La Escuela de Chicago, El Petroleo y Rockefeller: Entendiendo la actualidad económica

Tema en 'Debates' iniciado por bluescifer, 4 Dic 2013.

  1. bluescifer

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    ¿Qué intereses hay detrás del Capitalismo?, ¿Porqué existiendo otras teorías económicas que promueven el Cooperativismo se siguen utilizando las teorías del Individualismo?

    Estas preguntas nos hacen en primer lugar identificar de donde surge la Escuela de Chicago y quién o quiénes son los principales beneficiarios de los constructos teóricos que de aquí emanan.

    Para empezar hay que identificar que la Escuela de Chicago fue fundada por John D. Rockefeller I, magnate petrolero y creador del mayor monopolio petrolero del mundo, la Standard Oil y por tanto esta casa de estudio ha sido siempre un baluarte de la industria petrolera. Es decir que el contexto de esta casa de estudio tiene cero independencia.

    Pero una sola casa de estudios no es capaz de frenar los descubrimientos o teorizaciones de otras, siempre y cuando no se tenga cierto control de las posibles competencias. En este caso la industria petrolera indirectamente (o directamente en otros casos) de las universidades de Harvard, New York, Columbia y Stanford (entre otras)

    Otra duda que surge al ir revisando las ideas de la Escuela de Chicago con respecto a los mercados y sus bienes den a estos un trato uniforme sin distinción entre ellos, considerando que hay bienes limitados y otros ilimitados, renovables y no renovables. Para las teorías económicas el petróleo, por ejemplo, es un mercado más, siendo que es un bien no renovable y actualmente irremplazable, que de agotarse, afecta inmediatamente todos los otros mercados.

    Es llamativo el hecho de que el propio producto, de características particulares, cuya explotación permitió la fundación de la propia universidad, y el control de otras tantas, es un bien que no fue tratado en la teoría de una manera especial al ser un recurso no renovable, por Friedman y Lucas, quienes tampoco tienen en cuenta que precisamente el petróleo es el bien cuyo mercado ostenta el mayor nivel de cartelización del mundo.


    Paradójicamente, entonces, quienes intentaron ejercer un verdadero oligopolio en el estratégico mercado de la energía fomentaron la creación y difusión de teorías económicas basadas en la libre competencia, la ausencia de regulaciones estatales, el paraíso del consumidor y la competencia constante entre sí de una enorme gama de productores que sólo tienen en teoría una ganancia exigua que realizar.


    Revisemos algo de la historia de Rockfeller. Este monopolista de la industria petrolera llegó a concetrar en su mejor momento el 95% de este recurso, tanto por exploración, explotación, distribución y venta y defendió toda su vida que en la integración vertical del petróleo (una sola firma controlando todas las etapas de producción). Unió fuerza con JP Morgan para la distribución de este recurso arruinando a todos sus competidores directos, utilizando métodos compulsivos y semicompulsivos.


    Su accionar empresarial se destaca por ser carente de preceptos morales y de códigos éticos, los cuales han sido ablandados por los historiadores y biógrafos, pero que en su momento lo llevó a ser odiado por la sociedad y pasar a los denominados Barones Ladrones (The Robber Barons) y las barbaries cometidas contra sus trabajadores han quedado sepultadas (como la masacre de Ludlow en 1913).

    Aun cuando en 1911, después de 21 años desde su creación, la Ley Sherman obligó a desarticular la Standar Oil, las empresas siguieron siendo controladas por El Titán ya que en su poder y familia quedaron parte de las acciones, lo que le permitía influir controlar las políticas financieras y económicas de estas e incluso nombrar a los directores. Es decir, un monopolio desde las sombras.


    Hay que recordar que esto fue apoyado por la banca, donde la mano de Rockefeller, su familia y los otros Barones estaban coludidos, la misma que el siglo pasado fomentó los fondos de pensión donde se invierte dinero (de los demás) en acciones que son controladas por la banca producen finalmente que esto sea un círculo virtuoso para algunos pocos. Es decir, se logra así controlar cualquier mercado y sobre todo el interesante mercado energético.


