Hace unos años atrás presencié un accidente horroroso donde una pequeña bebita murió. Es horrible relatar con precisión cómo sucedió pero la imagen de aquel día no la puedo olvidar. Una pequeña niña de 10 años aproximadamente estaba parada en la esquina de mi casa, llevaba un coche y en él a una pequeña bebita de 1 año aproximadamante. Yo las miraba como tan chiquititas y solitas, cuando de pronto un camión que pasó demasiado cerca de ellas agarra el coche de la pequeña bebé con ella dentro... Fue horrible, eso jamás lo pude superar. Un tiempo después vino un amigo a pasar sus vacaciones de verano con nosotros, yo no le mencioné la triste historia, no sé si por olvido o por no querer aún... no recuerdo por qué no lo hice, pero lo que ocurrió me dejó aún más helada. Eran como las 5 de la tarde y mi amigo se encontraba mirando por la ventana de mi casa cuando de pronto un grito ensordecedor nos alertó a mí y a toda mi familia. Juan, mi amigo, gritaba: - ¡¡¡La bebé está muerta!!! Nosotros no entendíamos qué quería decir con eso y él nos relató que mientras miraba por la ventana observó un coche viejo y oxidado que estaba detenido en la esquina de la casa, de pronto se percata que dentro hau una bebita. Él se imaginó que tal vez su madre la abandonó o que su irresponsable madre la había estacionado allí, pero su horror fue cuando vió a la bebé desaparecer. No lo podías calmar con nada, sólo gritaba y gritaba. Nunca pudimos contarle la historia, porque al otro día él se fue, no pudo quedarse, estaba muy mal. Yo sin querer y asimilando las cosas descubrí que el día que murió la bebé fue el mismo que mi amigo vivió la experiencia y para rematarla aún más, la hora era similar, no pude calcularla con exactitud porque ese día yo perdí la noción, pero por lo que me contaron sí corresponde, y por lo poco que recuerdo comparto la opinión. Eso no acabó allí, porque cada 6 de junio pasa exactamente lo mismo. Este año me pasó a mí y yo ya no puedo más con lo que está pasando, sólo les puedo asegurar que cuando alguien muere en malas circunstancias no descansa jamás, ni siquiera un pequeño bebé.