Antr.omusica

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por Heces, 1 Sep 2009.

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  1. Heces

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    Cada canción esconde una vida...

    Todo humano tiene su Soundtrack...

    Cada paso está guiado por un sonido particular...


    (Historias basadas en Antr.opomúsica, proyecto personal que nació en Octubre de 2006 y que en est momento se encuentra en etapa de debut del tercer volumen)

    ---

    Antr.opomúsica #1: Por ese hombre - Pimpinela feat Dyango

    Resulta que el lucho se iba a juntar con la maruja en “El Perro Arrepentido”, la quinta de recreo de moda en la pobla. Eran las siete de la tarde, comenzaban las cinco horas de Japi Agûer y el lucho se estaba tomando su caña de arregla’o.

    En eso entra el choro Maluenda, su compadre de tantas jornadas etílicas, el mismo que le prestaba plata cuando perdía en los caballos, el mismo que le prestaba el sillón cuando la maruja lo echaba de la casa, el mismo que le ayudaba a la maruja cuando se conseguía esos pitutos para el norte y la dejaba sola. El choro Maluenda. José Francisco Maluenda de la Plaza. Era de buena familia. Era. Lo perdió todo en un negocio, si incluso lo dejó su señora por lo mismo y se tuvo que ir a vivir a la pobla. Corta el pasto. Siempre decía que mientras tuviera sanas sus manos, nunca se iba a morir de hambre. Y ahí estaba, hediondo a pasto, como era de costumbre. El lucho no dudó en invitarle un arregla’o, pero el choro Maluenda no tomaba mucho y prefirió tomarse una maltita.

    Lucho: “Compadre José, no me va creer nah, gancho. La maruja me citó pa’ hoy, parece que quiere que yo vuelva pa’ la casa de nuevo. Me debe extrañar mi guachita carnúa”

    Choro Maluenda: “Así supe, amigo. Si usted le andaba contando a medio mundo de la cita de hoy. Debería ser más reservado con sus cosas, mire que la gente es malintencionada, y se pone a hablar cosas que no son”

    Lucho: “No pasa nah, compadrito. Si al fin y al cabo, la maruja es mi pierna, aunque me haya echado de la casa, es y será mi costilla”

    Choro Maluenda: “Pero usted le levantó la mano. Eso es muy feo, amigo. Usted es mi amigo, pero eso que hizo es de poco hombre”

    Ambos guardan silencio. El choro Maluenda se toca la cicatriz en su rostro. A veces le pica. La tiene de esa noche en que lo asaltaron a la salida del bingo a beneficio del negrito Ismael, el niñito que tiene leucemia. De ahí también viene su apodo. Porque a pesar de haber sido tajeado, él solo, mandó a los tres tipos al hospital a puros puñetazos. Claro, no tenían idea del pasado en la marina del choro. El lucho se seca la boca con la manga de la camisa y mira la hora. La maruja no llega…

    Lucho: “Puta la hueá, la maruja no llega”

    Choro Maluenda: “Entienda que ella está dolida con usted”

    Lucho: “Pero ella es mi patrona. Yo no soy nada sin ella. Yo me muero si ella me deja para siempre”

    Choro Maluenda: “Quizás es tarde para arrepentirse”

    Lucho: “Yo la re quiero, compadre mío”

    Choro Maluenda: “No sabe como lo entiendo. Yo la pasé muy mal cuando me dejó mi señora. Pero todo pasa, el dolor desaparece y un nuevo camino se asoma. Quizás es eso lo que desea hacer la comadre maruja”

    Lucho: “No lo sé”

    Nuevamente quedan en silencio. El lucho mira y mira la hora, se comienza a impacientar. El choro Maluenda solo lo mira. Cada uno de sus movimientos. Y así pasan minutos. El lucho sigue tomando y mirando la hora y el choro lo mira con atención. Cuando el lucho va a sacar el enésimo cigarro de la jornada, Maluenda lo interrumpe…

    Choro Maluenda: “La Comadre no va a venir”

    Lucho: “Pero si ella mismita me llamó pa’ que nos juntáramos acá”

    Choro Mluenda: “Amigo, créame. No va a venir”

    Lucho: “Y usted como lo sabe, gancho?”

