Caminábamos un largo tramo para llegar a la casa de una amiga, íbamos los tres y yo no dejaba de mirarla, ella no hacia mas que reír, y mi amiga solo quería llegar a casa. Al fin llegamos, y nos sentamos en el borde de la vereda, conversábamos cosas sin sentido, pero yo la miraba con cara de estúpido sin decir nada, solo la escuchaba. Era impresionante la manera de quedar quieto con la mirada perdida en sus labios, mientras hablaba con su dulce voz de mujer. Mi amiga se daba cuenta y levantaba una sonrisa burlesca que me despertaba por unos segundos, ya que luego volvía a caer hipnotizado por su voz. Se hacia tarde recuerdo, ya estaba oscureciendo y era un día bastante frió, al otro lado de la calle había un sembrado de maíz, y como cualquier joven fuimos a ver que pasaba, ya que como dije, el día estaba bastante tenebroso, daba mucho miedo en verdad, el aire era espeso, y el color de la tarde era como el de las pesadillas, por un momento pensé que estaba en una, los colores y el aire eran extraños, la luna estaba llena, pero no daba brillo, y el frió cada vez era mas intenso. -¿Donde estas?- Se escuchaba su dulce voz preguntando por mi. -A tu derecha- le conteste rápidamente, ya era imposible ver al rededor De repente siento que me toman por el brazo y ahí estaba ella, con miedo, sin saber que hacer, solo pensó en abrazarme, y cuando lo hace, notamos que estábamos atrapados entre el fuego, se estaba quemando aquel sembrado de maíz y no teníamos por donde salir, pero buscamos el lugar mas cerca de la calle y corrimos por entre las llamas, preocupados de no quemarnos, pero corrimos tanto, tanto, que ya deberíamos ser cenizas, y nos detuvimos un poco para observar, las llamas no hacían mas que rozar la piel y acariciarla suavemente. Pasaron horas sin movernos, atrapados por aquel hecho impresionante, me abrazó de nuevo, y esta vez nuestras caras quedaron muy cerca, y recuerdo que ella fue quien cerró los ojos y se acercó mas a mi. Me besó, y sus labios eran armónicos, el caos que había al rededor desaparecía lentamente junto como su mágica lengua desaparecía de mi boca, me llevo a una calma total, ya no había fuego, ya no había maíz, ya no había aire ni era de noche. Me besó otra vez, cerramos los ojos, y cuando los abrimos estábamos cayendo al mar. Bajo el agua, había gente y una pelota con la que jugaban unos niños, cerca de un puesto de manzanas. Ahí no necesitábamos aire, y podíamos caminar muy bien, lo único malo, es que no se podía fumar y yo con mi Lucky Strike en el bolsillo, que por cierto no estaba mojado, estaba con su tabaco seco y fresco, listo para ser fumado con calma. -¿Vamos a la superficie a fumar un poco?- me dijo ella muy decidida y con suavidad absoluta. Pero me negué, quería seguir disfrutando el ambiente bajo el mar, no le molestó, y me besó la mejilla. Caminábamos de la mano por el fondo del mar, mirando lo increíble y maravilloso que era aquello. A lo lejos se divisaba un bar, y no dudamos en ir por una cerveza fría, cuando entramos, el agua caía por nuestras ropas y estábamos totalmente mojados. La gente ahí nos miraba raro, pero no nos importo y tomamos las cervezas mientras nos mirábamos y nos perdíamos del mundo, nos íbamos lejos de el, pero sin movernos, la gente no importaba, en realidad nada importaba salvo nosotros, era lo único que había en nuestras mentes. Seguía pasando el tiempo y no nos dábamos cuenta de aquello, metí la mano al bolsillo para buscar mi cigarro, pero estaba destrozado por el agua, entonces tuve que pararme y buscar al cantinero, le pregunte por cigarrillos y me dio una caja de viente Lucky Strike blancos, me salvó el día pensé, y me fui a la mesa de nuevo, fumamos cerca de treinta cigarrillos y la caja aun estaba llena, pero tampoco nos importó y mejor para nosotros aun, mas tabaco para fumar. Cuando salimos del bar, estaba la pelota de los niños que jugaban cuando recién llegué aquí, y la chuté con fuerza, pero no logré moverla mas de tres metros, de pronto me sentía débil, pero ahí estaba ella para no dejarme caer, me sostenía del brazo mientras íbamos a nuestra casa. Cuando llegamos a ella, me dejé caer sobre la cama y ella se tiró junto a mi. Nos miramos y le pregunté. -¿Cuando es lo mas que has dormido?- -Cerca de un día completo ¿por que?- me pregunto ella. -Por que esto es claramente un sueño- le dije con voz tartamudeante - Entonces si es un sueño, no quiero que despiertes- luego de decirme eso, me besó por ultima vez. Y como temía, comencé a despertar. Atte Strikepunks
Esta muy bueno en temas de imaginación el tema es bueno pero creo que necesitas dar más descripciones y así seria aún mejor también más descripciones de los personajes como piensan porque en el caso de la chica es una total desconocida para nosotros (el lector) no se si tu quisiste hacer eso o se te escapo pero en resumen esta bastante bueno felicitaciones