[HC]Un poco de Historia de la Inmigración Croata en Chile (Tercera parte)

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por Draugen, 10 Jul 2012.

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  1. Draugen

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    Reflexiones sobre algunos hechos políticos, ocurridos en 1916, en los que Petrinoc debió jugar un papel protagónico.




    La colonia en el sur de Chile


    La llegada de primeros emigrantes croatas al sur de Chile tuvo lugar al promediar el siglo XIX. En ese tiempo el estrecho de Magallanes fue la única, vía de comunicación entre el Atlántico y el Pacífico. Por esa vía, transportando producto y mercancías a Chile y Perú, surcaban veleros españoles, genoveses, triestinos, ingleses y, según afirmaciones de viejos navegantes, también los de Dubrovnik. Al llegar a Punta Arenas, posiblemente atraídos por el oro, cuya existencia en Magallanes no era desconocida por europeos, era inevitable que algunos tripulantes de veleros desembarcaran allí. Entre aquellos tripulantes casi siempre hubo croatas; lo que no resultará difícil explicar si se tiene en cuenta la secular tradición marítima croata,, pues ya en los comienzos del siglo X Croacia fue una potencia marítima de primer orden. En consecuencia, los hombres de las costas de Dalmacia y del litoral croata todo, siempre eran atraídos por el mar.


    El capitán Bozo Bogunovic, nacido en Bacina, distrito de Makarska, quien llegó al Río de la Plata en 1873, y murió en Buenos Aires cincuenta y cinco años después, afirmaba que marinos dálmatas, istrianos y litoraleños croatas, tripulantes de veleros de distintas banderas europeas, fueron los fundadores de pequeñas colonias croatas en la Argentina, Uruguay y Chile.


    En la época señalada el territorio de Magallanes contaba solo con una escasa población, y Punta Arenas era un pequeño poblado. Por entonces las autoridades no oponían obstáculos al ingreso de extranjeros, y solo se llevaba sobre ellos un control rutinario. Pero debido a aquella falta de control siempre ha resultado difícil obtener datos respecto a los inmigiantes croatas, u otros, establecidos en el sur chileno en la primera hora.


    Hilvanando relatos de viejos residentes, y de descendientes de aquellos que se establecieron allí en aquella primera hora, se llega a la conclusión que entre los primeros -posiblemente los primeros- croatas llegados a Punta Arenas figuraba el piloto Pedro Zambelic y el capitán Mateo Paravic, oriundos ambos del litoral de Croacia. Y fue en 1866. En los años siguientes, nuevos tripulantes desembarcaron en aquel poblado, y se inició la inmigración propiamente dicha de familiares y coterráneos de los ya establecidos. Por encontrarse Punta Arenas en aquel entonces en un proceso de organización, algunos de los inmigrados participaron desde el primer momento en ese proceso, interviniendo en obras de progreso y formando parte de instituciones locales. Tal era el caso, entre otros, de Simón Paravic (hijo de Mateo), Andrés Svilicic, Mateo Mihaic, Natalio Foretic, Pedro Sgombic, Esteban Bundolic, Simón Pisulic, Jorge Skarmeta, Tomislav Goic, los hermanos Radulovic, Los Kordic, Misetic y Radulic.


    El piloto Pedro Zambelic, después de efectuar peligrosas exploraciones, y realizar prolongados estudios, confecciona y luego entrega a las autoridades locales la hasta entonces más completa carta topográfica de Magallanes. Natalio Foretic inicia la construcción de primeros edificios y viviendas que el proceso transformador de una aldea en ciudad reclamaba, figurando en primer lugar el edificio del "Banco de Tarapaca y Argentina", la maestranza naval, el apostadero naval y la Administración del Puerto. Simultáneamente, Simón Pisulic organiza los primeros hornos de ladrillos; mientras que los hermanos Radulovic se dedican a la búsqueda de oro.


