex le encantó y se hizo adicta a este placer prohibido, y empezamos a jugar al “doctor que le pone un supositorio a la niñita” al final de cada clase…

    Obviamente, como era de esperar, la Paulina le contó todo a la Marce desde la primera clase que le hice. La Marcela era una rucia chica de ojitos celestes, un poco gordita pero más rica que la chucha. Y había visto la película antes de prestársela a la Paulina, así que había quedado más tiritona que canasto de guatitas con la escena de la mantequilla… ahora que lo pienso yo creo que se la prestó a propósito, porque la Paulina ya le había contado todo lo de los besitos y que yo le metía los deditos en el poto… bueno la weá es que un día llegué a hacerle la clase a la Paulina y me encuentro con que estaba con la Marce… ptalaweá, cagamos, pensé yo. Pero para mi sorpresa, la Paulina toda coquetona y nerviosa me saluda con un beso en la boca, me presenta a su amigui y entre risitas con la Marce, se acerca y me dice al oído que la nana ya salió así que están ellas dos solitas, y que la Marce quiere quedarse a la clase, y después quiere ver cómo jugamos al último tango en parís, y si a mí no me importa que ella nos mire… chuuuuuucha la ondita, yo no sabía qué hacer, la Marce era exquisita la mojona pero yo no la conocía… puta las mojonas calientes la cagaron… bueno cuento corto me armé de valor mierda, saludé a la Marce de besito en la mejilla y le pregunté ¿estái segura que querís quedarte a ver? Se puso roja, se cagaron de la risa con la Paulina y me dijo siii mordiéndose las uñas…

    Nos fuimos a la pieza de la Paulina, nos sentamos los tres en el escritorio, yo al centro con las dos pendex una a cada lado, y vamos dándole a las matemáticas… puta la situación rara, resulta que estas mojonas eran de las mejores alumnas del curso, las dos eran secas… y mientras yo le explicaba un ejercicio a la Marcela, la Paulina bien pegada a mí me ponía la manito en la diuca debajo del escritorio… puta la pendeja caliente por la chucha, se me paró la pija como un fierro, la Marce se daba cuenta y las dos se cagaban de la risa… y yo entre caliente y nervioso, le decía “espérate nomás que terminemos la clase…” y la Paulina se ponía toda roja y cachonda y se reía de nuevo con la Marce… por un lado me molestaba que la Marcela estuviera ahí, quería puro que se fuera pa quedarnos solitos con la Paulina, pero por otro lado como que me calentaba la idea de que mirara cuando se lo pusiera a la Paulina…

    Hicimos todos los ejercicios y las pendejas cachaban caleta así que terminamos rapidito… y apenas terminamos, la Paulina me agarró y me dio manso beso en la boca… nos levantamos del escritorio, nos acercamos a la cama, le subí el jumper y delante de la Marce le metí la mano por detrás y le empecé a acariciar la hendidura entre las nalguitas… ¿estái segura que quieres que tu amigui vea lo que te voy a hacer? le pregunté. Se miraron y eran pura risita nerviosa… la Paulina se mordía los labios bien abrazada a mí y miraba a la Marce mientras yo le acariciaba el orificio, y la Marce se mordía las uñas mirando todo desde el escritorio… yo también estaba medio nervioso, nunca había tenido “público”, pero ya estaba tan caliente que me dio lo mismo, y antes que lo pensaran mucho y se arrepintieran, sujeté firme a la Paulina, y mientras le daba un beso le empecé a meter un dedo en el potito… se quejó como haciendo un puchero, me besó más fuerte, cerró los ojos, giró la cabeza como para no ver a su amiga y se apretó a mí… la tuve así un rato, los dos de pie al lado de la cama, dándole besitos y metiéndole un dedo bien despacio en el hoyuelo entre las nalguitas, ella con los ojitos cerrados… y como que se entregó, como que ya no le importaba que la Marce estuviera mirando… Sin sacarle la mano de atrás, estiré el otro brazo y agarré uno de los cojines que a ella le gustaba abrazar… la dí vuelta hacia la cama y me pegué detrás de ella… le pasé el cojín… ella lo abrazó y yo le agaché la cabeza para que quedara agachada sobre la cama… lentamente le subí el jumper y le bajé los calzones… y saqué la crema de mi bolsillo…

