El reino Perdido de Caín

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por Eddie., 10 Abr 2010.

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  1. Eddie.

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    Lo Resumí lo que más pude:

    La capital azteca, Tenochtitlán, era una impresionante metrópolis cuando llegaron los españoles. Sus crónicas la describen como una ciudad grande, si no más grande que la mayoría de las ciudades europeas de su tiempo, bien diseñada y administrada. Situada en una isla del lago Texcoco, en el valle central de las tierras altas, estaba rodeada de agua y cruzada por canales -una especie de Venecia del Nuevo Mundo.

    Las largas y amplias calzadas que conectaban a la ciudad con la tierra firme impresionaron enormemente a los conquistadores, al igual que las numerosas canoas que surcaban sus canales, las calles inundadas de gente, o los mercados repletos de mercaderes y mercancías de todo el reino.

    El palacio real tenía numerosas dependencias llenas de riquezas, rodeado de jardines en donde había una inmensa pajarera y un zoo. Una gran plaza, rebosante de actividad, era el escenario de las fiestas y los desfiles militares.

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    Pero el corazón de la ciudad y del imperio era su enorme centro religioso, un inmenso rectángulo de casi cien mil metros cuadrados rodeado por un muro trabajado para dar el aspecto de serpientes retorcidas. Había multitud de edificios dentro de este recinto sagrado, los más sobresalientes de los cuales eran el Gran Templo, con sus dos torres, y el templo parcialmente circular de Quetzalcóatl.

    El Gran Templo tenía la forma de una pirámide escalonada, elevándose por pisos hasta una altura de alrededor de cincuenta metros con una base de unos 45 por 45 metros. Era la culminación de varias fases de construcción: como una muñeca rusa, la estructura externa estaba construida sobre otra anterior más pequeña, y ésta cubría otra estructura aún más antigua. En total, siete estructuras se sobreponían unas a otras. Los arqueólogos pudieron acceder, capa tras capa, hasta el Templo II, que fue construido en los alrededores del 1400 d.C; éste, al igual que el último, ya tenía las dos torres gemelas distintivas en su cúspide.

    Simbolizando un curioso culto doble, la torre del lado norte era un santuario dedicado a Tláloc, dios de las tormentas y los terremotos (Fig. 3 a). La torre sur estaba dedicada a la deidad tribal azteca Huitzilopochtli, su dios de la guerra. Se le representaba habitual-mente con un arma mágica llamada la Serpiente de Fuego (Fig. 3b), con la cual había derrotado a cuatrocientos dioses menores.
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    El motivo de las torres gemelas quedó realzado posteriormente en el recinto sagrado con la erección de dos pirámides coronadas con torres, una a cada lado del Gran Templo, y dos más algo más atrás, hacia el oeste. Las dos últimas flanqueaban el templo de Quetzalcóatl, que tenía la poco habitual forma de una pirámide escalonada regular por delante, pero con una estructura escalonada circular por detrás, desde donde seguía elevándose hasta convertirse en una torre circular con cúpula cónica (Fig. 4). Muchos creen que este templo servía como observatorio solar.

    A. F. Aveni (Astronomy in Ancient Mesoamerica) concluyó en 1974 que, en los días de los equinoccios (21 de marzo y 21 de septiembre), cuando el Sol se eleva en el este exactamente sobre el ecuador, la salida del Sol se podía ver desde la torre de Quetzalcóatl justo entre las dos torres de la cúspide del Gran Templo.

    Y ello es posible porque los arquitectos del recinto sagrado habían erigido los templos a lo largo de un eje arquitectónico que no estaba alineado exactamente con los puntos cardinales, sino con un eje desviado siete grados y medio hacia el sudeste; así se compensaba exactamente la posición geográfica de Tenochtitlán (al norte del ecuador), permitiendo la visión del Sol en aquellas fechas cruciales elevándose por entre las dos torres gemelas.