    En 1874 el número de croatas afincados en Punta Arenas se acercaba a 200, y algo menor era el del resto de Magallanes. Ese mismo año Pedro Zambelic había adquirido el cuter "Juanito", en el que transportaba mercaderías en general entre aquel estrecho y el puerto de Valparaíso. Su ejemplo lo sigue Esteban Bundolic, con su cuter "Dalmacia", transportando carga general entre Punta Arenas y los canales sureños. Mateo Paravic, y su hijo Simón, con sus cuters "Bakar" y "Kvarner, realizan viajes regulares entre el sur de Chile y la Patagonia argentina. Por su parte, Andrés Svilicic, propietario de la goleta "Sara" y del cuter "Jadran" inagura su propia línea de transportes, entre Punta Arenas y los puertos intermedios hasta Valparaíso. A la misma ruta se incorporan Radulovic y Misetic, con su goleta "Rosario", y los hermanos Kordic, con su cuter "Josefina". Si se tiene en cuenta la fragilidad de las embarcaciones utilizadas en esas travesías, en la mayoría de los casos impulsadas solo por velas, más la peligrosidad de los mares sureños, la intrepidez de aquellos marinos croatas es apenas creíble.


    A fines de la década de 1890, el número de croatas establecidos en Punta Arenas y el resto del territorio de Magallanes era de cerca de dos mil. Tal fue la cifra registrada por la "Sociedad Dálmata" de la nombrada ciudad. Los nombres de la mayor parte de establecidos en la misma década quedaron en el anonimato al desaparecer dicha institución. De algunos, sin embargo, y debido a que se destacaron en el quehacer del territorio, no solo quedaron bien registrados sus nombres, sino que, a lo largo de varios decenios eran recordados con respeto y cariño por los pobladores. Se trata de Natalio Simunovic, Francisco Brzovic, Gregorio Tomasevic, Juan Ansic, Juan Depolo, Jorge Jordan, Vicente Kusanovic, Antonio Tafra, Felipe Turina, Antonio Mimica, Jorge Smirak, Antonio Marusic, los hermanos Zamjanovic, los hermanos Bonacic Doric, los Domic, Goic, Boric, Katunaric, Mladineo, Peric y Pedro Hrdalo.


    En efecto, los hermanos Bonacic Doric fueron los fundadores del primer astillero naval no solo de Punta Arenas sino de todo Magallanes, conocido con la denominación "Astilleros Navales Bonacic Hnos. y Cía.", pioneros de la industria naval del sur chileno. Al geólogo Gregorio Tomasevic le tocó ser descubridor de ricos yacimientos cupríferos en Cuter Cove. Pedro Svilicic es nombrado miernbro del Consejo Civil y Naval, y participa en el gobierno del territorio. Con su iniciativa se llevan a cabo importantes obras públicas. Pedro Hrdalo funda el primer periódico del territorio, "El Magallanes". Colaboraron en el mismo Jorge Jordan, Lucas Bonacic Doric y Juan Arsic. Además, a iniciativa de Jordan surge la "Sociedad de Bomberos Dalmacia", integrada en su totalidad por hombres de la colectividad, y sotenida por ésta :


    A fines de la misma década de 1890 algunos miembros de la colectividad comenzaban a dedicarse a la cría de ganado lanar, actividad en la que veían un gran futuro. Convencidos, que todas aquellas iniciativas que se originaban en la colonia florecían y daban excelentes frutos, las autoridades del territorio facilitó tierras para ese fin a numerosos reisidentes. En contados años muchos croatas de Magallanes contaban con millares de cabezas de ganado. En cantidades cada vez mayores, carnes y lanas del sur chileno ganaban mercado en Europa, lo que representaba para Chile una importante fuente de ingresos. Entre los artífices del nuevo mi]agro socioeconómico cabe destacar a Francisco Brzovic, Antonio Mimica, Felipe Turina, Natalio Simunovic, Jorge Zmirak, Amtonio Tafra, Antonio Marusic, Jorge Jordan, los hermanos Katunaric, los hermanos Goic y Vicente Kusanovic.


