Experiencia cercana: Auto-placer

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por Aventurero26, 17 Nov 2014.

  1. Aventurero26

    Aventurero26 Usuario Nuevo nvl. 1
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    Hace rato que no pasaba por aquí. He leído un par de historias bastante buenas en el último tiempo, así que ojalá ésta sea atractiva para más de alguien.

    Advertencia: Esta historia es MUY diferente, osada y hasta un poco dolorosa. Espero que alguien encuentre placer en esto como yo lo he hecho.

    En mi vida he pasado por muchas experiencias, algunas de las que me arrepiento y otras no tanto. Reconozco que con muchas mujeres me he portado bastante mal, y con otras he hasta querido iniciar una relación seria. Tengo que decir la verdad: me encanta el placer, y quizás más me gusta buscar diferentes formas de placer. He aquí lo que he estado haciendo las últimas semanas.

    En mi trabajo por lo general hay mucho machismo, y se ve y escucha bastante el "chupa la corneta" y todos los similares. Pese a que no soy gay, si me ha llamado algo la atención desde hace un tiempo el pene desde el punto de vista de la mujer: que siente cuando se lo mete en la boca, cual es el sabor del semen, que se siente ser penetrada, etcétera. Después de un tiempo descubrí que pensar en esas cosas me hacía sentir algo más excitado de lo que está permitido socialmente, lo cual también aumenta la excitación.

    Llegué a un punto en el que me dije "tengo que probar para ver si me gusta o no", y decidí llevar a cabo un plan para saber hasta que punto puedo llegar para provocarme auto-placer.

    Empecé a buscar diferentes fuentes en Internet y llegué a una página en la cual se discute el auto-fellatio (o la auto-succión), una técnica que tras varios ejercicios te permite probar tu propio pene, al punto en que muchos incluso han llegado a poder eyacular dentro de sus propias bocas. Otra también mostraba técnicas para hombres para insertar objetos largos como consoladores anales y dildos en el ano, nuevamente todo en el plano experimental, sin necesidad de tener deseo por el sexo opuesto sino más por un deseo con uno mismo. Decidí que intentaría probar, solo para experimentar que se siente.

    Aprovechando que no tengo pareja y puedo invertir el tiempo a eso, durante las semanas de descanso de agosto y septiembre me dediqué a ir al gimnasio no a hacer músculo como muchos lo hacen, sino a ponerme en forma y practicar ejercicios que mejoren la elasticidad y la resistencia física. Durante mis tiempos de descanso (algunos más largos que otros, menos mal), aproveché para entrenar mi ano para la entrada de un objeto delgado. Fue difícil. No era llegar y hacer. Los primeros dos días de entrenamiento anal eran frustrantes pues sentía que no podía entrar más en mí, pero luego de un tiempo comprendí que iba a llevar más de lo que esperaba. Cuando ya tenía suficiente, empezaba a elongar mi espalda para tratar de alcanzar mi pene con mi boca, pero solo llegaba a unos 20 centímetros en las primeras dos semanas.

    Lo que sí logré fue acabar en mi propia cara y probar mi propio semen. Gracias a mi dieta, el sabor era bastante placentero aunque algo salado. Obviamente esto me hizo sentir como una aberración sexual, pero el placer que sentí de repente al disparar a mí mismo hacía valer la pena.

    El entrenamiento fue muy arduo. Mis turnos no me dejaban practicar tranquilo y los viajes me dejaban bastante agotado como para poder practicar. Por dos meses y medio estuve yendo a mis rutinas de ejercicio, y elasticando mi ano para poder recibir cosas algo más grandes. Después de los dos meses y medio, logré ver que un dildo normal podía entrar fácilmente en mi aunque usando bastante lubricante, y aproveché la ocasión para penetrarme.

    Muchos hombres tienen miedo de ir al exámen de próstata por el prejuicio que el doctor le mete a uno el dedo, y también por el dolor que creen que sentirán. Sin embargo, puedo desmitificar que tener algo como un pene dentro de uno es tan placentero como poner el pene dentro de una mujer, e incluso más.

    Desde ese día comencé la segunda parte de todo el entrenamiento en búsqueda del auto-placer, y era poder llegar a meterme el glande dentro de la boca. Los ejercicios eran cada vez más dolorosos, pero el tiempo me permitió superarlo y hacer de ello una rutina. Junto con mejorar mi estado físico y eliminar buena parte de mi estrés, después de 3 meses desde el inicio llegué al momento en que pude doblarme lo suficiente para succionarme y eyacular en mi propia boca. Fue una experiencia exquisita. Al principio mi pene se salió y algo cayó en mi cara, pero pude tomarlo de nuevo y terminar todo en mi lengua. El sabor era algo diferente a la primera vez por la cantidad, pero el orgasmo que me provocó el momento que esperé por varias semanas fue completamente inigualable.

    En el regreso de este turno he vuelto a hacerlo dos veces, y ahora quiero intentar con un dildo de goma dentro de mí. Si la experiencia sale buena les voy a contar, pero si alguien más allá afuera tiene una curiosidad sexual extrema, especialmente con su propio cuerpo, pues es un trabajo arduo pero vale la pena al final. Total, es tu propio cuerpo y no el de alguien más.
     
  2. RoshieL

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    Eso es completamente Gay perro...
    pero es tu cuerpo...
     
  3. trufy

    trufy Usuario Habitual nvl.3 ★
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  4. platano2006

    platano2006 Usuario Nuevo nvl. 1
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    maraco t gusta la tula
     
  5. Magic_DaFrE

    Magic_DaFrE Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Bien extraña tu forma de auto complacerse pero como dice el gran dicho "En gustos no hay nada escrito"