    Aunque los españoles pudieran no darse cuenta de este sofisticado detalle del recinto sagrado, las crónicas que dejaron hablan de su asombro al encontrarse no sólo con un pueblo cultivado, sino también con una civilización muy similar a la española. Aquí, al otro lado de lo que había sido un océano prohibido, a todos los efectos aislado del mundo civilizado, había un Estado encabezado por un rey -al igual que en Europa.

    Nobles, funcionarios y cortesanos llenaban la corte real. Había emisarios que iban y venían. Se obtenía tributo de las tribus vasallas, los ciudadanos leales pagaban sus impuestos. En los archivos reales se conservaban los registros escritos de la riqueza, las dinastías y las historias tribales. Había un ejército con un mando jerárquico y armas perfeccionadas.

    Había artes y oficios, música y danza. Había festividades relacionadas con las estaciones y días sagrados prescritos por la religión -una religión de Estado, al igual que en Europa. Y había un recinto sagrado con sus templos, capillas y residencias, rodeado por un muro -al igual que el Vaticano en Roma-, recorrido por una jerarquía de sacerdotes que, al igual que en la Europa de su tiempo, no eran sólo custodios de la fe e intérpretes de la voluntad divina, sino también guardianes de los secretos del conocimiento científico. En éste, la astrología, la astronomía y los misterios del calendario eran fundamentales.

    Algunos cronistas españoles de la época, intentando contrarrestar las embarazosas impresiones positivas de lo que deberían haber sido unos indios salvajes, le atribuyeron a Cortés una reprimenda a Moctezuma por adorar «ídolos que no son dioses, sino demonios malignos», una influencia nefasta que, supuestamente, Cortés se ofrecía a contrarrestar construyendo en la cima de la pirámide un santuario con una cruz «y la imagen de Nuestra Señora» (Bernal Díaz del Castillo, Historia Verdadera).

    Pero, para asombro de los españoles, el símbolo de la cruz ya era conocido de los aztecas, que lo tenían por un símbolo de significado celestial, y que figuraba como emblema del escudo de Quetzalcóatl .

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    Según el Libro de Henoc, a este patriarca le enseñaron las matemáticas y los conocimientos de los planetas, así como el calendari-o durante su viaje celestial, y se le mostró la ubicación de las «Siete Montañas de Metal» en la Tierra, «en el oeste».

    Los prebíblicos textos sumerios conocidos como las Listas de los Reyes relatan también la historia de un soberano antediluviano al que los dioses le enseñaron todo tipo de conocimientos. Su nombre-epíteto era EN.ME.DUR.AN.KI -«Señor del Conocimiento de los Fundamentos del Cielo y la Tierra»- y es muy probable que sea un prototipo de los Henocs bíblicos.

    Los relatos nahuatlacas de las andanzas y la llegada a un destino final, del asentamiento y la construcción de una ciudad; de un patriarca con dos esposas, cuyos hijos son el origen de pueblos; de uno que se hizo famoso por ser forjador de metales... ¿No resultan demasiado semejantes a los relatos bíblicos? Incluso la importancia que los náhuatl le dan al número siete se refleja en los relatos bíblicos, pues el séptimo descendiente del linaje de Caín, Lámek, proclamó enigmáticamente que «hasta siete veces será vengado Caín, y Lámek setenta y siete».

    ¿No nos estaremos encontrando en las leyendas de las siete tribus nahuatlacas -en sus antiguos recuerdos- con el desterrado linaje de Caín y su hijo Henoc?

    Los aztecas pusieron el nombre de Tenochtitlán a su ciudad, la Ciudad de Tenoch, llamada así en honor de su antepasado. Si tenemos en cuenta que, en su dialecto, los aztecas prefijaban muchas palabras con el sonido T, Tenoch podría haber sido en su origen Enoch, si se le quita el prefijo T.

