La caliente mamita del amigo de mi hijo

Hola, este es mi primer relato, basado en una historia real que me pasó hace poquito tiempo, omitiré nombres y lugares por razones obvias.

Les cuento que el año pasado llevaba a mi hijo a una escuela de futbol los fines de semana como muchos padres y madres, ahí conocí mucha gente, entre ellas la a la mamá de un amigo de mi hijo, una flaca blanquita, no es una mujer despampanante, pero tiene lo suyo, lindas piernas, colita paradita, es muy simpática y coqueta y guapa, usaba siempre mini falda y peto que dejaban ver sus lindos hombros. Obviamente todos los papas calientes se acercaba a ella, entre ellos yo.

Bueno, al asunto es que de poco nos fuimos acercado, tuve la suerte que vivíamos cerca así que cuando terminaban las clases de futbol me ofrecía gentilmente a pasar a dejarla, así que aprovechábamos el trayecto a casa para conocernos y conversar de la vida, las parejas, etc. Ella tiene 29 años, 6 menos que yo, así que era como su consejero, me contaba los dramas con sus ex parejas, de lo enrollados que eran algunos hombres y bla bla bla. Con el tiempo, nos fuimos haciendo más cercanos y pronto comenzamos a hablar, llegó fin de año, se acabaron las clases y seguíamos hablando, cada vez con más confianza y temas más íntimos. De apoco fuimos subiendo el tono de las conversaciones con cosas típicas, cosas que nos gustan en la cama, fantasías sexuales cumplidas y por cumplir, hasta que llegamos a las fotos, me mostraba su lencería por foto, le pedía que su pusiera su ropa interior más sexy y me mandara foto, cosa que hacia bien seguido, me mostraba su rico culito con tangas de varios tamaños, después me mandaba sus fotos desnudita… en una oportunidad me contó que le encantaba depilarse enterita y dejarse su conchita sin nada, aproveché la oportunidad para pedirle fotos, me costó convencerla pero me mandó una donde pude ver su chorito peladito, carnudito y rozadito…

Ella no tenía pololo en ese tiempo y yo tenía pareja, me decía que se moría de ganar de juntarse conmigo pero como conocía a mi pareja le daba lata y todo esos rollos y la verdad es que yo tampoco me atrevía a dar el zarpazo y comérmela, hasta que una noche empezamos a wasapear y hablar del tamaño de los penes, me preguntó cuánto medía el mío, le respondí la verdad…. Que no sabía porque nunca me lo había medido… me dijo que no me creía porque todos los hombres se lo miden, insistí que en verdad nunca lo había hecho y le prometí que lo haría y le comentaría el resultado. Me pidió que lo midiera en ese momento, le dije que me parecía una buena idea pero que antes debía estar excitado para tenerla bien parada (era mentira porque la conversación me tenía con la verga muy dura) así que me mandara fotos, accedió sin problemas, así que fui por una regla mientras ella mandaba sus fotos de su culito paradito frente a un espejo y de su conchita depiladita. Procedí a medir mi verga parada y dura y le comenté el resultado, me dijo que el tamaño era sobre la media y que te encantaría tener todo esos centímetros en su boca hasta hacerme acabar, ya estaba muy caliente y me pidió una foto de mi pene al lado de la regla para comprobar que no le mentía… y yo, obvio hice lo que ella quería...

En cuanto recibió la foto de mi verga parada al lado de la regla, me llamó y empezó a decirme que: “era un pico, grueso y bonito, que se moría de ganas de chupármelo, de comerse cada gotita caliente que saliera, que se conformaba solo que la dejara chupármelo, que se estaba masturbando mientras me hablaba, que se estaba metiendo dos de sus dedos imaginando mi pico”, me pedía que al día siguiente fuera a su casa porque deseaba hacerme sexo oral… , estuvimos así mucho rato, ambos nos masturbábamos mientras hablábamos y jadeabamos, ambos acabamos en un rico orgasmo y antes de cortar el llamado le dije que tampoco aguantaba más y que al día siguiente iría a su casa, cosa que fue así.

Al día siguiente, estaba en el trabajo, muy desconcetrado, nervioso y muy caliente, me había comprometido ir a su casa a recibir una chupada de ella, estaba tan ansioso que antes que se terminara la jornada inventé una excusa y me fui a su casa.

Cuando llegue ambos estábamos nerviosos y no sabíamos cómo empezar, me sirvió una cerveza y de pronto me lancé de ella a besar sus ricos labios y manosearla entera, me faltaban manos para tocarla, le toque sus tetitas, sus nalgas, metí mis manos por debajo de su mini falta para tocarle su conchita por sobre el calzón y manosear todo su rico culito, cuando corrí su ropa interior para tocar su conchita caliente y húmeda, me invitó a subir a su dormitorio. Cuando llegamos hizo que me sacara el pantalón y el zunga, miró mi pene y dijo que era muy rico y con cara de caliente lo tomó con su mano, se puso de rodillas y comenzó a darme una chupada exquisita, mientras me pajeaba con una mano se metía mi berga hasta la garganta, usaba su lengua y sus labios de una manera riquísima, estuvo así mucho rato y ella misma con la otra mano se estaba tocando la conchita por debajo del calzón. Yo ya estaba al borde de acabar, así que le dije que parara porque yo igual quería lamer su coñito, así que la acosté en su cama, le hice el calzón para un lado y tenía a mi disposición esa conchita depilada y rosadita, me lancé con mis labios y lengua sobre ella por un buen rato, ella gemía y se retorcía de placer y yo aprovechada de meterle mis dedos primero suave y después muy rápido, cuando ella estaba a punto de tener un orgasmo, paré…, me puse un condón, puse sus pies en mis hombros y se lo metí todito por un largo rato de mete y saca, ella decía “ummmm tienes un pico muy rico, me encanta tu berga, métemela hasta el fondo, esooo hazme tu perra, tu puta”, sus palabras me calentaban mucho, luego la puse en cuatro y seguí dándole, su culito se veía riquísimo, yo me mojé un dedo y le masajeaba la entrada de su ano, ella se movía desenfrenadamente hasta que acabo en un orgasmo que al parecer disfrutó mucho, luego me preguntó “¿dónde quieres acabar?”, “puedes hacer lo que quieras”, yo moría de ganas de meterlo en su culito, pero no me atreví a pedirlo así que le dije, quiero llegar en tu boca, ella en un dos por tres se puso de rodillas, me sacó el condón y me chupó por unos 30 segundos más hasta que comencé a botar muchos chorros de semen, fue maravilloso… cuando expulse la última gotita, la miré, ella estaba aún con la berga en la boca y mirándome hacia arriba, pensé que escupiría la descarga de semen que llenaba su boca pero no, sacó mi berga y simplemente se tragó todito y dijo “umm muy rico….



espero le haya gustado

 

Gracias por sus comentarios, me alegra que le gustó el relato