El pito dejó en la cancha a jugador con doble amarilla y se comió un penal del porte de una casa. Enrique Osses tuvo una noche del terror al dirigir el 2-2 entre Nacional y Barcelona por la Libertadores, donde perjudicó abiertamente a los ecuatorianos. Le mostró doble amarilla al yorugua Alejandro Lembo, pero después de cinco minutos se dio cuenta del condoro y ahí recién lo mandó a las duchas. Cuando los ánimos estaban más caldeados que ropa interior en el Transantiago durante los descuentos, el hombre de negro se comió un penal a favor del Barza de Guayaquil, específicamente al ex UC, Damián Díaz. Minutos después llegó el empate de Nacional. La pica fue tan grande, que el "Kitu" salió de la cancha haciendo un gesto de que el árbitro nacional estaba comprado. www.lacuarta.com
Que Osses siga arbitrando a nivel nacional habla de la calidad de árbitros que tenemos en Chile... Una vergüenza señores que ese inepto sea el mejor catalogado.