AMIGA MENOR QUE YO Y SU MADRE(Parte Tres)

Y llegó el viernes de ese fin de semana… yo venía saliendo de la pega, ese día me quedé más tarde, había acumulado pega con los dos días de permiso, salgo de la oficina y al llegar a la esquina… suena insistentemente una bocina de un auto, giro la cabeza de copuchento más que convencido que era para mí… y era esa exquisita mujer de 45 años, me hace señas, me subo y nos vamos.

(A propósito me reclamaron por interno nombres de personas y ciudades aunque fueran falsos o ficticios. Yo prefiero relatar a mi manera).

Nos fuimos a su casa en un maravilloso silencio, en el camino ponía su mano en mi rodilla y en el muslo, pero sin maldad, se reía muy tiernamente. A una cuadra me pidió que me escondiera para que evitemos a él o los sapos, una vez que traspasamos el portón eléctrico me di cuenta que colocó unos arbustos que evitaban la vista al patio (detalles de una mujer que se las sabe por libro).

Ya adentro de la casa me invito a tomar algo calentito, porque la verdad estaba bastante fría esa tarde-noche de junio. Me convidó una rica taza de té con sabor a canela, nos sentamos en el sillón a conversar.

Ella: cuéntame, como fue eso con mi hija.

Yo: no te parece un poco bizarro que te cuente algo que es intimo mío y de ella… además eres su mamá

Ella: Mira pendejo, no me vengas a mí con cuentos, yo para mi hija quiero lo mejor en todos los aspectos. Yo fui una gueona que lo tuve todo en la vida por mis papás, pero ellos también se encargaron de elegir a mi marido, un gueon que me lo dio todo, menos una buena vida sexual, mi juventud fue sin orgasmos, vine a conocer el placer sexual a los 35 años cuando me atreví a engañarlo y de ahí en adelante mi vida cambió. Por lo mismo no me vengas con esas estupideces románticas, porque la realidad es muy distinta pendejo a cómo tú crees que es.

Yo: claro, tienes razón, tú eres la de la experiencia y reconozco lo que me dijiste, a mis 25 soy bastante pendejo, pero tú me has ayudado bastante a abrir los ojos.

Ella: por lo mismo, te repito lo que te dije antes, no quiero por nada del mundo que te enamores de mi hija y ella de ti. Disfrutala al máximo, que ella disfrute también, pero tú te vas a encargar de manejar la situación y con mi ayuda, vamos a lograr que ella no se agarre de ti. Me entendiste, por que a ti te quiero para mí y por un buen rato y créeme… no te vas a arrepentir.

Se abalanzó sobre mí y se sienta encima en el sillón, me desata el cinturón, después me desabrocha el pantalón, baja el cierre y me pesca la “miseria” y me comienza a hacer feroz paja mientras me besa y me muerde el labio inferior, me sigue mordiendo y se ríe mientras sigue corriéndome la paja por varios minutos… esta vez había bastante más intensidad por parte de ella, porque me empuja para quedar de espalda en el sillón y empieza a mamar fuerte y rico… tanto así que no le duré mucho más de lo acostumbrado. Me mira a los ojos y me dice anda al baño, te espero en la pieza.

Como un sirviente cumplí con su mandato, a estas alturas estaba entregado por completo a sus designios, estaba asumido que no tenía voluntad propia. Llego a la puerta de su pieza y el olor a su perfume inundaba todos los espacios, luz apagada y prende la tele, al mirar la pantalla… TRIO, dos minas y un gueon haciendo todo lo que ustedes ya saben y lo más seguro vivido. Ella tapada solo con las sabanas y yo caminando lentamente mirando lo que pasaba en la pantalla. Me saco la ropa y ella levanta la sabana, desnudita total. Besos ricos y muy acalorados… hasta que me dice “haber porque no me haces lo que has aprendido”. Ni 3 segundos me demore en obedecer… me voy a su entre pierna consciente en que tenía que jugármela, lengua dedo, dedo lengua… presión con los labios al clítoris… grito, gemido, grito y ahí me la jugué… esta vez el bruto fui yo… la di vuelta en 180 grados y mi lengua se fue nuevamente a su vagina… pero… ahora lubriqué ese hermoso culo que dios le dio y ahí me mantuve por un buen rato… por que supe que lo disfrutaba… sus reacciones me lo hacían saber. Dedo, lengua, dedos, lengua… así se fue 2 veces. Ya completamente mojada y yo duro como una luma, la levanté de las caderas y en 4 comenzamos a darle muy duro en esta oportunidad… ver su cintura, ver sus caderas era uuufffffff. Ella me tomo y me puso acostado en la cama, se sentó arriba mío, pero tomó el pene y lo puso en su hermoso culo y comenzamos otra tanda más… me puse lúdico y con mi dedo acariciaba y presionaba su clítoris mientras ella se movía sin parar, no fue mucho lo que duró tras esta práctica porque de verdad que estaba muy excitada, muy solidaria ella como vio que yo no había terminado, me comenzó a masturbar hasta que llego mi turno.

Tendidos los dos en esa cama, evidentemente exhaustos y con mucha sed la verdad… yo miraba la pantalla donde esos 3 seguían sin parar, mientras que con mi buena vista periférica lograba darme cuenta que ella me estaba poniendo atención. Me dice:

Ella: que rápido aprendes pendejo

Yo: tengo a la mejor maestra

Ella: y eso que todavía me queda mucho por enseñarte

Yo: y yo no quiero dejar de prender.

Ella: Mira bien lo que está pasando ahí me dice… y sigue aprendiendo…

Se para de la cama y se mete al baño… yo no sé si sabía lo que me dijo, o no quería saber, o simplemente me hice el gueon y me fui al baño del pasillo…

Al salir ella estaba poniendo la mesa para tomar once-cena casi (por la hora). Al terminar de tomar once fue a dejarme 3 cuadras antes de mi casa. Y al despedirse me dice:

Ella: te estas transformando en una adicción pendejo. Mañana voy a viajar, si no tienes nada que hacer, me gustaría que me acompañaras, no quiero ir sola y necesito alguien más que manejé. ¿Puedes?

Yo: (recordé que tenía un partido muy importante ese sábado, nos jugábamos el paso a la siguiente ronda del campeonato ANFA en la ciudad) Es muy importante para ti que yo te acompañe? Porque déjame decirte que tendría que dejar algo muy importante de lado.

Ella: si… es muy importante y si haces ese esfuerzo, ganarías puntos que más adelante me los puedes cobrar.

Yo: ok, cuenta conmigo.

Beso con agarrones por todos lados y despedida de esas que te dejan más duro que Diego Armando…

La verdad esta no es una trilogía, es una historia que dura aproximadamente 3 años, pero que marcó mi vida por el resto de mis días. Hoy tengo 39, mi vida cambió absolutamente, pero de los 25 a los 33, de verdad que agradezco mucho a la vida… porque mi cosmo visión de esta, está matizada por el bien y el mal, donde creo que el bien está sobre valorado y el mal muy subestimado e incomprendido. Solo les puedo decir que de esta historia puedo seguir contando aún más.

¿Les interesa?

Quedo atento portalianos… pues no veo comentarios de portalianas.

Saludos.