    Kusanovic, a poco de iniciarse como ganadero, vivió una experiencia que por muchos años recordaba todo Magallanes. En cierta ocasión se había desencadenado una de las frecuentes tormentas de viento y nieve sobre la zona donde se encontraba su ganado. Temió perderlo todo; pero no desesperó. Acompañado por dos coterráneos, desafiando al elemento, dirigióse a la zona castigada. Con manos semicongeladas arrancaban a los animales de la nieve, arrastrándolos luego a lugares protegidos por rocas y árboles. Alimentándose con el pan seco, tocino, aguardiente y nieve, trabajaron sin descanso durante siete días. Para no perecer congelados, las siete largas noches sureñas las pasaron entre ovejas. Fue así como Kusanovic y sus dos acompañantes salvaron la mayor parte del ganado. Como habían transcurrido nueve días sin que regresaran ni dieran señales de vida, los amigos de Punta Arenas oficiaron una misa "por el eterno descanso de sus almas". Así, gracias a su esfuerzo de aquella larga jornada, pocos años después Kusanovic llegó a contar con 25.000 ovejas.


    A partir de 1900 ya era notable la presencia de inmigrantes croatas en todo el territorio sureño, y no hubo una sola actividad social, cultural o económica en las que ellos no estuvieran representados. Su fuerza numérica, por otra parte, aumentaba cada año, para alcanzar en 1914 la cifra de cuatro mil, residiendo en su mayor parte en Punta Arenas. Algunos ex- presidentes afirmaban que en esa época "una mitad de los habitantes de la ciudad hablaba el croata, y la otra mitad lo entendía". Por su parte, chilenos hijos de croatas, nacidos en Punta Arenas, y que en 1956 irían en Santiago, lo mismo que algunos otros chilenos que habían conocido dicha ciudad, entre estos el general Mario Bravo, coincidían en afirmar que difícilmente colonia extranjera alguna llegó a armonizar tanto con el elemento nativo como lo supo hacer la colonia croata.


    Sin embargo, fuera de Chile, de todo esto muy poco se sabía en el mundo. Poco se sabía inclusive en países del continente. En efecto, en 1955 encontróse el que escribe, en un café de la calle Bandera, de Santiago, con dos periodistas que acababan de visitar aquella ciudad sureña. Como quien supiera demasiado, afirmaban que no era difícil advertir la obra transformadora realizada por la colectividad "Yugoslava". En sus libretas de anotaciones tenían registradas obras que más les habían llamado la atención, y nombres de personas a las que esas obras se debían en realidad, pero que no eran registradas como croatas. Una verdadera ensalada. Como era natural se les advirtió que carecía de base y de seriedad todo lo anotado; que las realizaciones en el campo urbanístico, industrial, comercial, ganadero, naviero, cultural y tantos otros, eran debidas, en un alto porcentaje, a los integrantes de la colonia croata; quelos Zambelic. Paravic, Sgombic, Jordan y Bonacic Doric, registrados en sus cuadernos con otra nacionalidad, eran todos croatas, y que, además, ello no era un secreto para ningún vecino de Punta Arenas.


    No fue posible averiguar si aquellos dos periodistas publicaron lo que llevaban anotado. Si lo hicieron, y si convencieron, ello se pudo deber al menos en parte, a que los croatas no hicieron conocer la única verdad. Y es hora de hacerlo. El mundo debe conocer a la Croacia emigrada con la imagen hasta hoy casi ignorada; debe conocerla con la imagen de un ejército de paz, formado por más de 2.000.000 de sacrificados trabajadores, empresarios, industriales, inventores, científicos, profesionales, artistas y sabios; ejército que no hizo ni hará conquistas que nada destruyó ni destruirá, sino,que ayudó a construir la grandeza de ese mismo mundo.


