NO ES LA PRIMERA VEZ QUE MONTAN UN CRISTO Ayer por la noche, el local madrileño Nasti Club recibió el impacto de varias vírgenes molotov que ocasionaron desperfectos en la fachada y mantuvieron en vilo a la clientela, que no se atrevió a abandonar la discoteca hasta que las autoridades policiales acudieron al lugar de los hechos. Las autoras del ataque son cinco ancianas que ya habían amenazado a los responsables del local, a quienes acusan de provocar ruido y de pervertir a la juventud. Primero intentaron contraprogramarnos celebrando misas en la otra acera y regalando comida a todo el mundo, pero luego empezaron a escribir pasajes de la Biblia en las carrocerías de los coches aparcados en la entrada explica Carla García, promotora del Nasti Club. Los responsables de la discoteca realizaron una primera denuncia la semana pasada, cuando descubrieron que la cerradura del local había sido obstruida con galletas artesanas. Cuando voy a misa los domingos las veo en un rincón luciendo ojeras como yo. Pero claro, qué les vas a decir. Allí juegan en casa explica un joven que recibió el golpe de una virgen en el estómago y perdió el conocimiento y la fe. Los dueños del Nasti se sienten desatendidos y reclaman más contundencia a la Policía: Las retienen unas horas y luego las sueltan porque empiezan a quejarse y a decir que sienten un dolor en el pecho. Estrategias de vieja para salirse con la suya. Y mientras tanto nosotros no encontramos guardias de seguridad que quieran enfrentarse a ellas, porque nadie se atreve a pegar a una anciana y tampoco es agradable que te apunten insistentemente con un crucifijo, asegura García. La Policía, que ha requisado varias vírgenes molotov, crucifijos punzantes y agujas de ganchillo, asegura que iniciará una investigación y aumentará la vigilancia en la zona. Fuente: El Mundo Today.