Javiera... una fantasía... un sueño...

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por GORGORO, 10 Jun 2014.

  1. GORGORO

    GORGORO Usuario Nuevo nvl. 1
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    En el tren de regreso a casa me encontraba sentado leyendo una revista sobre las últimas novedades del mundo de la informática, en realidad hojeaba la revista sin ponerle mucha atención, en aquel momento un calor ahogaba la ciudad convirtiéndola en un horno que nos asaba a fuego lento.

    Mire hacia mi alrededor y sólo pude ver gente cansada, sin ganas de cruzar algunas palabras. Trate de mirar hacia en frente pero un cuerpo desproporcionado y sudado me impedía ver más allá. Trate de mirar hacia fuera, pero no encontré nada que me hiciese cambiar un poco de aire, tendría que aguantarme todo aquel bullicio.

    En la siguiente estación bajó la gente que se encontraba de pie frente a mí, y al fin pude ver lo que tenía delante de mí. Bajo la suave luz del tren me encontré con una silueta, y par de piernas que me hicieron despertar de aquel somnoliento viaje de regreso a casa.

    Eras una mujer preciosa, joven, muy atractiva, y demasiado sensual. Tenías la mirada fija hacia tu derecha, en un punto fijo, creo que ibas mas abstraída que yo.
    Vestías completo de negro, una falda cortísima de cuales nacían unas piernas firmes, sensuales, largas.

    Un corsé negro y sobre el una chaqueta del mismo color.

    No pude dejar de quitarte la vista de encima, tenías un rostro precioso, unos labios rojos carnosos, el pelo amarrado con una cola. Me frotaba los ojos para ver si aquello en realidad no era un espejismo. Me pase un sin fin de películas contigo. Como el de sentir tus sensuales labios junto a los míos, encerrados en el baño de aquel tren, sintiendo como tus piernas me aprisionaban y yo las aprisionaba con mis manos acariciando tus firmes muslos por debajo de tu falda.

    Tu mirada seguía fija hacia otro lugar, pero eso te hacía más interesante aún. Tu cuello húmedo por el calor, tus pechos brillaban bajo la tenue luz del tren. Quería saber tu nombre, que es lo que haces, dónde vives, hacia dónde vas. Trate de imaginar tu nombre, pensé en muchos, pero por tus labios, tus piernas, todo me hacia hacer que te llamase Javiera. Javiera, es como el nombre de una Princesa, una princesa del amor, una diosa en la cama.

    No me aguantaba las ganas de sentarme junto a ti y hacerte mía. Te imaginaba sentada sobre mis piernas, de frente hacia mí, mirando hacia el vidrio, mirando tu propio rostro disfrutando del placer. Mis manos en tus caderas, y mi boca entre tus pechos duros. Moviéndote y gimiendo agitadamente.

    Algo me sacó de aquella locura, de súbito, el tren frenó estrepitosamente. Toda la gente se miraba y se preguntaban sin encontrar respuestas sobre lo ocurrido. A ti parecía no interesarte mucho. Miraste hacia fuera y ahí de nuevo quedo tu rostro clavado en la ventana. Podía ver tus ojos en el reflejo, tus labios hermosos.

    Yo estaba excitadísimo, coloque mi bolso sobre mis piernas, para que nadie notara algo extraño en mí. Mire hacia los lados para ver si nadie se había dado cuenta.

    Cuando giro la cabeza para verte, me mirabas, con una sonrisa en tu rostro. No sabía que hacer, estaba colorado, te habías dado cuenta de aquello.

    Me haces un gesto de complicidad y te sonrío… avergonzado,


    El tren sigue sin moverse, y nosotros ya hemos hecho el amor tres veces, tan sólo con la mirada. Avisan que el tren reanudará su marcha en 5 minutos. Quieres venir hacia mí, me haces un gesto que no puedo rechazar. Miras hacia ambos lados, arreglas tu faldita, tomas tu cartera y sacas un espejo y un lápiz labial, y pintas tus hermosos labios rojos.

    Dejas el espejo y el lápiz en tu cartera, cierras tu cartera muy lento, mientras me miras. Al momento de ponerte de pie, se apaga la luz del tren y en seguida siento unas manos en mi cuerpo y una boca que busca mi cuello.

    Eres tu, te acercas a mi oído y me dices - me llamo Javiera – intento hablarte, pero me detienes poniéndome un dedo en mi boca. Tus labios se apoderan de pronto de mi boca, casi sin aire, sin respiración respondo a tus besos.

    Tus manos suaves acarician mi piel bajo mi camisa, tus uñas rozándome muy lento me hieren, pero me excitan. Tus dedos ágiles abren mi pantalón, desabrochándolo. Tu mano se mete bajo mi pantalón acariciándome muy despacio, entre mis piernas. TE ayudo, me bajo los pantalones y aquellos boxers negros que llevaba puesto. No sé como pero en unos segundos, estabas sobre mis piernas. Penetrándote con pasión, cada vez más fuerte. Te movía con intensidad, con deseos. Te movías hacia atrás, cambiando el ritmo de movimiento a su antojo. Me sentía como el esclavo de tus pasiones. Eras deliciosa, gemías sin miedos a que te escucharan y asi explotaste en placer.

    De pronto se hizo la luz y estaba yo solo. No estabas sobre mis piernas, ni nada que se le asemejase a ti. Estaba confundido, ¿había sido un sueño?, no lo sé.

    Miré hacia fuera y ahí te vi caminando fuera del tren, quizás hacia tu casa, no volteaste a verme. Quizás había imaginado todo esto y nunca nada pasó. No sé, sólo espero volver a verte.-

    Espero que les haya gustado
     
  2. Caramelode limon

    Caramelode limon Usuario Casual nvl. 2
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    es un relato XD

    pero esta bien me gusto fue muy cursi o mi mente lo leyo asi XD

    un 9 al relato