Curso de redacción: Lección 1 - La puntuación: Las reglas y el temperamento - Parte I

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por Heces, 5 Jun 2011.

  1. Heces

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    Cualquier gramática elemental nos da suficientes reglas de puntuación. No obstante, conviene recordar aquí las principales, para que esta breve teoría nos ayude en la resolución de los casos prácticos.

    Cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿En realidad, hay reglas para puntuar? Porque, la verdad sea dicha, leyendo a los buenos escritores, se observan diferencias de puntuación: éste pone "punto" donde aquél escribe "coma" y ése "punto y coma"... ¿Qué hacer entonces?

    He aquí la respuesta: a pesar de que la puntuación sea materia un tanto elástica, conviene tener en cuenta las susodichas reglas y adaptarlas luego a nuestro temperamento. Lo que no puede hacerse en modo alguno es despreciarlas en absoluto. Estos pequeños signos -puntos y comas-, intercalados en la escritura, son a modo de hitos que ayudan a nuestra mente a seguir el pensamiento del que escribe.

    a) La coma

    La coma tiene dos usos principales:

    1°. Separar elementos análogos de una serie, sean palabras, frases u oraciones.

    Ejemplos:

    Ufano, alegre, altivo, enamorado.
    Ni tú lo crees, ni yo lo creo, ni nadie lo cree.

    2°. Separar elementos que tienen carácter incidental dentro de la oración:

    Ejemplos:

    Buenos Aires, la capital, es una ciudad muy populosa.
    El, entonces, se detuvo.
    Yo, si me lo proponen, lo acepto.

    Obsérvese que se hubiera podido decir, en los ejemplos anteriores: "Buenos Aires es una ciudad muy populosa"; "El se detuvo"; "Yo lo acepto". Se han añadido aquellas palabras, frases u oraciones explicativas, que suprimidas, no alterarían el sentido de la oración.

    A veces, cuando el sujeto de la oración es muy largo, se separa con una coma de los otros elementos constitutivos de la oración -verbo y complementos- para facilitar la "respiración" de la frase.

    Ejemplo:

    "Los gallos, las gallinas, los patos y otros animales de la granja, despertaron al unísono".

    Es imprescindible el uso de la coma después del vocativo. Así, no tiene el mismo sentido decir: "Juan entra en seguida" -aquí afirmamos que Juan entra-, que escribir: "Juan, entra en seguida". En este caso llamamos a Juan -vocativo- diciéndole que entre.

    Es interesante aclarar el uso de los términos explicativo y determinativo. No es lo mismo escribir: "El piloto mareado no pudo dominar el avión", que "El piloto, mareado, no pudo dominar el avión". En el primer caso determinamos cuál era el piloto que no pudo dominar el avión, decimos cuál de los pilotos era. En el segundo caso explicamos, con un inciso, entre comas, que el piloto no pudo dominar el avión porque estaba mareado.

    En las oraciones elípticas hay que poner coma en el lugar del verbo omitido

    Ejemplo:

    Manuel era simpático; Pedro, antipático

    A veces se usa la coma para separar oraciones enlazadas por la conjunción "y", en los casos en que pudiera haber confusión.

    Ejemplo:

    A Pedro le gustaba el trabajo, y el ocio lo consideraba absurdo.

    En este caso, se ha puesto una coma para precisar el sentido; sin ese signo, parecería que "A Pedro le gustaba el trabajo y el ocio".

    EJERCICIOS

    En los párrafos siguientes se ha omitido la coma. Coloque este signo donde crea deba ir. Los demás signos de puntuación son correctos.

    1. Esta hermandad este sacrificio de los jefes este desprendimiento de los oficiales y soldados ha sido la victoria: la victoria de Bilbao decisiva en esta guerra. Aquí en las aguas de esta ría empezó a hundirse el enemigo.

    2. Se quitó frente al tocador el sombrero de fieltro negro que seguía haciendo un buen papel a pesar de tener dos temporadas y cambió rápidamente su traje de chaqueta por un vestido de casa.

    3. La atmósfera esto es la capa de aire que envuelve la Tierra es tan necesaria que sin ella no vivirían los hombres los demás animales ni las plantas.

    4. Una vida sencilla de austeridad casi monástica; una mesa un piano una pequeña biblioteca con los libros preferidos y unos cigarrillos de tabaco picado que él mismo preparaba antes de la cena. Le gustaba fumar a ratos sueltos sobre todo cuando leía.

    Se dará una semana para el desarrollo y luego se tendrán las soluciones.
     
  2. -WizardGold-

    -WizardGold- Usuario Nuevo nvl. 1
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    1. Esta hermandad, este sacrificio de los jefes, este desprendimiento de los oficiales y soldados, ha sido la victoria: la victoria de Bilbao decisiva en esta guerra. Aquí, en las aguas de este río, empezó a hundirse el enemigo.

    2. Se quitó, frente al tocador, el sombrero de fieltro negro que seguía haciendo un buen papel a pesar de tener dos temporadas, y cambió rápidamente su traje de chaqueta por un vestido de casa.

    3. La atmósfera, esto es, la capa de aire que envuelve la Tierra es tan necesaria que sin ella no vivirían los hombres, los demás animales, ni las plantas.

    4. Una vida sencilla de austeridad casi monástica; una mesa, un piano, una pequeña biblioteca con los libros preferidos, y unos cigarrillos de tabaco picado que él mismo preparaba antes de la cena. Le gustaba fumar a ratos sueltos, sobre todo cuando leía.
     
  3. Kane 4ever

    Kane 4ever Usuario Habitual nvl.3 ★
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    1. Esta hermandad, este sacrificio de los jefes, este desprendimiento de los oficiales y soldados, ha sido la victoria: la victoria de Bilbao decisiva en esta guerra. Aquí, en las aguas de esta río, empezó a hundirse el enemigo.

    2. Se quitó, frente al tocador, el sombrero de fieltro negro que seguía haciendo un buen papel a pesar de tener dos temporadas y, cambió rápidamente su traje de chaqueta por un vestido de casa.

    3. La atmósfera esto es la capa de aire que envuelve la Tierra es tan necesaria que sin ella no vivirían los hombres los demás animales ni las plantas.

    4. Una vida sencilla de austeridad casi monástica; una mesa, un piano, una pequeña biblioteca con los libros preferidos y, unos cigarrillos de tabaco picado, que él mismo preparaba antes de la cena. Le gustaba fumar a ratos sueltos, sobre todo cuando leía.