Sin escapatoria Desperté bastante agitado esa tarde mire mi reloj y marcaba las 17:32, mi siesta había acabado, me alegre de que todo hubiera sido una simple pesadilla, esa persona bastante extraña y aterradora a la vez, siguiéndome me tenia desesperado, y esos sin numero de callejones sin salida parecía un completo laberinto en fin me alegre de haber despertado. Me quede mirando el techo reflexionando, hasta que escuche que me llamaba mi mamá pensé que estaba solo en mi casa baje la escalera y no la encontré fui al patio trasero y al delantero y nada, me sorprendí un poco y me convencí de que había sido mi imaginación, cuando me dirigía al segundo piso note algo raro en mi casa un cuadro en la pared que nunca había visto, me dirigí a contemplarlo, era un cuadro un poco terrorífico una ciudad devastada, toda destruida y un sin número de incendios. Me pareció extraño pero nada el mal gusto de mi madre podía explicarlo. Cuando me di vuelta note que mi casa estaba completamente diferente paredes que nunca habían estado, sillones, puertas, ventanas y una escalera al fondo me asuste no lograba procesar todo lo que estaba pasando. Y escuchaba a alguien que me llamaba desde el segundo piso no estaba seguro de quien era ya que no podía distinguir bien su voz, atemorizado y alerta me dirigí a la escalera sorprendiéndome por lo extraño que estaba ocurriendo, lo que más me llamo la atención de todo fue la cantidad de cuadros solo destinados a catástrofes, gente corriendo, ciudades destruidas, gente deformada (probablemente una enfermedad), incendios, me recorría un escalofrío al ver todos esos cuadros. Hasta que llegue a la escalera y me decidí a subirla, trague saliva como signo de mi temor, subí escalón por escalón. Hasta que llegue al ultimo era una escalera inmensa de unas proporciones indefinidas la más larga que allá subido en toda mi vida, se me hizo eterno como si me hubiera llevado toda mi vida subirla, hasta que llegue al final, solo había un pasillo con una puerta cerrada al fondo me dirigí a ella y la abrí. Era un cuarto pintado de un gris oscuro y con una ventana al fondo, al frente de la ventana había una mujer sentada en una silla de madera mirando hacia la ventana, tenia un pelo oscuro como el carbón y resaltaba más por el brillo que otorgaba la ventana, me empecé a acercar a ella a medida que le preguntaba - ¡¿Quién eres?! no me respondía, ni la más mínima señal de vida hasta que llegue hasta ella, me prepare para darla vuelta y verle la cara pero La puerta se cerro me asuste reaccionado con un salto me gire rápidamente y ya no había puerta había desparecido solo quedaba la muralla con ese gris oscuro, voltee la vista hacia la mujer y inmensa fue mi sorpresa al percatarme de que ya no estaba, reaccione con un temor inmenso me di vuelta nuevamente, pero todo había cambiado otra vez, era nuevamente ese laberinto oscuro y tenebroso lleno de callejones escuche unos pasos, me voltee y ahí estaba el nuevamente ese sujeto que me había seguido en mi sueño, me puse a correr volteaba a la izquierda luego a la derecha y nuevamente a la derecha, pero nada un tenia salida y esa persona no se alejaba de mi no importaba cuanto corriera no lograba nada, seguía ahí siguiendo me y siguiendo hasta que ya no pude más caí del cansancio, me tendí en el suelo helado y los pasos se seguían escuchando no podía hacer nada talvez mi destino estaba sellado este seria mi fin. Trate de hacer un esfuerzo por levantarme y no pude, estaba aquí frente a mi no supe que haría, ¿ qué quería? ¿ quién era? ¿ por qué a mi? Todas esas dudas rondaron por mi cabeza y Desperté nuevamente escuchaba gritos por todos lados gente aterrorizada me asome por la ventana y lo vi un sol inmenso, casas y edificios destruidos gente muerta y con quemaduras graves, mire al lado mió y una mujer estaba sentada al lado mió estaba completamente deformada ya casi no parecía mujer, completamente quemada, su ropa toda desgarrada, levanto la vista me sonrió y desapareció. Todo el ruido desapareció todos los gritos se callaron me asome por la ventana y todo estaba normal talvez al fin logre escapar.
Exelente, tienes pasta para esto, pero solo falta algo pequeño, ese bichito que te destroza la calma y te deja sin palabra solo una leve sonrisa de simulación al miedo, pero esta perfecto.