La Escort.

Hola, soy Javi. En esta historia soy una mujer de 21 años, mido 1,68 cms y siendo bien sincera y franca con ustedes, mi cuerpo está ejercitado puesto que entreno a menudo. Me gustan mucho mis piernas porque gracias al entrenamiento tengo mi potito bien paradito y firme, algo que a los hombres les fascina según mi experiencia. No tengo mucho busto, pero no es problema para mi vida sexual. Tengo unos labios carnosos, soy pecosa y mi cabello es de color negro. No tengo ninguna muralla para conversar sobre cualquier tema referente al sexo, en realidad me gusta mucho compartir experiencias con mis amigas e incluso mis amigos que me usan como psicóloga para darles consejos amorosos jaja.

Habiendo pasado la noche con este niñito, volvimos a la universidad como si nada hubiera sucedido. Le dejé bien en claro que si se le ocurría decir algo al respecto, podíamos meternos en problemas los dos y que si llegaba a decirle a alguien lo iba a castrar sin ninguna duda. Esperaba que le hubiera quedado clarísimo tras esa advertencia.
Pasaron los días, las semanitas, el curso terminó y por fin ya era libre para disfrutar de mis fabulosas vacaciones. Si a alguien le interesa, este niño pasó el ramo con una buena nota, y no por favor mío, sino que por sus calificaciones, así que todo bien jaja.
Cuando Rut me dijo que se iría de vacaciones a Brasil por dos semanas, le pregunté de dónde había sacado tanta plata, siendo que de por sí la u ya te quitaba bastante y ella no trabajaba tampoco. Me comentó que había estado trabajando como escort y sacó un muy buen billete de ahí, algo que a mi no me llamaba para nada la atención. El hecho de que te pagaran y vieran como un objeto, sólo por sexo, se me hacía como extraño. Aunque igual, me lo pensé bastante, resultaba interesante lo fácil que era conseguir dinero por ofrecer servicios sexuales jaja, hay gente que es capaz de pagar mucho con tal de tener relaciones. Me imagino que mucho más al saber que se trata de una joven universitaria.
A pesar de que mis padres tienen un buen sueldo, quería experimentar la idea de lo que había vivido Rut para conseguir el dinero suficiente como para viajar a Brasil así sin más. Como que se te ocurra de repente "oh, quiero ir a Brasil...mañana viajaré", resultaba algo bastante divertido jaja.
Por un momento dudé mucho, en serio que sí, pero una vez decidida, me cree un perfil en una página en donde las chicas se ofrecen con esas descripciones tan enaltecidas sobre ellas jaja, la típica "soy una diosa del sexo, no te arrepentirás". "Soy una chica ganosa, dispuesta a todo para hacerte sentir un rey". Esas cosas jajaja.
Creé mi perfil, me hice un nombre ficticio, puse unas pocas fotitos mías sin mostrar el rostro obviamente, y puse una publicación para ofrecer los servicios. Como yo me trataba de una joven sin experiencia en ese rubro, fui comparando con las otras chicas, que a lo que a mi respecta, eran mujeres extravagantes, muy extravagantes. Uñas larguísimas, enormes traseros, pechos operados y a mi vista, eso se hacía muy incómodo jaja. ¿Cómo a los hombres les pueden gustar mujeres así? En vez de conformarse con alguien de cuerpo simple, que puede incluso darles un mejor trato jaja, pero en fin, a gustos colores.
Esperé durante la tarde, y nada. Sentía que era mejor eliminar mi publicación y ponerme a trabajar en otra cosa. Pero a los dos días, apareció un mensaje de contacto en la página, en donde preguntaban de qué trataban mis servicios. Me preocupé, porque pensé que quizás esperaban que hiciera todo lo de una actriz porno tal vez, y yo ni idea de todas esas cosas jaja. Le expliqué que podía tener trato de pareja si se daba la química, y nada de anal jaja, porque jamás lo había hecho en ese entonces.
El hombre me mencionó que no me preocupara, puesto que él era un hombre aseado y muy educado. Al principio no le creí nada jaja, porque igual, de todo tipo de gente entra en esas páginas buscando mujerzuelas. Pactamos el trato en que serían $50.000 la hora, para mi era poco, pero considerando que estaba recién comenzando, simplemente acepté. Me pidió que nos reuniéramos en un departamento de un hotel en el que se estaba hospedando, me dijo que me estaría esperando con vino, comida y música. No le vi nada de malo, pero a pesar de que yo no bebo, esperaba que no se lo fuera a tomar a mal. Programamos una hora y simplemente fui, no me sentía para nada preparada, tampoco lista, estaba muerta de miedo en realidad. No sabía con quién me iba a juntar, no sabía si esa persona era educada en serio o sólo era un idiota buscando tirar. Aunque el tema de dinero estaba en mi mente de todos modos, era una manera fácil de ganarlo.
