"Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial el colonialismo se convirtio en uno de los temas mas delicados de la politica internacional. Para las potencias aliadas occidentales resultaba particularmente complejo defender ideas de autogobierno y democracia -claves en sus criticas al Fascismo, primero, y al bolchevismo,despues- y evitar que sus colonias dejaran en evidencia la contradiccion instrumentalizando esas mismas nociones. La inconsistencia del discurso se hacia cada vez mas patente gracias a las criticas que los lucidos intelectuales coloniales difundian por diversos medios. Esta tension ya se habia instalado durante el desarrollo de la guerra, especificamente cuando el Presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, y el Primer Ministro Britanico, Winston Churchill, firmaron la Carta del Atlantico en agosto de 1941, en que ambos declaraban respetar el derecho que tenian todos los pueblos de escoger su forma de Gobierno bajo la cual desearan organizarse y afirmaban, acto seguido, el compromiso de asistir a aquellos que habian sido despojados por la fuerza de su libertad y soberania. Si bien el tenor del texto respondia a las exigencias impuestas por las alternativas del Conflicto, resultaba inevitable contener sus proyecciones hacia la problematica realidad Colonial. Posteriormente, la creacion de la Organizacion de las Naciones Unidas pondra nuevamente en discusion el asunto, con la aprobacion, en 1960, de la Declaracion sobre la Independencia de los Paises y los pueblos Coloniales, donde se insistia en la necesidad de poner fin de manera incondicional al Colonialismo y se creaba un comite especial para estos efectos. Doce años despues -cuando solo quedaban unos pocos enclaves de dominacion- se hara circular una nueva resolucion que advertia sobre las amenazas que esta practica imponia a la paz y a la seguridad internacional. A pesar de los distintos gestos y las encomiables declaraciones emitidas por algunos gobiernos y los distintos organismos internacionales, la practica politica real seguiria un rumbo distinto. Asi al menos lo dejo entrever el intervencionismo aplicado por las dos Superpotencias en el marco de los nuevos equilibrios impuestos por la Guerra Fria. No cabia duda de que el fin de los Imperios Coloniales era la señal definitiva de la irreversible contraccion de la vieja Europa y, por lo mismo, una oportunidad ideal para que los dos polos que ahora monopolizaban los terminos de la diplomacia internacional fortalecieran aun mas sus Posiciones. Inspirados por este diagnostico, Estados Unidos y la Union Sovietica, seguirian muy de cerca el desarrollo del proceso e intervendrian en el siguiendo los derroteros de sus estrategias globales. Como ya hemos visto, el protagonismo de ambas potencias se hizo particularmente gravitante en el momento en que los nuevos gobiernos pusieron en marcha sus procesos de organizacion, como en los casos de la Indochina Francesa (Vietnam) o la Peninsula de Korea" Libro: Historia y Cs Sociales, 4to medio año 2010
Las repercusiones de la Segunda Guerra y el hambre de poder aún viviente entre los países poderosos dividieron al mundo. Gracias por el tema.