    Choro Maluenda: “Ella me lo dijo. Es más, amigo, ella me pidió que yo viniera a conversar con usted”

    Lucho: “Le pasa algo a mi huacha?”

    Choro Maluenda: “Ella está bien. El punto es otro. Ella quiere ser feliz”

    Lucho: “Pero por eso mismo vine a juntarme con ella. Si incluso pensaba llevarla pa’l motel donde fuimos la primera vez”

    Choro Maluenda: “Usted no entiende. Ella quiere ser feliz. Pero no con usted”

    Lucho: “Cómo es eso? Acaso hay otro? Es eso, amigazo? Hay otro conchasumadre? Me lo voy a pitiármelo cuando sepa quien es”

    Choro Maluenda: “No creo que sea la solución. Usted debería surgir, salir del alcoholismo en el que está metido. Sanarse y hacer su vida por otro lado. Ella quiere ser feliz y si usted la ama, estimado amigo, debería dejarla. El hombre que ella ama, es bueno, quédese tranquilo, que nunca le hará daño a la maruja”

    Lucho: “Pero quién es? Lo conozco?”

    Choro Maluenda: “Sí… soy yo”
     
    #1 Heces, 1 Sep 2009
    Última edición: 1 Sep 2009
  2. farrokha

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    jajajajajajajajajajajjajajaja buenísimo!
    aunque ni idea de la canción....


    Lucho: “Cómo es eso? Acaso hay otro? Es eso, amigazo? Hay otro conchasumadre? Me lo voy a pitiármelo cuando sepa quien es”
     
  3. Heces

    Heces Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Antr.opomúsica #2: Cuando agosto era 21 - Fernando Ubiergo

    Era la hora de la cena. Toda la familia junta. Hace mucho tiempo que eso no se daba. Los niños estudiando y los padres trabajando. Todo era normal. Pero esa noche sería diferente. La noticia del año estaba por saberse.

    Horacio era un hombre de esfuerzo. Es cierto, nació con la vida asegurada, pero no se quedó en los laureles y ha seguido esforzándose para darles lo mejor a sus tres hijos. Juan Pablo, María Pía e Ignacia. Juan Pablo está terminando Ingeniería Comercial. El sucesor del Imperio Domínguez. María Pía está casada hace dos meses con Pedro, economista salido de la Universidad Católica, pero con un hijo de un año. Cosa que no fue del gusto de los padres, por decirlo de un modo suave. Y la Ignacia. Está en segundo medio de un prestigioso colegio de monjas del sector alto.

    Mención aparte para Ana María. La madre. Mujer de fuertes tradiciones. Conservadora. Muy religiosa. Moralismo exacerbado. Rozando el fanatismo. De vez en cuando le reprocha a su hija por la mancha dejada a su familia con ese inesperado embarazo. Ella lo llama el “nefasto accidente”. Es un tema que no se trata en familia, total, María Pía ya no vive con ellos.

    La noticia cayó como bomba a los Domínguez. Pilar, la sobrina de Horacio está embarazada. Ana María, horrorizada, pegó el grito en el cielo. Claro, para ella, las madres solteras son unas sueltas que no tienen perdón de Dios. “¿Acaso no pueden respetar lo sagrado de la virginidad hasta el matrimonio y entregarse al hombre con el cual se casan?”, replicaba Ana María. Todos dejaron de comer. Cada palabra de ella enturbiaba más el ambiente. Horacio trataba de bajarle el perfil al asunto explicando que Pilar ya era mayor de edad y estaba por casarse con su novio. “No olvides que lo mismo pasó con nuestra hija”, acotó el apacible hombre. Mala frase para ese momento. Ana María se tapa la cara con las dos manos y comienza a hacer el mismo show de siempre. “No me hables de ese nefasto accidente, por Dios”, decía ella mientras lloraba como una magdalena. Juan Pablo mira la hora de su reloj de pulsera, como esperando el momento para huir de la escena y la menor de los Domínguez solo baja su cabeza. Está pálida. De eso se da cuenta Horacio, que le pide a Ana María que deje el escándalo, que eso le está afectando a la niña, que ella no merece escuchar tantas atrocidades. Ignacia se para con dificultad de su asiento y se va a su dormitorio.