    Referencias sobre la colonia del período 1920 a 1939. Algunos datos estadísticos
    Después de 1920 un importante número de croatas residentes en el territorio de Magallanes desplazóse hacia distintos puntos del centro del país. Como consecuencia de los desplazamientos, más las bajas producidas por fallecimientos, en 1939 el número de afincados en dicho territorio había descendido en ese año a menos de 2.000, de los cuales más de una mitad vivía en Punta Arenas. El mismo fenómeno tuvo lugar en el norte, muy acentuadamente después de producidas las ventas de empresas salitreras. Por esta razón, las colonias de Iquique y Antofagasta, otrora muy numerosas, apenas si eran algo más que simbólicas. Pero al mismo tiempo, las migraciones aludidas, y la incorporación de 4.500 nuevos inmigrados, revitalizaron a las pequeñas colonias existentes en La Serena, Valparaíso, Llolleo, San Antonio, Talca, Rancagua, Valdivia y otros puntos, aumentando considerablemente a la más numerosa entre ellas, la de Santiago. Cabe señalar que durante los tres períodos inmigratorios, el tercero de los cuales terminaba precisamente en 1939, el total de ingresados se acercaba a 22.000. Pero a causa de bajas naturales producidas hasta entonces, debido también a que más de ochocientos de ellos habían regresado a la tierra natal, y que unos 1.500 dejaron Chile para radicarse en la Argentina, Bolivia y Estados Unidos, el total de radicados en el año señalado no pasaba de 8.000.


    A causa de la notable disminución de su fuerza numérica, al desgaste físico e intelectual de los hombres de la vieja colonia, y a ciertos hechos de carácter político que se sucedían en la patria, la vida social y cultural de la colonia apenas si era perceptible en vísperas del estallido de la Segunda Guerra Mundial.


    Vida social y cultural de la vieja colonia


    La colonia croata en Chile, ya desde su fundación, no se destacó como una comunidad creativa tan solo en el terreno material; ella hizo innegables aportes al medio en que se desenvolvía también en el terreno social y cultural. Al mismo tiempo, destacábase sobresalientemente entre colonias hermanas, esparcidas por el mundo, en el quehacer patriótico.


    En efecto, en 1885 fue fundada en Punta Arenas la "Sociedad Dálmata", como centro de reunión de la colectividad. Cinco años más tarde, a iniciativa de Juan Simón Paravic, Pedro Zambelic, Felipe Turina, Jorge Jordan, Jorge Zmirak, Antonio Peric y Lucas Bonacic Doric (autor del libro "El oro maldito"), fue organizada la "Sociedad Croata de Socorros Mutuos", cuya finalidad consistía en socorrer a enfermos y ayudar a menesterosos de la colectividad. En 1901, la nueva institución construye su sede social y el mausoleo. Ese mismo año fue organizado el conjunto orquestal "Tomislav", siendo su director el profesor de música Juan Lokmar. Cooperaron con Lokmar el periodista Miroslav Tartaglia y el profesor Gasic. Casi simultáneamente fue organizado el grupo teatral, primero en su género en todo Magallanes, y también un coro polifónico. Las actuaciones de estos grupos artísticos representaban grandes sucesos, no solo entre los croatas residentes, sino también entre chilenos y extranjeros afincados en la ciudad.


    En 1906, a iniciativa de hombres entusiastas y activos, como lo fueron Milivoj Paravic, Juan Pavlov, Juan Trutanic, Jorge Jordan, Juan Skarmeta, Lucas Njiric, Slavko Brncic, Pedro Goic, Mladen Paravic, Pedro Eterovic, Mateo Bencur, Lucas Bonacic Doric, Jorge Kamnelic y otros más, fue fundada la sociedad "Hrvatski Sokol" (El Halcón Croata). Los halcones, o "sokolinos" como se los prefería denominar, practicaban cultura física y deportes en general. También llevaban a cabo grandes concentraciones y desfiles, haciendo gala de sus vistosos uniformes; particularmente en ocasión de la fiesta patria chilena, y el día 30 de abril, en recordación de la decapitación, por parte de austríacos, de patriotas croatas, Petar Zrinski y Krsto Frankopan.


    En la misma ciudad de Punta Arenas, la colonia croata llegó a contar con su periodismo propio. En 1906 vio la luz su periódico "Domovina" (La Patria), que fundara el periodista Miroslav Tartaglia, formando parte del cuerpo de colaboradores Lucas Bonacic Doric, el doctor Mateo Bencur, Jorge Jordan, Pedro Grasic, Juan Ansic y Pedro Marangunic. "Domovina" fue un órgano muy querido por la colonia, pues era un medio para cultivar la lengua materna, y mantener encendido el fuego del ideal patria.


