De baluarte tecnológico a fantasmagórica obra arquitectónica. Así se ha transformado la factoría italiana que Romani Artioli ideó para el resurgir de la firma francesa Bugatti, que tenía entre sus haberes. De 1987 a 1995 se forjó el sueño de recuperar a esta marca gala para el olimpo de los superdeportivos, y lo cierto es que el espectacular EB110 diseñado por Marcelo Gandini lo tenía todo para triunfar. Curiosamente, la factoría fue diseñada por el arquitecto Giampaolo Benedini, amigo de Artioli. Y el mismo Benedini sería el encargado de rediseñar el prototipo de Gandini del EB110 en un coche de forma "wedge design" pero con más curvas y superficies que hacen que siga siendo atractivo y actual incluso a día de hoy. Pero la crisis de mediados de los noventa golpeó los mercados justo cuando el EB110 salió al mercado, y Artioli, que se acababa de meter en el lío de adquirir Lotus (y lanzar el Elise) se vio con el agua al cuello, unido al gran éxito que ostentaban en su epoca el 512 de Ferrari y el Diablo de Lamborghini, la firma acabó en manos de Volkswagen por petición expresa de Herr Ferdinand Piech en 1998. Piech decidió devolver a la compañía a Alsacia, a Francia, el país de origen de Ettore Bugatti, quedando la factoría italiana, situada en Campogalliano abandonada a su suerte. Los chicos de Bugatti Passion publicaban una colección de fotos de las instalaciones, que inauguradas allá por 1993, apenas tuvieron un par de años de actividad, suficientes para dar a luz un buen número de EB110. FOTOS Spoiler ¡Debes iniciar sesión para ver el Spoiler!