    Su prima estaba embarazada, pero ya era mayor de edad. No era un problema mayor. Algo normal para nuestros tiempos. Lo que no era normal, eran sus tres meses de embarazo. No iba a ser capaz de contarlo. Su madre, llena de prejuicios moralistas y reivindicaciones cristianas no iba a tolerarlo otra vez. De hecho, una vez lo dijo en una comida, que ella se mataba si pasaba eso en su familia nuevamente. ¿Cómo ser madre a los dieciséis años?
    .
    Tres meses de embarazo. Si no fuera por esos anchos polerones que usa, ya se habrían dado cuenta. Los constantes vómitos son relacionados con bulimia, “típica” enfermedad de las niñitas de ahora, según su madre. Con un buen psicólogo basta. Pero pronto no va a poder ocultar más la guata que está creciendo. ¿Qué se puede hacer?

    El único apoyo que tiene, es su amiga Claudia. El otro día le dio el número de una señora que vive en Recoleta. Dice que es confiable y muy higiénica. La cuestión es tener lo que cobra. No hay secuelas, dice Claudia. Ella no ha tenido problemas después de ser atendida por esa señora. Ignacia lo ha pensado mucho. Su madre la mata si se entera. Una niñita de tan buena familia no puede deshonrarla. Pecado capital.

    Es una decisión difícil. Sentada en su cama comienza a llorar. Toma con sus dos manos su pequeña barriga. “Es una vida… es mi vida”, dice llorando. Pero su vida ya está diseñada por su madre y esto está fuera de todo esquema. “Dios y la Santísima Virgen María… Inmaculada, Casta, Pura”. Llora hasta quedarse dormida.

    Seis de la tarde del día siguiente. Ignacia está en casa de su amiga Claudia. No hay dolor físico, bueno, un poco, pero eso no es nada comparado con el dolor del alma. No para de llorar. No hay consuelo para todo esto. “Era una vida… era su vida… Era”
     
  4. Miss__Shine

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    presente el final del primer relato xd
    exelente siii xd Muy buen escrito =)
     
  5. Heces

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    Antr.opomúsica #3: Tengo todo excepto a ti - Luis Miguel

    Carta del Maicol a la Kyara…

    Kyara:

    No se como empezar esta carta, pero creo que debe ser por el principio.

    Te conocí el verano del 2003, esa tarde calurosa, cuando mi tío Julio dio el agua del grifo de la esquina, esa misma tarde en que llegaron los flaites de la toma a mojarse en el grifo y los corrimos a fierrazo limpio. Te acercaste para preguntarme la hora y yo, pastel, andaba con el reloj Toyoba y estaba lleno de agua. Me morí de la vergüenza. Eras la más linda de todas, esa polerita con la cara de Britney Spears y tu short de lycra, que te quedaba medio cunetia’o, te veia’i rica, más cuando tipo ocho empezó a refrescar y se te pararon los pirulitos y tú, ni lo notaste. Desde ese día, cada vez que te veía, me acordaba de la tarde en que nos conocimos y quedaba como roca de una.

    Pasó el tiempo, nos vimos varias veces, empezamos a carretear juntos. Te acorda’i de ese día en que quedaste raja con el chimbombo de durazno? Todos se reían de ti, pero yo te apañé y te llevé como pude hasta tu casa. Me acuerdo que no quisiste entrar a tu casa y te sentaste en la cuneta y te pusiste a gutriar con cuática, pero yo te cuidé y no me importó que me dejaras la manga de mi polerón llena de arroz.