    Un texto babilónico, basado, según los expertos, en un primitivo texto sumerio del tercer milenio a.C, cuenta enigmáticamente una disputa, que termina con un asesinato, entre un labrador y su hermano pastor, al igual que los bíblicos Caín y Abel. Condenado a «vagar con pesar», el infractor, llamado Ka'in, emigró a la tierra de Dunnu, y allí «construyó una ciudad con torres gemelas».

    Unas torres gemelas en la cúspide de las pirámides era el sello distintivo de la arquitectura azteca. ¿Conmemoraría esto la construcción a cargo de Ka'in de una «ciudad con torres gemelas»? ¿Y Tenochtitlán, la «ciudad de Tenoch», no se llamaría así debido a que Caín, milenios atrás, «construyó una ciudad y le puso por nombre el nombre de su hijo, Henoc»?

    ¿No nos habremos encontrado en América Central el reino perdido de Caín, la ciudad a la que pusiera por nombre Henoc? En realidad, esta posibilidad ofrece respuestas plausibles al enigma de los comienzos del hombre en estos dominios.

    Pero también puede arrojar luz sobre otros dos enigmas -el de la «marca de Caín», y el del rasgo hereditario común a todos los amerindios: la ausencia de vello facial.

    Según el relato bíblico, Caín, tras ser desterrado de las tierras pobladas por el Señor y condenado a vagar por Oriente, comenzó a preocuparse por la posibilidad de ser asesinado por alguien que buscara venganza. Y así, el Señor, para indicar que Caín andaría errante bajo Su protección, «puso una señal a Caín, para que si alguien lo encontrara, no lo matara».

    Aunque nadie sabe en qué pudo consistir esta «señal» distintiva, generalmente se acepta que fue algún tipo de tatuaje en la frente. Pero, por lo que se dice posteriormente en la Biblia, parece que la cuestión de la venganza y de la protección contra ella tuvo su continuidad hasta la séptima generación y más allá. Un tatuaje en la frente no habría durado tanto, ni hubiera podido transmitirse de generación en generación. Sólo un rasgo genético, transmitido de forma hereditaria, podía cumplir con las afirmaciones bíblicas.

    Y, a la vista de este particular rasgo genético de los amerindios -la ausencia de vello facial- uno se pregunta si la «marca de Caín» y sus descendientes no sería este cambio genético. Si nuestra conjetura es correcta, América Central -Mesoamérica-, como punto focal desde el cual se expandieron los amerindios hacia el norte y hacia el sur en el Nuevo Mundo, sería, de hecho, el Reino Perdido de Caín.

    Eso sería

    ahi esta la fuente: http://www.bibliotecapleyades.net/sitchin/reinosperdidos/reinosperdidos02.htm#2 - EL REINO PERDIDO DE CAÍN

    es lo que mas puedo resumir

    sin perder la idea central, dense el tiempo de leer
     
  2. C A M E LL O

    C A M E LL O Usuario Casual nvl. 2
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    leyendo... sse agradece
     
  3. uscorpion_2010

    uscorpion_2010 Usuario Nuevo nvl. 1
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    buena info...se agradece!!!
     
  4. Maurysb

    Maurysb Usuario Nuevo nvl. 1
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    CAÍN MODERNO WN XD jkasdas la wea fail xd , en to caso intedezante
     
  5. vassilij zaitsev

    vassilij zaitsev Usuario Nuevo nvl. 1
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    cuatico wn :3 . vale por la infooo chioro<
     
  6. dcm87

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    se agradece compa desconocia este tema
     
