Hospital viejo en Punta Arenas.

Hospital antiguo.

Custodiado por guardias día y noche, se mantiene como un espectro el antiguo hospital regional de punta arenas.
Sus oscuras paredes e infinitos pasillos llenos de ecos, hoy guardan historias que corren de boca en boca, sobre los extraños hechos que ocurren en su interior.
Y es que siempre se ha sabido que sucesos paranormales han pillado desprevenidos tanto a personal del establecimiento, como también a pacientes y visitantes.
Y hoy que sus habitaciones se encuentran sin vida, se ha convertido en una caja de pandora de espectros y horrores.
Cuentan que era frecuente que a los funcionarios, especialmente los que se quedaban hasta turnos nocturnos, eran visitados por personajes que desaparecían sin dejar rastro. Algunos no dejaban huella en los lugares más extraños, por ejemplo al subir la escalera que lleva al segundo piso, a la altura de lo que era el casino.
Pero lo que más llama la atención de este escritor, son las historias que he podido recoger de distintos ex empleados, o de nocheros del mismo hospital. Y es que los relatos que les cuento, las he escuchado de distintas bocas, y dan cuenta de los mismos detalles.
Lo más escalofriante es que el nivel de horror ha ido en aumento, a medida que el ex hospital se ha ido deteriorando.
Los primero relatos que escuché fueron los típicos de un lugar encantado. Se referían a pasos, portazos y susurros a lo lejos, en los pasillos en que los nocheros hacían sus guardias. No obstante, parece ser que a medida que los espectros han notado la ausencia de vida en los pasillos, han ido perdiendo la timidez para mostrarse y hacerse notar.
Los ruidos extraños fueron sintiéndose más cerca de los cuidadores nocturnos, los susurros dieron paso a llantos, los llantos a gritos. Cada vez más cerca, cada vez más fuerte.
Dicen que pasado el tiempo esto se tornó violento. Los gritos eran en los mismos oídos de los nocheros, seguido de tirones o empujones. Los portazos eran frente a sus narices, o justo a sus espaldas.
Quizás la historia que más me conmocionó, por su grado de mal intención, es en la que los nocheros relatan haber estado haciendo guardia, linterna en mano. Entrando habitación en habitación en busca de intrusos, alumbrando solo con la luz sujeta en la mano, hacían el recorrido. Lo que los comenzó a aterrorizar es que a más de uno se le comenzó a perder la puerta.
Tal como suena. Entraban a la habitación alumbrando con la linterna, recorrían cada ventana, cada recoveco del cuarto. Al darse la vuelta para salir al pasillo y continuar el recorrido, se percataban que la puerta había desaparecido. Solo un muro frio estaba en el lugar. Desorientados buscaban con la luz en busca de la puerta pero esta no aparecía hasta después de un rato.
Este escalofriante hecho se volvió con el tiempo más retorcido, puesto que a algunos simplemente no les aparecía la puerta por horas, y la desesperación inundaba sus almas. No había golpe en la pared, ni grito al cielo que les diera ayuda inmediata en ese enorme establecimiento.
La historia más cruenta de este hecho es aquella que cuenta de un nochero que quedó atrapado en la habitación. Su miedo fue tal que, después de horas de luchar por encontrar una salida, se acurrucó en el suelo, esperando que alguien lo rescatara. Al rato, comenzó a sentir que le tironeaban la ropa, le golpeaban y gritaban en los oídos entidades invisibles. Dicen que, al ser encontrado por sus compañeros, cayó en el siquiátrico.

Otra historia que ronda es la de la señora del pasillo.
Los nocheros quedaban en una caseta a la entrada de la posta del hospital. Esta caseta tiene ventanales que permiten ver hacia el pasillo. Se cuenta que, en cierta hora de la madrugada, fumaban un cigarrillo a la salida de esta caseta. Con el tiempo, una señora en bata les comenzó a observar desde lejos. Al igual que en los relatos anteriores, la timidez de esta visita fue desapareciendo, ya que la figura comenzó a acercarse a ellos y desaparecer, al principio. Pero luego, los nocheros decidieron no salir más a fumar en ese horario, pues el fantasma de la señora ahora cruzaba el pasillo completo, pasando justo enfrente de ellos, y según algunas bocas, incluso se paraba justo enfrente mirando desde el otro lado del vidrio, fijamente, para luego seguir su camino y desaparecer.
Esto que les cuento no puedo acreditarlo. Son historias que he escuchado de diferentes bocas, en diferentes ocasiones. Por personas que no se conocen entre sí. Si es verdad, o no, solo lo saben los actores directos de estas historias. Por lo que si ha escuchado alguno de estos relatos, o le pasó a alguien cercano, o a ti mismo. Compártelo y construyamos la espeluznante historia detrás de las paredes del antiguo hospital.




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Adelanten al minuto 29:50 hacía adelante, ojala les guste cabros !

 

Me equivoque, adelanten al minuto 27:00 cabros

 

Adelanta al minuto 27:00 me equivoque en la descripción