    Te acuerdas cuando llegaste llorando a moco tendi’o pa’ mi casa, por culpa del Robinson, porque lo pillaste atracando en la disco con la chica Rosa? Ahí estaba yo, abrazándote y secando tus lágrimas. No se si te diste cuenta, pero en esos abrazos, apenas se daba la oportunidad, rozaba con mis dedos tus tetitas ricas, pero no, tú llorabas por ese gil.

    Era tanta la confianza entre nosotros, tanto me querías como amigo que incluso un día llegaste corriendo a la casa, pidiéndome una ladysan de mi mami, porque te había llegado la regla en la calle. Y yo ahí, apoyándote. Igual no puedo negar que me cagué de la risa.

    Fui a tu licenciatura de cuarto medio, me huearon poquito, te acuerdas? Claro, terno negro con calcetines blancos. Y tú, canchera, les paraste los carros a los longis y más encima me diste el medio ni que beso en la boca. Ese fue el día que me di cuenta que me gustaba’i. pero nunca te lo dije.

    Ya han pasado tres años de esa tarde de verano. Tú estás pololeando con el Robinson todavía, te pusiste las ilusiones, a pesar de que lo vieron el otro día con la chica Rosa de nuevo, saliendo del motel “La Cachita Loca”, pero no te importa, lo amas tanto, que hasta le pasaste el chico, como me contaste el otro día. Y yo, sigo pensando en tus pirulitos parados del verano del 2003 y del beso de tu licenciatura, pero tengo más patente en mi mente esa noche de agosto. Estaba lloviendo, te habías alisado el pelo con la plancha de mi hermana Yocelyn, la misma que un día te agarró el pelo y te lo quemó, pero con la puta lluvia, te había dejado pa’ la cagá el peinado. Igual te veia’i rica, si más encima te pusiste ese peto fucsia, con ese sostén de encaje, ese pulento que dejaba ver tus pirulitos cuando te daba frío. Esa noche, no aguanté más y te lo dije todo, que te amaba hasta las patas, que cada vez que estaba a tu lado, se me salía el corazón por el manguaco, que por ti era capaz hasta de cortarme la uña larga de mi dedo meñique, que me haría un tatuaje con tu nombre, aunque eso no lo sabías, porque ya tenía un tatuaje tuyo en mi brazo, justo debajo del corazón de Jesús que me hice cuando se salvó mi mamita del cáncer al útero. Sonreíste, me dijiste que me querías mucho, que yo era un compadre la raja, pero que me mirabas solo como amigo. Te reclamé lo del beso, pero alegaste con que estabas media curada y que lo hiciste pa’ que dejaran de huearme. Pero nada más. Nos alejamos un tiempo, era lógico, pero volviste a la casa, buscándome, ahí fue cuando me contaste que le pasaste el chico al Robinson. No sabís la rabia que me dio. No tanto por ese gil, si no, porque te gasta’i un zapallo que está pa’ morderlo. Y yo ahí, al lado tuyo.

    Me está yendo bien en la pega, ya no soy junior en la empresa, ahora estoy de ayudante del señor Olivares, el viejito que tiene cáncer a la próstata, ahí le ayudo con los archivos legales. Mi viejo me regaló el fito. Lo tengo todo tuneado, se ve la raja, si hasta le puse esa antena gigante con la cola de mapache colgando y los dados de peluche en el espejo parabrisas. Me dieron el préstamo en Banconova, así que podré hacerme la pieza atrás de la casa, te acuerdas que era mi sueño? La Roxana me va a ver de vez en cuando, incluso un día me la comí, es buena ella, me quiere, pero yo no… yo te quiero a ti. Es que en el fondo, tengo todo, excepto a ti.
     
  6. farrokha

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    Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajkajakajkajakajkajakajakjak
    magistral
     
  7. Heces

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    Antr.opomúsica #4: Stereosexual - Mecano

    Al ver en las condiciones en que terminó la casa de Iván, todo parece indicar que el carrete de la noche anterior estuvo de película. Botellas tiradas en el living y el comedor, un cerro de platos sucios en la cocina, ceniceros hasta en la terraza, incluso un sillón flotando en la piscina. En el dormitorio, estaba despertando Iván, con un hachazo descomunal. Se va al baño, rascándose el trasero, se lava la cara y al secarse, mira en el espejo y ve algo increíble. Había dormido con alguien. Eso no era tan dramático, si no fuera porque esa persona tenía la cabeza rapada.