    Hoy en día por ejemplo, el clan Rockefeller controla, entre otras, las empresas Exxon Mobil, Chevron Gulf Texaco y Amoco British Petroleum. También le corresponde, por ejemplo, y entre muchos otros intereses petrolíferos en el resto del mundo, una proporción muy importante en el petróleo que Repsol posee en la Argentina dado que Aznar vendió en 1997 acciones de Repsol en la Bolsa de Madrid y fueron compradas nada menos que por el Chase Manhattan Bank.(1) Este banco, también controlado por la familia Rockefeller, adquirió recientemente al JP Morgan, al Chemical Bank y al Manufacturers Hannover. Desde hace tiempo, la misma familia también controla al Citibank e influye decisivamente en el Bank of America.


    Es necesario volver a remarcar que el capitalismo en su versión norteamericana produjo un enorme auge de cotizaciones en la Bolsa de todo tipo de empresas. Con una muy pequeña proporción del capital accionario de ellas y de los fondos de inversión o pensión que luego invierten una enorme parte de lo que recaudan en las mismas acciones cotizantes, una pequeña élite influye decisivamente en las políticas de las megaempresas de esos sectores. Ello ocurre más visiblemente en los negocios de banca y finanzas, petróleo y energía, laboratorios y salud, educación y universidades.


    Hay que considerar que todo el desarrollo petrolífero, ferroviario y bancario en EEUU se da gracias a tres familias: Morgan (banca y ferrocarriles), Harriman (ferrocarriles y altas finanzas) y Rockefeller (petróleo y banca), controlando estos tres aspectos en el siglo XIX, se controlaba todo el poder.


    No se puede negar que existen otras empresas relacionadas con el petróleo, como ENI o Total Fina Elf, pero se trata más que nada de compañías estatales de países sin petróleo. En el caso de los países árabes, el petróleo ha quedado en manos del monopolio árabe-norteamericano (Arameo) donde el clan Rockefeller comparte el control.


    Las empresas estatales actualmente se orientan a las fases primarias de la producción, es decir exploración, extracción y en ocasiones la refinación. Mientras, las empresas angloamericanas se quedan con cada vez una mayor parte de las etapas finales de la producción: Distribución y Venta.


    Así en caso de extinción del petróleo norteamericano, estos dependerían de la buena voluntad de las empresas estatales, verdadero dueños de los yacimientos.


    Si nos ponemos en el momento histórico en que los expertos indican que se tocará el techo de producción de petróleo el 2014, entonces lo que nos espera es aumentos en el valor del barril cada vez más reiterados y por ende aumento en el costo de la vida.


    La energía es, entonces, el principal limitante a la globalización que, por otra parte, el propio establishment norteamericano propugna como remedio para todos los males sociales y económicos del planeta.


    Los problemas van a ser muy serios: China, que viene creciendo notablemente, incorporando mensualmente millones y millones de trabajadores a su oferta laboral merced a las exportaciones que viene realizando a Occidente, muy probablemente encontrará que no le resultará posible mejorar la calidad de vida de sus habitantes. La masa de ahorro acumulado en el Banco Central chino, que supera los US$ 350 mil millones, y que sigue creciendo, no podrá destinarse a mejorar la calidad de vida de los habitantes de esa nación porque la restricción energética que se nos viene en forma acelerada comenzará a operar como un serio limitante a la tasa de crecimiento global en poco tiempo más.


    Se calcula que, si el gobierno chino decidiera brindara sus habitantes un nivel de vida similar al del americano promedio, el consumo de petróleo mundial aumentaría 50% de un año a otro, con lo que la crisis sería... ayer.


    En cuanto a Europa, lejos de pensar en la posibilidad de reducir tasas de desempleo, en algunos casos superiores a 10%, debería conformarse, en el mejor de los casos, con mantener estos niveles y crecer lo que se pueda, sí es que se puede. Esto fue escrito por Graziano el 2003.
     
    #1 bluescifer, 4 Dic 2013
    Última edición: 4 Dic 2013