Maquinaria pesada pudo más que la famosa Casona Boggioni de Chillan y sus fantasmas

Ayer cayó sin apelación y sometida por la fuerza bruta de la maquinaria pesada, la famosa “casa embrujada” de Chillán. Días anteriores ya se le había cercado con paneles de madera aglomerada y todo indicaba que su fin estaba próximo. En el barrio, que la tuvo de vecina por más de medio siglo (fue construida por la familia Boggioni poco después del terremoto de 24 de febrero de 1939), se comentaba con pena su triste fin.


La maquinaria pesada se fue con todo contra la que un día partió como un inmueble señorial y con una facha que indicaba que ni tres terremotos la tirarían al suelo. De hecho el sismo del 27 de febrero de 2010 no le hizo ni cosquillas. De ella se cuentan historias diversas y terribles; todas con el denominador común de la tragedia. El diseño de la casa fue creación de la única hija mujer de la familia, Olivia.



El arquitecto llevó al papel y luego a la realidad la idea de casa de Olivia. Uno de sus hermanos fue el diseñador de las dos enormes y hermosas chimeneas que se mantuvieron incólumes hasta el final. Cuando pasó lo que pasó (y sólo Dios dirá), y los hermanos abandonaron la casa para ocupar un inmueble en las cercanías, la casa quedó sola. Un piano de cola fue por décadas mudo testigo de lo que la voz popular ha recogido como un drama de familia.



Poco a poco el piano se fue desvencijando, como en el tango “Mano a mano” y parte de él permaneció fiel a la casa hasta ayer. Grandes columnas sujetaron la envergadura del salón por más de medio siglo.

La casa abandonada, con los oscuros ojos de sus ventanales, se fue poblando de fantasmas con el tiempo. Empezó a cobrar fama de “embrujada” y los niños y los no tan niños del barrio, jugaron por muchos años a temerle. A desafiarla y a torearla. Que se iluminaba de noche (sin contar con suministro eléctrico), aseguran muchos, entre ellos Claudio Montecinos, vecino inmediato.

Para Max Beltrán, recopilador de nuestra memoria colectiva, no tiene claro si es un patrimonio, pero si, de todas maneras un icono. “La famosa casa de Pedro Aguirre Cerda, aquella que nos unió a muchos chillanejos con esas historias repletas de fantasmas y horrores; cuánto de mito, verdades y fantasmas atesoraran esas murallas que ahora yacen en el suelo. Quizás el final o las muertes que atesoramos en el diario vivir logren dilucidar aquellos misterios. En ese afán, quizás iniciático y oscuro al principio, me sumergí al derrotero de exigir a sus murallas que me contaran sus historias, ya no me conformaba con pasar a diario, y observar sus cadenas en las puertas, y sus camelias tricolor que florecian... fui al encuentro de sus voces, de los sonidos del piano, de la humedad y las goteras, de los escondites de verano y más de algún llanto que venía de la escalera. No sé si es un patrimonio, o es simplemente una casa fantasma que quedó entrampada en el vertiginoso crecimiento de Chillán. Quizás sea sólo eso...Un sueño en un dia azaroso, o un espacio detenido en un Chillán que quiso ser y sólo tuvo el intento”...

Embrujada o no embrujada, pasó a la calidad de mito urbano y así permaneció por más de medio siglo hasta ayer. Los niños del mañana sólo la conocerán de oídas. Ya está inscrita en la memoria colectiva de Chillán, con su misterioso jardín poblado de camelias, cactus, abutilones, y un bello y generoso plumbago. Un jardín que jamás dejó de florecer, como en una suerte de sortilegio.

Un misterio más de esta casa embrujada. Lo cierto es que ni todos sus fantasmas pudieron salvarla del triste final.
Imagenes de la Casona Boggioni

Video del lugar:


Supuesto video con aparicion fantasmal en una ventana de la vivienda(00:09/00:13 para ser exactos)


Fuente:

 

justamente cumpa, cuando pase por chillan en el mes pasado
era un punto turistico como me conto un caballero de un negocio
una lastima que se halla ido abajo
gracias por pasar viejito