    Iván se vuelve a lavar la cara y nuevamente mira por el reflejo del espejo. No lo puede creer. Una persona de dorso desnudo y cabeza rapada había dormido con él.

    Iván se mira dentro del calzoncillo y ve su pene aun enrojecido de tanta fricción, siente una leve comezón por tanto roce. Por tercera vez se mira en el espejo, pero evita mirar a esa persona que está de espaldas.

    Acongojado, se sienta en la taza del baño y trata de acordarse de las cosas ocurridas la noche anterior. No hay caso. No recuerda nada.

    Pasa el rato. Iván sigue sentado en el water. No se mueve. No pestañea. Su mirada está enfocada hacia el vacío. De pronto, se le escapa una palabra… una que nunca hubiese querido decir:

    Iván: “Soy gay”

    ¿Habrá sido el alcohol el culpable? O ¿ya era hora de salir del closet? Pero como se dio cuenta de un momento a otro de su condición sexual… ese era el dilema. Ni siquiera en la era estudiantil, cuando usualmente aparecen estas confusiones, Iván las sentía. Si era el más pololo de todos. Destacaba por su rudeza y virilidad. Igual, pensando, reconocía que había mirado a los hombres en el gimnasio, pero solo para admirar la musculatura y no por algo sexual. Él no era gay. No podía serlo.

    Se levanta y parte con decisión al dormitorio para aclarar la situación, pero solo llega hasta la puerta del baño. Al ver a esa cabeza calva, se esconde nuevamente y se sienta en el suelo.

    Iván: “¿Qué van a decir mis amigos? Quizás anoche me lo atraqué frente a todos y ya deben saber que soy gay. Mi familia… mi mamita, va a sufrir mucho. Mi viejo me va a matar. No voy a poder ir más a las pichangas de los jueves. No vaya a ser que cuando mire a mis amigos en pelotas en las duchas, se me pare o me de por tirarme encima de sus vergas y se las chupe. Atroz. El único feliz sería mi primo Danilo. Quizás es genético”.

    Estaba en eso, pensando la situación, cuando se le vino un cuadro peor…

    Iván: “¿Y si me gusta que me lo metan? Igual siento como que me duele un poco el hoyo del culo… uufff… bueno… si lo hice… no debe ser tan malo… mierda… soy gay. Conchatumadre, ¿qué le voy a decir a mi polola?”

    Iván ya se estaba haciendo la idea, cuando suena el teléfono. Sonaba y sonaba, pero no se animaba a contestar, por temor de ver el rostro del amante furtivo. Seguía inmóvil, mientras el teléfono no paraba de sonar, cuando se oye una voz desde la habitación.

    Romina: “Iváaaaaaan… Iváaaaaaaan… contesta el teléfono… el ruido me está matando”

    Iván salta de la impresión al escuchar la voz de su polola. ¿Estaba durmiendo por ahí, borracha y no vio nada? ¿Habrá visto todo? ¿Habrá participado? Muchas cosas se repasaron por la mente, que lo mantenía pegado al piso, como si en su homosexual ano tuviera un imán. La voz replica, mientras el teléfono seguía sonando”

    Romina: “Iváaaaaaaan… yaaaaaa puh… no puedo dormir, contesta el teléfono”

    Nuestro andrógino amigo se pone de pie lentamente, asoma con temor la cabeza hacia la habitación. Ahí estaba Romina. Acostada, mirando a Iván. Ella, esa hermosa mujer de dorados cabellos que le llegaban a la cintura, ahora era una sexy calvita. Iván corre a contestar el teléfono, cuando del otro lado le hablan:

    Juan: “Iván, loco, como está la caña… jajajajajajaaaaa… el carrete estuvo la raja hueón, la raja… pero lo más increíble fue la Romina, nadie pensó que iba a ser capaz de raparse, si ella amaba tanto su pelo… pero lo hizo hueón… se pasó… ella es tremenda hueón… y se ve re linda ahora… lo único malo, es que me ganó las cien lucas por la apuesta del corte de pelo…”

    Iván escuchaba a su amigo, mientras miraba a Romina, que le tiraba un beso y le sonreía. Él le contesta la sonrisa, pero la voz del teléfono se alejaba de su mente, porque Iván pensaba…

    Iván: “¿Y si de verdad soy gay?”
     
  8. farrokha

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    jajajajajajjajajajajajajajajajja excelente historia, fluida, bien contada pa la risa... me recuerda mis lecturas baylyanas!!!!!!

    sube más!!!!!!!!!!
     
  9. Heces

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    Antr.opomúsica #5: Adolfo y Benito; Augusto y Toribio - Fulano

    José Luis: “Hijo, ven a ver la Parada Militar”

    Claudio: “Nah, no me interesa”

    José Luis: “anda, ven, va a estar entretenida”

    Claudio: “dije que no, además, voy a ir a un asado”

    José Luis: “Van a mostrar las nuevas naves que compró el país”

    Claudio: “No me acuerdo haber pasado plata para eso”

    José Luis: “¿Cómo dices?”

    Claudio: “Eso… yo no di dinero para comprar armas”

    José Luis: “Pero deberías estar orgulloso de nuestro ejército…”

    Claudio: “¿Por resguardar nuestra soberanía? Uuuuhhh… muchas gracias entonces, me siento honrado de este ejército, estoy tan orgulloso, que para el 11 fui a la misa que le hacen honor a los caídos por defender la patria del marxismo”

    José Luis: “No seas mal hablado, solo era una invitación a ver la parada”

    Claudio: “Yo no se como puedes disfrutar viendo eso, papá”

    José Luis: “Porque es nuestro ejército y…”

    Claudio: “No entiendo, realmente no entiendo. Todos los países le rinden honores al su fuerza armada, como si fueran héroes. Muchas naciones no tienen memoria… se olvidan que su propio ejército les dio vuelta la espalda y los sometieron a un régimen abusador y criminal”

    José Luis: “Pero no puedes generalizar… además, las cosas son distintas ahora… y tú tampoco puedes olvidar que te rescataron cuando te quedaste atrapado en la cordillera… tienes mala memoria tú también”

    Claudio: “No, no me olvido. Pero no es el punto. Ellos están para eso. Para velar por nuestra seguridad… la misma labor que tiene carabineros… pero eso no los faculta para destruir nuestra autonomía… muchos de esos soldaditos de plomo, a lo largo de la historia y en varios puntos del planeta, a punta de bala, han matado a muchos civiles solo para alcanzar el poder y para que…”

    José Luis: “Pero, hijo, por ejemplo, en nuestro país, si no fuera por el ejército, quizás hasta donde habríamos llegado”

    Claudio: “No te ponga’i facho, tampoco”

    José Luis: “No lo soy, pero hay que reconocer ciertas cosas”

    Claudio: “Y si hubiese un tipo como Chávez, que se tomó el país a la mala y ahora con ese lavado de cerebro que le está haciendo a la gente con su política, solo para tener poder y ser el todopoderoso de su país… ¿te gustaría eso en Chile? Fidel… mismo caso… mira… yo no quiero estar en un solo lado de la vereda. Simplemente te estoy hablando de lo mucho que puede corromper un arma… Hitler, Musolini, Franco, Fidel, Pinochet y Compañía, Sadam… Osama!!!... hasta los guardias de los supermercados… todos… el solo hecho de empuñar un arma, los convierte en cerdos”

    José Luis: “¿O’Higgins? ¿Carrera? ¿Manuel Rodríguez? ¿Prat?”

    Claudio: “¿Qué pasa con ellos?

    José Luis: ¿Dónde los dejas?

