La papisa Juana

representación medieval de la papisa Juana (como juan VII)

La papisa juana en el Tarot



Una de las más sabrosas leyendas de la Iglesia católica habla de una Papisa que habría llegado a la máxima autoridad eclesiástica, disfrazada de hombre y habría sido descubierta por su embarazo. Hasta el siglo XVI la Iglesia habría reconocido su existencia.

Una de las leyendas más sorprendentes de la Curia Papal es la existencia de la Papisa Juana. La mujer que travestida de hombre habría llegado a lo más alto del papado y habría sido descubierta por un embarazo es una historia de lo más escandalosa. Lo increíble es que hasta el siglo XVI, la misma iglesia no la habría desmentido.

El pontificado de la papisa se suele situar entre 855 y 857, es decir, el que, según la lista oficial de papas, correspondió a Benedicto III. Otras versiones afirman que el propio Benedicto III fue la mujer disfrazada y otras dicen que el período fue entre 872 y 882, es decir, el del papa Juan VIII.

La historia, evidentemente, tiene varias versiones. Las más reconocidas son dos, primera, difundida por Jean de Mailly en la ‘Chronica Universalis Mettensis’ habla de una mujer disfrazada de hombre, que por sus excepcionales talentos y astucia habría logrado primero colocarse como secretaria de la curia, luego abría ascendido a Cardenal y por último a Papa.

Pero lo increíble es que la habrían descubierto porque montando a caballo, habría dado a luz un hijo. El impacto y furia de todos habría sido tal que la ajusticiaron encadenándola por el pie a un caballo, luego la arrastraron y lapidaron por el pueblo durante ‘media legua’.

La papisa muerta tras esa tortura, habría sido enterrada en el mismo lugar donde murió. En el lugar se habría escrito ‘Pedro, padre de padres, propició el parto de la papisa’ y se habría establecido un ayuno de cuatro días llamado ayuno de la papisa.

La otra versión conocida es Martín de Opava, quien detalló la historia de la Papisa en ‘Chronicon Pontificum et Imperatum’. Allí se detalla que Juan, el Inglés quien habría liderado la Iglesia durante dos años, siete meses y cuatro días, era una mujer la que había sido conducida por un amante a Atenas donde había estudiado toda clase de temas, que la habría hecho una erudita en muchas materias al punto que al llegar a Roma, vestido de varón, lo habrían escogido como Papa.

Pero se habría embarazado de su amante, pero si darse cuenta de ello, partió a una procesión desde la Basílica de San Pedro a Letrán y tuvo su hijo en el camino, en una callejuela entre el Coliseo y la Iglesia de San Clemente. Murió tiempo después, pero se supone que el Papa evita esa calle porque estaría maldita, por ese hecho.

Estas historias, que fueron desmentidas tras siglos en el aire, tienen ciertos hitos sabrosos, como por ejemplo que la existencia de la mentada Papisa, habría hecho que ciertas sillas tuvieran en su base un hoyo, por donde se especulaba, se le tocaban los genitales al religioso, para asegurarse que era un varón con todas las de la ley.

Esto, lo explica de otra forma la historia: dicen que había una prohibición a que subieran al trono hombres eunucos, por lo que esa inspección era para eso.

Así también se cuenta que la papisa Juana era en realidad un sobrenombre que recibió en vida el papa Juan VIII por lo que sus opositores consideraron debilidad frente a la Iglesia de Constantinopla.





En algún momento, la Iglesia Católica aceptó la realidad del Papa Juana. Notas marginales en un documento del siglo XV se refieren a una estatua llamada "La Mujer Papa con Su Hijo" que fue puesta cerca del Laterano. También existen mas de 500 manuscritos antiguos que contienen los detalles del reinado Papal de Juana, entre ellos encontramos documentos de autores famosos como Platina, Petrarch and Boccaccio

Durante la Reforma en el siglo XVI la Iglesia Católica comenzó a negar la existencia del Papa Juana

Grabado del Papa Juana de una polemica del siglo XVIII titulada, "Un Regalo para un Papista." Note el bebe a sus pies.​