Totalmente chacotera, desatada y entregada a marcar territorio, Marlen Olivari con su escote atómico reapareció anoche en Morandé con Compañía. En serio, cabros, y cómo sería lo entusiasmada que andaba mi tía, que hasta quiso comerse con zapatos al pluma, pluma Tony Esbelt... Todo sea por un sketch, que también incluyó medición de sus pechugas. Bastó que el personaje interpretado por Mauricio Flores la empezara a agarrar para el leseo, para que Olivari se le tirara al dulce con la idea fija de seducirlo. Marlen lo tomó con fuerza y empezó a besuquearlo por todo el caracho. Luego, para sorpresa del mismo Tony, que todo el rato puso así los ojos de huevo frito, la ex del "Peluche" Dueñas sin decir agua va le plantó una chorrera de calugazos en plena boca al socio. El Kike tampoco se salvó. Marlen no dudó en bailarle y ponerle las lolas encima, cosa que lo dejó con la boca abierta. REINA La bienvenida al programa fue cual hija pródiga. La showoman fue recibida por Morandé con los brazos abiertos de par en par y hasta con el apelativo de "reina". Es más, el Kike con emoción verseó que pucha que había echado de menos a la cabra, "una enormidad", posom. Le siguió un sentido "Marlencita qué rico tenerte por acá, te juro, un placer" y más tarde la aclaración de que la morena siempre tuvo las puertas abiertas para regresar al programa Marlen, en tanto, desde que entró al set se deshizo en agradecimientos, incluido un Mea Culpa, medio en serio, medio en talla."La nueva Marlen viene mucho más sencilla, llegó sin aires de diva", empezó a palabrear, como entrando en confianza. De ahí y en un tono más seriote soltó: "Soy ser humano, cometo errores, tengo alegrías. Errores he cometido más que la cresta. Estoy muy contenta y agradecida".