    En medio de tan numerosa y activa colonia, en medio de tantas instituciones, no podía faltar la presencia de la mujer croata. En efecto, en 1912, a iniciativa de Josefina Mikulicic de Paravic, Apolonia Juricic de Paravic, Apolonia Juricic y María Ansic, surgió en Punta Arenas la nueva institución consistía en realizar periódicamente fiestas sociales y sociedad "Hrvatska Zena" (La mujer croata). La labor principal de la patrióticas, llevar cabo obras benéficas y enseñar el idioma croata a hijos de residentes. En 1916, con el propósito de reafirmar su carácter de institución patriótica, "Hrvatska Zena" adopta el nombre de la heroína nacional croata Katarina Zrinski.


    También en el lejano norte la colonia desarrollaba actividades sociales, culturales y patrióticas. En 1892, los residentes en Antofagasta fundaban la "Sociedad Dálmata de Socorros Mutuos", que era apoyada por toda la colectividad. En 1898 fue organizada en la misma ciudad la sociedad "Hrvatski Sokol" (El Halcón Croata), institución que atraía a jóvenes de origen croata, deseosos de practicar cultura física. Además, en 1902, cuatro años antes de que ello se llevara a cabo en Punta Arenas, aparece en Antofagasta el periódico "Sloboda" (La Libertad), siendo su director Juan Krstulovic. Nueve años después vio la luz en la misma ciudad otro periódico, "Pokret" (El Movimiento), que editaba Mateo Skarnic.
    La colonia croata supo en todo momento reconocer y agradecer al país y al medio ambiente en que se desenvolvía, la prosperidad que allí había logrado. Su reconocimiento y gratitud las pusieron de manifiesto los hombres de la colonia, contribuyendo grandemente al bien común de Iquique y Antofagasta. Participaron con su labor y monetariamente en el mejoramiento del aspecto urbano de las dos ciudades; financiaron la construcción de no pocas escuelas; construyeron y ornamentaron la plaza principal de Antofagasta, y en ambas ciudades fundaron y sostuvieron económicamente sendos cuerpos de bomberos, que en los dos lugares se denominaban "Sociedad de Bomberos III Compañía".


    La imagen de la colonia entre los años


    Entre 1946 y 1956 no hubo emigración de croatas hacia Chile, y los grupos no muy numerosos que ingresaron procedían de campamentos de refugiados de Austria, Alemania e Italia. Los nuevos inmigrados, por su reducido número, no representaba, de modo alguno, un aumento notable en las familias de la colonia, pues, por causas naturales su número seguía disminuyendo. Así, en 1956, el total de residentes croatas en todo Chile era calculado en 6.000, y estos fueron fundiéndose en sociedad chilena, destino final de toda inmigración. Ese mismo año 1956 continuaban desarrollando sus actividades, en forma no muy dinámica, la institución "Jadranska Vila" y el "Club Croata", y se editaba la revista ilustrada "Jadran", en los tres casos en Santiago. En el campo cultural la colonia fue bien representada por los profesores universitarios Fertilio, Rebune y Weissenberger.


    Sin embargo,, fue precisamente en esos años cuando mejor se apreciaba el fruto de los cien años de trabajo y sacrificio de los hombres de la vieja colonia. A lo largo de 3.000 kilómetros de extensión que tiene Chile, en todas las ciudades, y en los campos, era posible contemplar ese fruto. En manos, no ya tanto de inmigrantes, cuanto en las de sus hijos, florecían centenares de industrias, grandes y pequeñas, comercios, empresas de transporte, sociedades financieras, compañías de seguros, industrias de la construcción, campos de ganado, viñedos, olivares, pesca y todas las demás actividades que hacen a la vida económica de un país.