  7. miguelprenta

    miguelprenta Usuario Casual nvl. 2
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    wena info cumpa!!!! ute alguna vez a leido el libro q regalan los misioneros mormones.... ellos te regalan un libro que se llama el libro de mormon de ahi el apodo q le dan de mormones... y ese libro cuenta de una familia q vivia en jerusalem mas menos unos 600 a.c y q ellos por mandatos del dios salieron de jerusalem, anduvieron mucho tiempo por el desierto hasta que llegaron a las orillas del mar y se le mando que construyesen barcos ... esos barcos los trajieron a estas tierras hoy en dias las americas y ellos llegaron mas menos a estas regiones (chile ,peru) pero con el tiempo fueron emigrando hacia el norte mejor dicho centro america y mas pal norte la historia cuenta que se formaron dos civilizaciones.... y entre ellas hubieron muchas guerras una de las civilizaciones eran muy creyente en dios y guardaban sus registros la otra ni ahi con dios pero igual llevaban sus registros.... cuento corto... la civiziliacion que era creyente empezo a decaer y a hacer cosas terribles mas terribles que la otra civilizacion que ni siquiera creia en dios!!!.... al final hubo una gran guerra!!! y la civilizacion no creyente se puso por sobre la otra que decayo hasta perderse!!! y la civilizacion q quedo vienen a hacer los antecesores de los indios americanos que encotraron los españoles....!!!

    P.D.: EN EL LIBRO DE MORMON HABLA DE CIUDADES ENORMES Q SE CONSTRUYERON!!!

    SI TIENEN DUDAS CONSULTENME Y LEAN EL LIBRO SE SORPRENDERAN!!!
     
  8. miguelprenta

    miguelprenta Usuario Casual nvl. 2
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    OTRA INFO MAS!!!
    SOBRE LA MARCA DE CAIN CUMPITA: SACADO DEL WIKIPEDIA!!
    Históricamente algunos cristianos han interpretado a partir de los pasajes bíblicos que la marca de Caín formaba parte de su maldición. En el siglo XVIII en América y Europa a menudo se asumía que la &#8220;marca de Caín&#8221; era la piel negra, y que los descendientes de Caín eran negros y seguían bajo la maldición.[cita requerida] Aceptando la teoría de que Dios había maldecido a las personas negras, algunos han utilizado la maldición de Caín como una justificación bíblica para el racismo. Estas interpretaciones raciales y étnicas de la maldición y la marca han sido progresivamente abandonadas incluso por los teólogos más conservadores desde mediados del siglo XX, aunque la teoría sigue siendo sostenida por grupos racistas y una minoría de iglesias cristianas.[cita requerida]
    Aparte de la piel negra, se han desarrollado otras teorías sobre la posible manifestación de la marca: en ocasiones se ha dicho que la lepra, la sarna, el herpes y otras enfermedades cutáneas son "la marca de Caín".[cita requeridHistóricamente algunos cristianos han interpretado a partir de los pasajes bíblicos que la marca de Caín formaba parte de su maldición. En el siglo XVIII en América y Europa a menudo se asumía que la &#8220;marca de Caín&#8221; era la piel negra, y que los descendientes de Caín eran negros y seguían bajo la maldición.[cita requerida] Aceptando la teoría de que Dios había maldecido a las personas negras, algunos han utilizado la maldición de Caín como una justificación bíblica para el racismo. Estas interpretaciones raciales y étnicas de la maldición y la marca han sido progresivamente abandonadas incluso por los teólogos más conservadores desde mediados del siglo XX, aunque la teoría sigue siendo sostenida por grupos racistas y una minoría de iglesias cristianas.[cita requerida]
    Aparte de la piel negra, se han desarrollado otras teorías sobre la posible manifestación de la marca: en ocasiones se ha dicho que la lepra, la sarna, el herpes y otras enfermedades cutáneas son "la marca de Caín".
     
  9. Crimson Ghost

    Crimson Ghost Usuario Habitual nvl.3 ★
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    muy interesante la info, puede ser que en verdad hayan llegado a mexico y construido la ciudad
     
  10. 'Zekua

    'Zekua Usuario Habitual nvl.3 ★
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    Mi profe de historia algo nos conto de eso.
    Se Agradece.
     
  11. ♫Ingrid Bergman♪

    ♫Ingrid Bergman♪ Usuario Habitual nvl.3 ★
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    wauuuuuuuuu k wena info
     
  12. xoxito20

    xoxito20 Usuario Casual nvl. 2
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    estamo leyendo se agradece...
     
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