Frank Abagnale, inspiración de «Atrápame si puedes» mintió

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¿Te suena el nombre de Frank Abagnale Jr.? Tal vez escuchaste hablar de él por servir de inspiración para la película “Atrápame si puedes”, protagonizada por Leonardo DiCaprio en 2002. En el largometraje, DiCaprio interpreta a Frank, un estafador que se hizo pasar por piloto de avión, médico, abogado y profesor. Además, orquestó un desfalco por US$2.5 millones tras cobrar más de 17 mil cheques falsos.

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Parte del éxito de la película reside en la supuesta veracidad de la historia. Sin embargo, un reciente informe publicado en el periódico “New York Post” pone en duda la veracidad de la historia de Frank. Según el artículo, este sujeto, que después de sus actividades ilícitas se convirtió en asesor del FBI, “mintió sobre su vida de mentiras”.

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Aunque en las conferencias, entrevistas y libro de memorias Frank siempre relata su historia de vida en torno a las estafas y engaños, el informe publicado por el periódico sugiere que sus afirmaciones pueden estar exageradas o ser falsas. Por ejemplo, Frank asegura en un fragmento de su libro que entre los 16 y 21 años se hizo pasar por piloto de la Pan Am, médico en el estado de Georgia, abogado en Luisiana y profesor en Utah. Aunque, parece que algunas de estas historias son un invento.

La investigación sobre las mentiras de Frank Abagnale.
En 1981, Jim Keith asistió a una conferencia de un orador llamado Abagnale que afirmaba tener la clave para cambiar la vida de las personas. Sin embargo, tras escuchar la charla, Jim no estaba convencido de la veracidad de las palabras del conferenciante. Así que decidió investigar más a fondo.

Jim comenzó a indagar en la historia y antecedentes de Abagnale, y pronto se obsesionó con el caso. Quería saber más sobre este individuo que engañó a tanta gente y obtuvo ganancias millonarias mediante la falsificación y el fraude.

En primer lugar, Keith contactó a Abby Ellin, una escritora especializada en mentirosos en serie. Durante la charla, Keith mencionó su escepticismo respecto a las afirmaciones de Abagnale. Le comentó a Ellin que no podía ignorar el hecho de que Abagnale estaba esencialmente “mintiendo sobre sus mentiras”.

“Como un perro con un hueso, estaba decidido a demostrar que este tipo era un fraude”, dijo la hija de Keith al “NY Post”, en un artículo firmado por Abby Ellin. Para profundizar en su investigación, Keith se unió a William Toney, un ex miembro de la patrulla fronteriza y profesor de justicia criminal. Juntos, comenzaron a reunir documentos de diversas fuentes, desde archivos judiciales hasta cartas de empresas aéreas y universidades, pasando por recortes de prensa y otros registros gubernamentales.

Frank Abagnale Jr. estaba presó en 1965. Además, en una carta de la Brigham Young University se afirma que nunca se desempeñó como docente en la institución.​

Exageración y falso testimonio.
Tras una exhaustiva investigación, encontraron que sólo una fracción de las afirmaciones de Abagnale eran verdaderas. Según un informe de evidencias detallado en un documento de 87 páginas, Frank Abagnale Jr. falsificó cheques, logró hacerse pasar por piloto y también escapó de prisión. Sin embargo, según Keith, la mayoría de las declaraciones hechas por Abagnale eran inexactas, engañosas, exageradas o completamente falsas.

El investigador también descubrió que Abagnale nunca se desempeñó como profesor universitario, abogado y mucho menos miembro del Comité Judicial del Senado de los Estados Unidos, a pesar de las afirmaciones del estafador. La información recabada por Keith contradice las afirmaciones del impostor.

Además, se determinó que no pudo cometer todos estos delitos entre los 16 y 21 años, ya que aparentemente pasó gran parte de ese tiempo preso. Por lo tanto, es inviable que lograra cobrar cheques por un total de US$2.5 millones, según las conclusiones de Keith.

El informe de Keith es la última y contundente adición a una larga investigación que comenzó en 1978 por el periódico “San Francisco Chronicle” y que ha puesto en duda los supuestos golpes de Frank Abagnale.

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