La encarnizada guerra por el manejo del Senado: Hasta el nombre de Viera-Gallo suena para asumir

Además del ex ministro y senador, mencionan a Gabriel de la Fuente y Macarena Lobos.


“No está para nada en mis planes. ¡Pero para nada!. Está lejos de que lo que ahora pretendo hacer”. El ex senador socialista y quien fuera el primer presidente de la Cámara de Diputados tras el retorno a la democracia, José Antonio Viera-Gallo, reconoce que se enteró informalmente de que su nombre suena desde hace semanas como eventual reemplazo del secretario del Senado Mario Labbé.

Recién este lunes 7 se abrió el concurso para reemplazar a la primera autoridad administrativa del Senado, quien llega a un sueldo sobre los 16 millones gracias a su remuneración bruta de $10.240.212 y el pago de bonos por años de servicio. Aun no hay postulantes formales al cargo, pero en los pasillos del Congreso abundan los rumores.

Así, además de Viera-Gallo, se especula con la eventual postulación de la ex asesora de Hacienda, Macarena Lobos y el exministro Segpres, Gabriel de la Fuente. Hasta el exdiputado PS Osvaldo Andrade surge en las conversaciones entre funcionarios. Por ahora no hay asidero para afirmar el interés de ninguno, pero el nerviosismo da cuenta del juego de tronos que hay al interior de la corporación.

La eventual llegada de un externo genera demasiadas suspicacias en el Senado porque lo que se juega no es poco. Los primeros cargos administrativos de la corporación son de confianza política. Importa la procedencia de los postulantes, pero también importa la experiencia que tengan para el manejo de la corporación que tiene proyectado en 2019 un presupuesto de $41.488 millones.

Funcionarios y senadores apuestan porque se le dé tiraje a la chimenea y asuma alguien de la actual planta funcionaria. El argumento es que nadie de afuera podría entender de buenas a primeras el funcionamiento del buque y manejar la delicada y -a veces- errática relación con los parlamentarios.

Suenan como eventuales postulantes internos la abogada de la comisión de Trabajo, Pilar Silva, quien perdió el concurso previo cuando se nominó a Mario Labbé. Y también el abogado jefe de comisiones, Julio Cámara. Entre algunos parlamentarios de oposición hay especial predilección por Silva, quien es vista como de sensibilidad más progresista que el segundo.

Ley del hielo entre Labbé y Alliende
Otro postulante natural al cargo y quien posee mayor experiencia en manejo administrativo del Senado es el abogado José Luis Alliende, actual pro secretario y tesorero de la Cámara. Sin embargo, su figura es tan controvertida como la del actual secretario Mario Labbé con quien prácticamente no se dirige la palabra pese a la necesidad de coordinación entre los dos primeros cargos administrativos del Senado. Los parlamentarios sostienen que ambos son parte del problema que está empujando la necesidad de una cirugía mayor.

La comisión de régimen tiene decidido que se le pedirá la renuncia a Alliende. Y que una vez que se le notifique formalmente, se llamará a concurso en el mes de marzo.

El actual prosecretario y tesorero de la corporación podría postular al cargo de Labbé. Ya lo hizo en el concurso anterior de 2009, pero su candidatura naufragó porque se le atribuía demasiado vínculo con la gestión del ex secretario del Senado Carlos Hoffmann y con los parlamentarios de derecha. Una filiación política que desmiente, según aseguran sus cercanos y que atribuye a una operación para evitar su ascenso.

No está descartada la postulación de Alliende a la secretaría, aunque en privado -según un cercano- ha comentado que se podría repetir el escenario anterior debido a la tensa relación que hoy tiene con su superior.

Labbé fue ratificado por la Sala en 2010. Dicen en el Congreso que fue gracias al apoyo previo de los senadores Jorge Pizarro (DC) -entonces presidente de la corporación- y de Guido Girardi (PPD). El actual secretario del Senado entonces aparecía como la opción intermedia entre las opciones de Alliende y Pilar Silva.

Los ocho años de Labbé en la secretaría del Senado son objeto de duras críticas entre los funcionarios. En los pasillos del Congreso, una de las Asociación de Funcionarios pegó carteles recalcando que el próximo secretario tiene que “ser un líder más que un jefe”. Se le acusa de un carácter irascible y de imposiciones curiosas como que las cocinas del Senado en Valparaíso y Santiago tienen que preparar sopaipillas en los días de invierno. Ironizan con diciendo que esa es “la ley de la sopaipilla”.

Otra medida que es cuestionada es que el acceso a información pasara a la fiscalía del Senado tras el paso a retiro de la funcionaria que estaba a cargo.

Labbé no respondió el llamado de La Tercera PM. Al cierre de esta edición estaba reunido con el presidente del Senado, Carlos Montes. Tal como publicó Reportajes de La Tercera, el histórico funcionario recientemente fue notificado por la fiscalía de la corporación que su intento por prolongar su estadía en el Congreso le impedirá acceder a su bono de retiro porque el beneficio tiene la condición de haber cursado su renuncia.

https://www.latercera.com/la-tercer...e-viera-gallo-suena-asumir-secretaria/477098/