    Yo miraba de reojo a la Marce como pa ver qué onda, y la Marce miraba todo desde el escritorio y todavía se sonreía nerviosamente, pero ahora tenía como cara de susto y se comía las uñas, como con cara que no podía creer que fuera cierto lo que le había contado la Paulina…

    Seguí con el rito tal como lo hacíamos al final de todas las clases con la Paulina, abrí la crema y le dí unas palmadas suaves en el potito, y entre palmadas le acariciaba el ano con la crema y le metía lentamente dos dedos para lubricarla y relajarla… la pendex se aferraba al cojín con los ojos cerrados y se quejaba y gemía y le tiritaba la boquita como siempre… la Marce ya no se reía, estaba calladita y toda nerviosa y se mordía los labios y le temblaban las manitos…

    Reconozco que yo todavía estaba algo nervioso con esta otra mojona ahí mirando, pero a la chucha, si quiere ver que vea no más mierda, me bajé el cierre y saqué mi instrumento, que con toda la calentura lo tenía duro como un fierro… a mis 16 años todavía no lo tenía del porte que lo tengo ahora, pero igual la Marce se llevó la mano a la boca y ahogó un gritito… pa mí que nunca había visto uno en vivo y en directo… la Paulina la escuchó, giró la cabeza y me vió cómo me echaba crema en la estaca… se mordió los labios, estiró un brazo hacia atrás y me la empezó a manosear… no quería más de caliente la pendex… ella misma dirigió la punta y se la metió entre las nalgas hasta tocar el orificio… se lo dejó bien puesto y se abrazó al cojín, esperando ansiosamente el ataque… yo me sujeté la lanza con una mano como siempre, para que no se resbalara para otra parte, tomé a la Paulina con fuerza de la cadera con la otra mano… y empecé a empujar…

    Sentí cómo el ano se le empezaba a abrir lentamente… aaaahhhh qué weá más deliciosaaaa… la Paulina hundió la cara en el cojín, lo apretó y le enterró las uñas y emitió una especie de gemido ahogado… con toda la excitación, mis dedos con crema y el intensivo entrenamiento de todas las “clases” anteriores, tenía el ano bien relajado y lubricado, así que se le abrió sin ninguna resistencia y engulló lenta y golosamente la cabeza entera… ella hizo un puchero y soltó un largo aaaaayyyy que riiiicooooo… seguí penetrándola milímetro a milímetro hasta punzar ligeramente el segundo esfínter… con toda mi mejor técnica, lentamente fui venciendo la escasa resistencia que quedaba… la Paulina gemía y se quejaba y movía el potito para que entrara más, pero yo a propósito me mantuve ahí harto rato, avanzando y retrocediendo con una lentitud que yo sabía que la desesperaba y la volvía loquita de caliente… poco a poco, la cabeza pasó el segundo esfínter, y la Paulina se quejó como con un sonido gutural… mojona caliente, ya estaba totalmente relajada, excitada al máximo, gozaba y gemía, mordía y arañaba desesperadamente el cojín… y mezclado con los gemidos de la Paulina, empecé a escuchar otros gemidos… de repente me dí cuenta que era la Marce, que se estaba mordiendo las uñas y se quejaba y le tiritaba la boquita, mirando con una extraña mueca de fascinación, gimiendo como si se la hubieran estado clavando a ella…

    Con mis manos en las caderas de la Paulina, seguí empujando y penetrándola milímetro a milímetro… y la estaca entró… y entró… y entró… y entró… hasta que llegué al fondo… a la Paulina le temblaba la mandíbula y se estremecía descontroladamente, le daba como hipo, tenía gotitas de transpiración en la nariz y en la frente… la Marce miraba y hacía pucheritos y se retorcía de puro nervio… me mantuve siempre en un ángulo que dejaba que la Marce viera absolutamente todo… así que podía ver cómo yo retrocedía lentamente y volvía a clavarle la diuca a su amigui hasta el fondo… chucha me estaba gustando esto de tener una mirona toda nerviosa y caliente de espectadora… hasta me estaban dando ganas de seguir con ella… mientras tanto la Paulina estaba en otro mundo, le importaba una raja que su amigui estuviera viendo y escuchando todo, y disfrutaba cada milímetro de los mete-saca con los ojitos cerrados, gimiendo como loca y diciéndome weás como “métemela weón… métemela hasta el foooondoooo… assiiiii… AAAAHHHH…”

