Ex animadora de televisión enfrenta querella por intervenir correo de su ex esposo.

Los últimos meses no han sido los más fáciles para Savka Pollak. La ex animadora de televisión se separó en noviembre de su segundo marido, el empresario Fernando Moreno Denegri, y actualmente enfrenta una querella por delito informático y usurpación de identidad.

La situación se originó en unos correos electrónicos que recibió la actual pareja de Moreno hace casi dos semanas y que supuestamente estaban escritos por él.

"Nunca te voy a engañar, contigo seré honesto siempre, no como con ella", dice uno de los mensajes. Y agrega "soy un profesional para mentir".

Al enterarse de la existencia de estos mensajes que, asegura, jamás escribió, el gerente general de la empresa de plásticos Politec, decidió asesorarse legalmente. Culpando a la ex Miss Chile, con la cual estuvo casado por casi 10 años, Moreno presentó una querella en su contra.

La investigación está a cargo de la Fiscalía Metropolitana Oriente, que nombró al fiscal Ricardo Gertosio para tramitar la causa.

Según se asegura en la querella, Savka Pollak habría obtenido la clave del correo de su ex marido con la ayuda de un técnico informático, un día antes de que el primer mensaje fuera enviado.

El empresario cuenta en el escrito que se enteró de la situación luego de que una asesora del hogar de su ex esposa le revelara lo ocurrido.

Consultado por la querella, Moreno aseguró a La Tercera que "es un tema delicado" y declinó hacer mayores comentarios.

La ex conductora de Video Loco de Canal 13 aseguró, entretanto, no estar enterada de la querella. Cercanos a ella dijeron que la situación era "insólita" y que todo el proceso de divorcio ha sido "bastante doloroso".

La pareja se casó en República Dominicana en 2000, pues Pollak no había obtenido la nulidad de su primer matrimonio.

Tradición de espionaje

El empresario Fernando Moreno Denegri encabeza una firma familiar dedicada a la producción de plásticos.

En septiembre de 1998 fue detenido y acusado de espionaje industrial. Estuvo encarcelado unas semanas en el anexo cárcel Capuchinos.

En esa ocasión, se le acusó de haber contratado los servicios del dueño de La Casa del Espía, Dante Yutronic, para interceptar llamadas telefónicas y saber cuáles eran los planes de otras dos empresas de plástico. La investigación por este caso sigue abierta y sin condena.




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