Mami, te habla un señor chiquito Este hecho ocurrió hace como 25 años en Osorno. Resulta que una tarde de verano común y corriente se encontraba mi prima Alma (que entonces tendría unos 6 ó 7 años aproximadamente) jugando en el patio de la casa cuando de pronto escucha un ruido en el techo de la casa y al voltear hacia arriba se dio cuenta de que una figurita, como de persona, estaba ahí. Le hacía la seña de que fuera hacia él. Mi prima en su inocencia infantil fue hacia allá y empezó a jugar con esa personita y así sucesivamente durante unos 3 días, hasta que al fin le pidió que llamara a su mamá. Alma, corriendo, atendió la petición de su nuevo amiguito, fue adonde su mamá y le dijo que un señorcito chiquito quería hablar con ella. Mi tía por supuesto que no le creyó, la regañó y le dijo que estaba loca y que ya no viera tanta televisión. Y no le dio importancia al asunto. Pasaron los días y ella seguía jugando con esa criaturita y cuando le preguntaban dónde estaba ella respondía "jugando con el señor chiquito". Un buen día mi tío subió a la terraza a leer un poco como era su costumbre por las tardes. Entonces ya entrado un poco a la lectura tuvo la impresión de haber visto una sombra pasar rápidamente. Al principio no le dio importancia, pero como que se dio cuenta que la sombra era muy chiquita para ser una persona..., era aún muy chiquito para ser un bebé y al querer rectificar lo que había visto volvió la vista hacia donde vio la sombra y OH SORPRESA, era un hombrecito. No pudo precisar qué clase de criatura era, sus ojos eran extremadamente obscuros y muy brillantes, tan enigmáticos que no se pudo ni mover. Estaba tan asustado que lo único que vino a su mente fue ponerse a rezar y al terminar esto abrió los ojos y ya no estaba el hombrecito. En un principio dudó en contar esto a su familia, pero al fin se decidió y entonces Alma dice: - Ya ves mami, no estoy loca, te dije que un señor chiquito te hablaba. Desde entonces mi tio recuerda ese suceso y todavía se le pone la piel de gallina...