    Claudio: “Donde están enterrados no más… están bien ahí… los héroes están en las revistas de comics… ya… me voy al asado… ¿dame plata?”

    José Luis: “Chís, ¿no querís otra cosita? No tengo… y llega temprano, hueoncito”

    Claudio: “Ya te esta’i poniendo milico pa’ tus hueás… chao no más… parada quería… y… ¿por qué no mejor me veis parada la mía?

    José Luis: “¿Qué dijiste?”

    Claudio: “Nada, oh… voy a estar donde mi polola” (“Allá sí que va a estar PARADA”)
     
  10. farrokha

    farrokha Usuario Casual nvl. 2
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    Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaakjakajkajak
    naaaaaaaaaaaa
    este sÍ que es el mejor
    sobretodo el remate!!!!!
    Jajajaj
    ercelente!!!!!!!!!
     
  11. Heces

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    Antr.opomúsica #6: Calibraciones - Aparato Raro

    Pedro era un trabajador incansable. Podía estar jornadas maratónicas en el trabajo. Claro, tenía familia que mantener. En el trabajo lo veían como un segundo jefe, tanto por su experiencia como por su vocación de trabajo de equipo y liderazgo estaba pitado para ascender. Nadie discutía eso. Es más… lo admiraban.

    Mayo, mes de cambios en la empresa. Algunos esperaban ser ascendidos, otros un aumento de sueldo y algunos, el traslado a otra ciudad. Pedro confiaba en su ascenso. Han sido largos ocho años en la misma sección, es hora de que “se me reconozca”, decía.

    Llegó el gran día. Y así pasó. Sin pena ni gloria. Nadie se atrevía a decirle algo. Pero él seguía trabajando como cualquier día. “Para la próxima será”, pensaba mientras tecleaba lentamente en su teclado. Además, la nueva jefa era atractiva. Se detuvo un momento y pensó…

    “Me cagaron estos conchasumadres, prefieren dejar a la rubia de piernas lindas de jefa y se pasan por el hoyo todo mi trabajo… esto es una mierda”

    Pedro se caracterizaba por ser un hombre generoso. Era socio importante de una fundación de beneficencia de ayuda al niño autista. Bueno, le llegaba de cerca el tema, ya que su hijo Tomás era autista. El estar al día en las cuotas, lo facultaba para enterarse de primera fuente. El rumor de gastos innecesarios era muy fuerte, por lo que llamó al directorio para salir de dudas…

    Director: “Entiende, la decisión pasa por el Directorio”

    Pedro: “Pero no entiendo la decisión. Se supone que la fundación vela por los intereses de los niños y este gasto se sale de todo margen”

    Director: “Lo siento, ya está decidido, la compra se hace”

    Pedro: “Comprar ese par de casa de veraneo para el Directorio no me parece correcto”

    Director: “También podrías hacer uso de esas casas, tú y tu familia”

    Pedro: “No, gracias. Mi intención al colaborar con la fundación es solo por los niños, por mi Tomás y por los hijos de los demás, no quiero enriquecerme a costa de una causa noble, buenas tardes”

    Los días pasaban y Pedro se sentía cada vez más hastiado del sistema. Injusticias en su trabajo, decidió no ayudar más a la fundación, comenzó a participar en manifestaciones por los derechos humanos, incluso fue detenido en una de ellas, lo que le acarreó una sanción económica por eso y no recibió apoyo de la agrupación. La depresión comenzaba a invadir el espíritu de Pedro, pero él se negaba a perder esta batalla contra el sistema.

    Este fiero idealista comenzó a ceder. Ya no podía luchar contra la bestia, la brutal maquinaria llamada “Sistema”. Detestaba ser llamado “enfermo” al apoyar ideologías izquierdistas. Quizás no está de moda, pero eso no importaba. Sus ideales eran claros, lástima que le complicaba eso. Tuvo que adaptarse al nuevo orden en su trabajo. Su señora comenzó a practicar yoga, pero él detestaba eso. Era como esconderse de las cosas, como “quitarle el poto a la jeringa”, como decía el… estaba chato, pero tenía que seguir.

