El loro es un animal simpático, divertido e inteligente. Estas características lo convierten en una mascota ideal. Puedes estar seguro de que tendrás un fiel compañero por muchos años, ya que es una de las especies más longevas (pueden vivir hasta los 50 y 60 años) y nunca dejan de aprender. Son animales muy curiosos, interactúan a menudo con el trato continuo de las personas y de las actividades de entretenimiento que les prodigues. Eso sí, demandan de una regular atención y cuidados en cuanto a su nutrición, hábitat y compañía, pero ellos suelen recompensarte llenando el ambiente hogareño con su alegre personalidad a base de gritos, carcajadas e imitaciones. ANTES DE ELEGIR Se debe tener en cuenta que los loros, especialmente los que son grandes o tipo Aurora son aves silvestres y no deben ser mascotas. Sin embargo, en muchas ocasiones, las personas los heredan, los encuentran o rescatan y tienen que saber cómo cuidarlos, afirma el doctor Eduardo Garay, médico veterinario especialista en aves y animales exóticos. Desde el guacamayo hasta el periquito australiano, cada tipo de loro cuenta con sus propias características y personalidad única. Varían mucho en su temperamento, habilidades para hablar, formación y necesidades de sociabilidad. Es importante que sepas de antemano cuál es la razón por la que adquieres un loro, ya sea como una mascota que te haga compañía, como regalo para otra persona o como pareja para otro loro que ya posees. Los loros son animales muy extrovertidos y sociables, por eso no se les debe descuidar dejándolos solos dentro de la casa por mucho tiempo, porque pueden utilizar los gritos como llamadas de atención o pueden recurrir a sacarse las plumas de manera obsesiva debido al aburrimiento. Necesitan un mínimo de una hora al día dedicada a ellos exclusivamente, pero lo recomendable es que pasen al menos la mitad del día en compañía de algún miembro de la familia. Si tu estilo de vida es muy agitado, es recomendable que te inclines por una pareja o grupo de periquitos australianos, con la finalidad de que se hagan compañía. Tener un loro al que no le des la atención necesaria puede sufrir de ansiedad y volverse agresivo con el tiempo. ALIMENTACIÓN La gran mayoría de nosotros cree que los loros, así como otras especies de aves, solo necesitan alimentarse de semillas durante toda su vida, pero nada dista más de la verdad. Los loros necesitan una dieta rica y balanceada para vivir saludablemente. Deben ingerir las semillas como el girasol, el alpiste, el maíz y otras variedades continuamente, pero no son el único alimento que deben comer. El 80% de su dieta debe incluir frutas, verduras y legumbres, e incluso frutos secos. Los loros deben tener una dieta muy balanceada. Las personas creen que las aves pueden ingerir las mismas comidas que nosotros, pero no es así, muchos cometen el error de darles galletitas, pan con mantequilla y otros snacks que nosotros comemos y terminan trayendo a sus loros por problemas hepáticos y diarreas. Es importante descartar de su dieta alimentos como: palta, cafeína, dulces, chocolate, bebidas con gas y alcohol, pepitas pequeñas y huesos puntiagudos, papas, col, comidas hipercalóricas, saladas, azucaradas, conservantes, perejil y berenjena. Además de darle una alimentación rica en nutrientes, debemos colocar en la jaula del loro un hueso de sepia o una piedra de calcio para que desgaste el pico correctamente, y no se lo lastime picando otro material como el cemento o el metal de su propia jaula. MANTENIMIENTOS DE SU HOGAR Uno de los factores más importantes dentro del cuidado de los loros es la elección de una jaula adecuada. Se debe de tener en cuenta el tamaño del loro y si se tiene más de uno, el comportamiento y nivel de actividad que están acostumbrados a realizar durante el día. Generalmente estas aves necesitan de un espacio amplio para poder desenvolverse con soltura y estirar sus alas a plenitud, por ello la jaula que se escoja debe ser de una dimensión apropiada. Además, la jaula se debe ubicar en un lugar por el que no pasen corrientes fuertes de aire y donde no se sienta mucha humedad. Por otra parte, es esencial que se coloquen dos posaderos de madera como mínimo dentro de la jaula, el diámetro de éstos tiene que corresponder con el grosor de sus patas, para evitar problemas en las articulaciones y que las uñas se desgasten rápidamente. Los posaderos debe ubicarse lejos del comedero y el bebedero, de manera que el loro no los ensucie con sus excrementos. Algunos juguetes como un columpio pequeño, escalerillas de madera o cuerdas pueden ser muy útiles para que el animal se mantenga distraído en los momentos en que los dueños salen de casa. Un aspecto fundamental para la buena salud del animal es la limpieza, la cual se debe de hacer al menos tres o cuatro veces a la semana. Sin embargo, los restos de excrementos y comida se tienen que eliminar diariamente. VISITAS AL VETERINARIO Con la finalidad de proteger a tu loro de enfermedades parasitarias o distintos tipos de vírus debes llevarlo al veterinario con regularidad durante su desarrollo, de esta manera el veterinario podrá aplicarle las vacunas necesarias y llevar un registro de sus visitas. Una de las enfermedades más comunes que sufren los loros son problemas respiratorios, ya que muchas personas no toman en cuenta el grave efecto que tienen las corrientes de aire, especialmente en esta época de invierno, no tapan bien a sus aves o los dejan a la intemperie, asegura Garay. Otras enfermedades comunes en los loros son los problemas hepáticos, salmonelosis, parasitosis por contagio y problemas micóticos. Ya sabes, si piensas acoger a uno de estos plumíferos parlanchines como nuevo miembro de tu familia, debes de tener en cuenta que requieren de algunos cuidados, mucho amor y compañía para que vivan una vida saludable a tu lado. fuente