    Por último, el fruto más apreciado de un siglo de lucha y sacrificios de los hombres de la vieja colonia, y del que todos los croatas tienen motivo para enorgullecerse, son los hijos y nietos de aquellos lejanos marinos y ganaderos de Punta Arenas, y de pioneros de la industria salitrera del norte. Entre esos hijos surgieron centenares de profesionales, médicos, ingenieros, arquitectos, catedráticos, científicos, diplomláticos, músicos, artistas. periodistas, escritores, deportistas, hombres públicos y sacerdotes.


    Monseñor Boric, obispo de Punta Arenas, es hijo de croatas. También es hijo de croatas el internacionalmente valorado escritor Roque Skarpa, y lo son los periodistas Simón Sterovic, Simón Stanisc y Lenka Franulic (directora de "Ercilla"). Es hijo de croatas Radomiro Tomic (ex- candidato a la presidencia de la nación), y es nieta de croatas por parte materna, la cantante lírica señorita Barrionuevo Ansic, nieta -cabe subrayarlo- de Juan Ansic, destacadísimo miembro de la vieja colonia de Punta Arenas.


    Hay una anécdota emotiva relacionada con esta cantante, anécdota que constituye la esencia misma del espíritu croatista de la colectividad. En los años 1948-52, esta destacada exponente del arte lírico chileno solía dar conciertos de temporada en su ciudad natal, Punta Arenas, en Valparaíso, Viña del Mar y en Santiago. Como un broche de oro de sus conciertos, previamente solicitada la venia del público asistente, entonaba el Himno Nacional Croata, "Liepa Nasa Domovino" (Hermosa Patria Nuestra). En una oportunidad manifestó a este autor que lo hacía en homenaje a su amadísimo abuelo Juan, a los hombres de la colonia y a la tierra que diera a Chile hijos tan nobles.


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    Quinientos años del éxodo croata Katarina Kosaca de Kotromanic fue la esposa del penúltimo rey croata de Bosnia Esteban Tomas Kotromanic. Hija del conde (herzog) Esteban Vukcic Kosaca, el más grande señor feudal de Herzegovina, Katarina en su niñez de religión patarena, conocida en tierras croatas como "bogumila", abrazó el catolicismo antes de contraer el matrimonio con el rey Tomas. Se destacó por su devoción y apego al pueblo. Edificó varias iglesias y, después de la ocupación turca de Bosnia, tuvo que refugiarse primero en Split y luego en Roma. De allí intento liberar a Bosnia y a sus dos chicos -Sigismundo y Katarina- llevados al cautiverio por los turcos. Lo hizo sin éxito y los dos fueron educados en la doctrina del Islam y murieron en el Imperio otomano sin que su madre los hubiera visto nunca más. Katarina murió el 25 de octubre de 1478 y fue sepultada en la iglesia franciscana de Santa María en la colina Ara Coeli (Roma). Previendo su no lejana muerte llamó al escribano de la ciudad de Split y con otros testigos croatas de Bosnia. Los franciscanos pusieron sobre su sepulcro la inscripción en "sus caracteres" en idioma croata, que luego, al reconstruir a la iglesia, fue reelaborado en el idioma latín.


    Los croatas en el mundo entero, especialmente en el exilio, conmemoran esta trágica figura de su historia, considerándola protectora de su secular emigración. Fue la más destacada personalidad -dignatario político- estatal- del éxodo croata, que sigue hoy todavía por la opresión del régimen y la hegemonía de Belgrado en su patria. Cinco siglos de injusticias, creemos, en un futuro próximo terminarían con el triunfo de la justicia. Las plegarias de los croatas ante su sepulcro en Roma contribuirán para la liberación de Croacia, pues Catarina está en el proceso de la beatificación, mientras los católicos croatas en Bosnia, especialmente en la ciudad Sutjeska guardan celosamente recuerdos de la misma, denominando una de sus prendas "catarineas".


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    Živjela Hrvatska i Dalmacija i nek živi i Čile!



     
    #1 Draugen, 10 Jul 2012
    Última edición por un moderador: 14 Nov 2016
  2. Diabolus Nostrum

    Diabolus Nostrum Invitado

    Hvala na informacijama moj vuk :bravo:
     
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