    Dios ya no ayudaba. ¿Existía Dios? Fue su primera gran duda. Si existía, no quería a su pobre persona, porque no le daba una manito con todo esto. Quizás Dios era capitalista y por eso su hijo era comunista, para demostrar rebeldía a su sistema “perfecto”.

    Ya nada valía. A someterse se ha dicho. El llamado ahora era a ser cínico, trepador y chupa medias. Quizás así le iría mejor. No se equivocó.
     
  12. Heces

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    Antr.opomúsica #7: Wewo - La mano ajena

    Tal parece que hoy en día
    Da muy buenos resultado eso de los bonitos apellidos
    Bonitas propiedades
    La protección que puede significar las apariencias
    La elite descabellada las orgías descarnadas
    Pero hemos sido engañados
    Pues nuestros niños han sido vejados por esta escoria supuestamente de
    Alcurnia
    Tras las rejas de esas bellas casas se suscitaban las más bajas y violentas
    Prácticas
    El uso y el abuso de poder del que ya hemos hecho costumbre
    Hasta cuándo padre mío
    Hasta cuándo vamos a permitir que se protejan en apellidos cargos políticos
    Círculos de poder
    Cuándo vamos a cerrar la puerta y abrir la boca señor
    Tendremos que esperar acaso a que algunos de sus hijos sean vejados como tantos
    Niños sin identidad
    A que alguien aceche a sus exclusivas familias con ojos sucios…
    O no les gustaría?

    …

    La letra de la canción no dejaba tranquilo a Francisco Javier. La angustia aumentaba con todas esas imágenes que como fotogramas pasaban una a una por la mente de este acabado ser. ¿Cómo podía explicar lo que estaba sintiendo? Para todos, él era el demonio. Nadie le creería si se dignaba a dar explicaciones. La televisión había dado el tiro de gracia con ese mega reportaje en su contra. Lo que no contaron, fueron los motivos que quizás tuvo para comportarse tan ruin. En las portadas de los diarios era común ver su rostro. A veces pensaba en su familia, si es que aun la tenía. Su mujer, sus hijos, nada… ¿ni el perro?

    Quedaba la mitad de la botella de Scotch. La vista desde el duodécimo piso era fascinante. Los acabados de su oficina eran fastuosos. Pero el aire estaba contaminado. Él lo sabía, pero de todos modos, podía respirar tranquilo. Su abogado había logrado sacarlo del hoyo. “El dinero te da ciertas facultades”, se decía Francisco Javier, mientras tomaba más whisky.

    El vértigo que le produjo mirar hacia el abismo, lo hizo sudar. Por un segundo quiso vomitar, pero respiró hondo. Prendió un habano y se acomodó en su asiento. Era inocente, al menos para la justicia, esa misma justicia que ahora ampara más al delincuente que a la víctima. Podía caminar por la calle sin problemas, total, todas esas cosas que se dijeron de él, eran falsas. “siempre quieren dañar al hombre exitoso”, se decía a sí mismo.

    Prendió la televisión. Para su mala suerte, lo primero que ve es a Nachito, el hijo de su mejor amigo. Nachito fue abusado durante un largo tiempo por un tío. Ahora está preso. Su mirada se perdió en los ojos del niño. Quedó inmóvil. Apagó el televisor. Tomó un largo sorbo de whisky y respiró tranquilo, total, nunca pudo comprobarse que él también había abusado de Nachito.

    Un caso salvado. Pero queda limpiar la imagen sobre el caso Marbella. El más feliz de todos fue su abogado. Los honorarios de defensa fueron suculentos. Al menos, los Gómez no molestarán más, “aunque igual voy a extrañar el delicado cuerpo de Rubencito”. El alcohol ya estaba provocando estragos en la mente de Francisco. Una lágrima cae dentro del vaso semivacío. Él no era culpable. No podía serlo. Porque él sufrió lo mismo. Ojo por ojo, diente por diente. Era la cruel realidad. Su conciencia estaba limpia.
     
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