    Cuando sentí que me iba a ir cortina, avancé una última vez hasta llegar al fondo y finalmente acabé, la Paulina me sintió y ahí sí que se volvió loca, aaaaaahhhh que ricoooo conchetumadreeeeeee gritó y empujó para atrás con toda su fuerza… la Marce gemía y gemía y se mordía los labios y los deditos, y cuando yo acabé y la Paulina se volvió loca y se empaló ella misma hasta el fondo, la Marce no aguantó más y gritó junto con la Paulina, y de repente se paró y partió corriendo al baño…

    Cuando la Marce volvió, la Paulina todavía estaba de guata y a poto pelado, y yo estaba tendido al lado haciéndole cariño y dándole besitos. La Marce se sentó en una de las sillas del escritorio, estaba más nerviosa que monja en el ginecólogo…

    “Weona casi me meo de puro nervio… mira cómo estoy temblando… Pauli la cagaste weona, cómo podís ser tan caliente… weona gozaste como una puta, se te llegaron a caer las lágrimas… la cagaste weona soi enferma de caliente… y vos weón… cómo podís ser así… dónde aprendiste… quedé tiritando entera… vos la cagaste weón, cómo chucha lo hacís… ¡¡¡Weón se lo metiste entero por el poto…!!!”

    Con la Paulina nos miramos y nos cagamos de la risa… la Paulina me miró con ojitos pícaros, se mordió los labios, miró a la Marce y con una sonrisa media malévola le dijo:

    “Ya weona, ahora te toca a t텔

    La Marce me miró con pánico y yo miré a la Paulina, no entendía muy bien qué chucha estaba pasando, pero tenía una sospecha. La Marce se mordía nerviosamente las uñas, le temblaba la pera y decía ayyy… noooo… nika nika nikaaaa… la Paulina me empezó a explicar: “la Marce no me creyó cuando le conté que tú me hacías esto… pensó que era mentira y que yo no me atrevería nika, así que me apostó que no era cierto… weona quebrá, quiero ver cómo te lo pone, si no no te creo niuna weá, me dijo. Y yo le dije ya weona, si yo me atrevo y lo hacemos delante tuyo entonces vos también tenís que atreverte y hacerlo con él también… y dijo que bueno porque no me creía… así que cagaste weona… ven pacá y agáchate… yo te sujeto… jijijiji…”

    La Marce estaba toda tiritona y seguía diciendo pucha ooohhh… weona me dá cosaaaaa… y se retorcía en la silla entre el susto y el deseo… la Paulina le dijo saaale weona estái enferma de caliente con el show… ven pacá oh… Se levantó, se subió los calzones, tomó a la Marce de la mano y sin hacer caso de los pucheros y protestas de su amigui, la trajo hasta la cama. Ya weón, es toda tuya… trátala con cariño… y se me acercó y me dijo susurrando al oído “pero métesela hasta el fondo…” y se rió la mojona mirando a su amigui, y la Marce dijo con la voz tiritona “oye qué le dijiste…”

    Mientras tanto, ya que me estaban dando a la Marce en bandeja, me puse a mirarla bien, y la verdad es que aunque era un poco gordita, era preciosa la pendeja. Ojitos celestes, rubiecita, potito redondito con su jumper cortito, apretado y calentón... parada al lado de la cama, jugueteando nerviosamente con sus deditos, me miraba la diuca y se mordía los labios, mientras la Pauli tomaba el frasco de crema y una almohada, para acomodar a su amigui en la posición adecuada… chucha la weá, ya se me estaba parando de nuevo…

    Siguiente capítulo: La Marcelita tiene que cumplir con su promesa... ¡No se pierdan la continuación en Clases Particulares 3!
     
  2. [M]auro.SS

    [M]auro.SS Usuario Habitual nvl.3 ★
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    jajajaj csm
    qe manera de reirme
    jajajaja

    muy bueno
     
  3. Fido.O

    Fido.O Usuario Habitual nvl.3 ★
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    ajajaj weno...
    kakakakakakakka
     
  4. Hizokax

    Hizokax Usuario Nuevo nvl. 1
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    exelente historia wn xd