La balanza se inclina no hacia la derecha

Las decisiones tomadas para restablecer el orden y la seguridad pública causaron mayor desorden e inseguridad durante casi dos meses, sin contar los heridos en ambos bandos y los perjudicados que debieron asumir los despidos y las pérdidas. Lo que partió como una evasión se transformó en una caos confuso y peligroso, a tal punto de proteger los negocios con planchas de metal, otros comprando armas para protegerse de los saqueos y dando a entender que es mas confiables eso que llamar a las fuerzas de seguridad pública, porque no daban abasto. ¿Por qué no daban abasto? Llamar a un estado de emergencia generó más problemas económicos, puesto que provocó desabastecimiento, ya que los camiones que transportaban mercadería lo hacían durante la noche, entre otros problemas económicos que implica decretar eso. Luego como una medida desesperada, comenzaron a disparar balines de goma, con plomo en su interior, hacia los ojos del manifestante, provocando indirectamente mayor caos, destrozos e inseguridad. Aunque digan que no hubo ganadores y perdedores, una linda frase políticamente correcta, la verdad es que sí los hay, por lo tanto, también están quienes fracasaron, cuya balanza no está a su favor, ni lo estará durante varios años.