(COLUMNA) Sospechoso

Columna sobre la extraña actitud de los dirigentes de Blanco y Negro al mando de Colo Colo. Esto, porque llega a ser raro que hagan las cosas tan mal.





CRISTIAN ARCOS:

Blanco y Negro es una sociedad anónima deportiva que tiene la concesión para administrar Colo Colo por 30 años. Los motivos de su arribo son variados, pero todos desembocan en el mismo: el club estaba quebrado.

De ahí en adelante hay varias formas para entender la lógica de cómo funciona esta empresa. Por frío que suene, es una empresa. Y como tal, tiene dueños. Accionistas. Que me imagino quieren ganar dinero.

Hay diversos mecanismos para ganarlo. En el caso del fútbol, el más obvio, generar futbolistas destacados de la cantera.

Pero lo extraño, dramático, sospechoso a esta altura, es que los regentes del cuadro albo toman decisiones que van, evidentemente, en la dirección opuesta. No es necesario ser un experto en ingeniería, en marketing, en negocios o en fútbol, para percatarse que sus determinaciones conducen a perder. Perder en la cancha, perder con los hinchas, perder la imagen del club, perder la cantera y, por último, perder dinero.

¿Por qué siguen entonces? Lo encuentro no sólo inverosímil, sino que sospechoso.

No se trata de dividir el mundo entre buenos y malos. Soy de los que han criticado persistentemente a quienes llevaron el club a la ruina. Pero intento instalarme en la lógica del empresario que maneja los clubes y no la comprendo.

Se ha utilizado la concesionaria como plataforma en diferentes aspectos. La presencia de Sebastián Piñera, antes de las elecciones, era claramente una maniobra para acercarse al mundo popular. De acuerdo a ese objetivo, lo cumplió. Lo mismo que Gabriel Ruiz Tagle.

Pero los actuales mandamases llevan un lustro tomando decisiones erradas. Esto es fútbol, no matemática y todos se pueden equivocar en los refuerzos. Pero equivocarse todos los años en todos los refuerzos, es llamativo. Perder jerarquía, pulverizar la cantera, perder a los escasos valores surgidos de cadetes (Rabello, Rubio) y ni chistar por eso, llama la atención. ¿Les da lo mismo perder dinero? Lo dudo.

Si un técnico hace una mala campaña, es probable que lo despidan. Si un jugador tiene una mala temporada, no se le renueva el contrato. Si un médico es negligente, sufrirá las consecuencias. Si un profesor no cumple sus tareas, pronto será cesante. Pero en Colo Colo, con pocas excepciones, quienes tienen el poder no lo sueltan, aunque pierdan en la cancha, en la tribuna y en las arcas.

En la Universidad de Chile la situación en algunos casos tampoco es muy diferente. Si bien los accionistas mayoritarios son hinchas de la U, eso les da cercanía, pero no garantía de éxito. Los que quebraron a Colo Colo eran hinchas fanáticos del Cacique. José Yuraszeck usa su posición de privilegio para limpiar su imagen, dañada perpetuamente por su condena en el caso Chispas.

Nadie dice que regalen las acciones. Pero venderlas es una opción. Sin embargo, tampoco quieren. En poco tiempo Colo Colo sumó 30 mil nuevos socios, justo en la temporada en que hace una de sus peores campañas históricas. Eso dice algo. Es evidente. Todos los dueños son extremadamente exitosos en sus negocios particulares. Extrañamente perdieron toda la visión en el fútbol. Raro. Más que eso, sospechoso.



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