Los niños de ojos negros más conocidos como BEKS (Black Eyed Children) son unos supuestos niños que aparecen por la noche e intentan controlar la mente de las personas, infundiendo un intenso terror. Este fenómeno surgió en internet siendo una leyenda urbana por una parte pero por otra algo real que ha registrado la prensa local de diferentes lugares. Podemos estar ante un fenómeno paranormal o incluso de un tipo de posesión de entidades que se esconden en lo más profundo de la noche. Son varios los relatos que se acumulan en Internet desde la década de 1990 sobre la aparición de jóvenes de entre nueve y 17 años con los ojos negros, algunas veces llamados Bek. El más elocuente de ellos corresponde a lo vivido por el periodista estadounidense Brian Bethel el 16 de enero de 1998. Los diversos reportes de encuentros con estos seres alrededor del mundo coinciden en una sola cosa: que los niños son rodeados por un aura casi sobrenatural y siempre peligrosa. A veces los reportes hablan de un encuentro con uno o dos, siempre descritos como niños confiados y elocuentes que intentan persuadir a la víctima para que los deje entrar a su hogar para usar el teléfono, para descansar o un sinfín de excusas más; incluso hay historias en las cuales 'piden' ser acompañados o que se les de un aventón a casa. La víctima entonces comienza a estar de acuerdo con sus peticiones, aún si aparecen algo perturbadoras; o al menos hasta que notan que los ojos de los niños son completamente negros. Y si es que el niño se da cuenta de que la víctima lo ha notado, comienzan a actuar de forma enojada e insistente; al grado que algunos testigos creen que los niños pueden estar usando alguna especie de control mental de bajo nivel para obligarlos a acceder, o que de alguna forma tienen habilidades hipnóticas. No existe una descripción o un concenso de qué puedan ser, o que explique el porqué el color de los ojos; y las múltiples teorías van desde fantasmas, demonios, vampiros e incluso alienígenas que buscan aparecer 'comunes' ante sus víctimas (similar a la descipción de Slender Man y su apariencia básica); pero todos los testigos están de acuerdo en que los niños de alguna forma buscan acceder a una casa o vehículo, y que son incapaces de entrar por su cuenta.