Hashashins, Hassassins, hashishitas o nizaríes, eran los diferentes nombres con los que se conocía a esta secta que, según se cuenta, fue el origen del actual término asesino en la mayoría de los idiomas de occidente. Se trataba de una secta islámica seguidora de una corriente chiíta llamada ismaelita, que tuvo su máximo poder en la dinastía Fatimí de Egipto. En realidad esta secta se escindió de la ortodoxia ismaelita. Surgió a finales del siglo XI en el norte de la antigua Persia, extendiéndose desde allí hasta las costas del Mediterráneo oriental. El término Hashashin parece significar bebedor de hachís, aunque no está claro. La leyenda les consideraba guerreros suicidas, fedayines dispuestos a morir por el Islam que actuaban tras una formación en la que se incluían rituales en los que el hachís estaba presente, por eso los nizaríes fueron conocidos así. La decadencia de la secta llegó tras la invasión de los mongoles que destruyó sus principales puntos de actividad. El Viejo de la Montaña: Hasan-i Sabbah (Hasan Ibn Sabbab, Hassan Ibn Saba, Hassan Bin Sabbah) nació a mediados del siglo XI. Decidió estudiar el Corán y dedicarse a la vida religiosa. Influenciado por otros estudiosos que convivieron con él, decidió asumir los postulados ismaelitas que llegaban del Califato Fatimí. Así que decidió propagar esa corriente ideológica, haciéndose misionero y captando todo tipo de fieles. Además declaró la guerra a los otomanos selyúcidas, sunitas. Para esta misión decidió crear la secta de los nizaries. Empezó entonces a trabajar con la manipulación mental. Creía que las personas eran fácilmente influenciables si se seguían los pasos adecuados. De él se hizo un mito. Se le atribuyeron milagros y prodigios, así como el dominio de artes esotéricas. Como líder de la secta de los nizaríes, fue conocido bajo el título de Viejo de la Montaña, título que también se le otorgó a todos sus sucesores como líderes de la secta. Forma de operar: Los Hashashin no formaban un ejército regular, actuaban en grupos de seis hombres llamados feyadines (Jidawis, Fidais o Fidawis). Hasan enviaba a estos grupos para ejecutar sus acciones, normalmente de asesinato o amenaza. Su total desprecio por su vida les convertía en armas letales. Además, no sólo esta característica suicida les hacía casi imparables, También eran buenos guerreros. Todos los Hashashin se formaban tanto en el arte del combate como en estudio de la religión fatimí, siendo unos guerreros religiosos. Algunos les consideraban los templarios del Islam ya que, como estos, también formaban una orden con diversos grados de iniciación..... Decadencia: Tras la muerte de Hasan-i Sabbah su cargo fue ocupado por diversos Viejos de la Montaña. Siguieron practicando sus creencias y sus asesinatos. La caída del Clifato Ftimí de Egipto, principal sustento político de la secta, fue un detonante muy importante para la decadencia nizarí. El último Jeque de Alamut fue Rukn al-Din Khurshah, bajo cuyo mandato la secta y sus fortificaciones fueron destruidas por los mongoles. Pero la ideología nazarí se mantuvo en el tiempo. En la actualidad no tienen prácticamente ninguna influencia y son un grupo muy reducido.