Cuando llegué al hotel, le dije al recepcionista que iba a visitar al señor de apellido tal. Él me dijo que pasara sin problemas, así que subí por le ascensor hasta el piso al que tenía que ir. En serio que estaba muy pero muy nerviosa, no sabía en qué me estaba metiendo.
Golpeé la puerta que me correspondía, y me abrió un hombre adulto, podía ser de la edad de mi padre más o menos. Me recibió dándome la mano y besando mi mejilla, yo estaba con las mejillas rojísimas de la vergüenzas, pero él me ayudó a calmarme entre palabras suaves. Me dijo que no había apuro en hacer las cosas, que tampoco quería hacerme sentir incómoda ni nada de esas cosas.
Abrió la ventana para que ventilara un poco y también para que yo pudiera respirar tranquila. Me sirvió una copa de vino y comenzó a conversarme, preguntándome cositas sobre el trabajo. Le dije que no podía hablar sobre el trabajo con los clientes, que era algo poco ético y por lo tanto, él no debía preguntarme al respecto.
No se lo tomó a mal, tampoco cuando le dije que no bebía alcohol, así que encendió un equipo de música y me preguntó si podía bailar un poco para él. Sin problema, me levanté de mi asiento, intenté hacer lo mío empujando al hombre sobre la cama e hice el esfuerzo por hacerle un baila sexy jaja, creo que lo hice pésimo en realidad xD.
Poco a poco me iba sacando la chaqueta y los pantalones, hasta quedar en ropa interior frente a él. Me sentía extraña haciendo lo que estaba haciendo, les soy muy sincera. El hombre se sentó en el borde de la cama y tomándome con las manos, me acercó a él para besar mi panza. Fue muy tierno conmigo, no era bruto ni tampoco un machote queriendo tirar luego, me gustó que tuviera la intención de juguetear un rato.
Con suaves movimientos me acarició los muslos mientras me besaba el vientre. A pesar de que no era un hombre de mi gusto, tenía que terminar con el trabajo para que me pagara y me fuera de regreso a mi depa jaja.
Empezó a bajarme el calzón con delicadeza, yo muy avergonzada y algo incómoda también, porque de todos modos, no era el hombre con el que me gustaría tener sexo por voluntad propia, estaba haciendo eso por conseguir dinero a cambio. Empezó a lamer mi vulva cada vez con más ganas, con sus manos presionaba mi trasero contra él para que no me escapara mientras que yo soltaba gemidos de una excitación extraña tras lo que estaba ocurriendo.
El hombre me estaba mojando mucho, hasta que con lentitud, siguió besando mi torso hasta mis pechos y quitarme el sostén. Lamió mis pezones con total calma, como si nada lo apurara, él iba muy tranquilo.
Me tomó y me recostó sobre la cama con mucha delicadeza, en serio que parecía un hombre muy tierno y cuidadoso. Se quitó la camisa junto con los pantalones y me pidió que le hiciera un oral, yo le comenté que no podía hacerlo a menos que fuera con un condón puesto.
Sacó uno de su pantalón y se lo puso en el pene ya erecto, no era la GRAN cosa, pero tampoco era algo pequeñito, era.. normal, simplemente jaja.
Se puso en frente de mi, me senté para estar más cómoda y tras mirar unos segundos a los ojos del hombre, empecé con el oral que me había pedido. Era extraño hacer sexo oral con un pedazo de plástico en las manos jaja, para qué les vengo con cosas, no sentí nada de exquisito en eso y no se qué habrá sentido el hombre, pero se veía excitado cuando lo miraba a los ojos.
Tras un rato, sacó su pene de mi boca y me pidió que me pusiera de perrito, mi posición favorita jaja. Me tomó de la cintura y con una mano fue acomodando su pene para meterlo en mi vagina, a lo que respondí un suave gemido. El hombre me empezó a penetrar muy lentito, yo simplemente esperaba acostada en una almohada hasta que por fin decidió ir más rápido. Me embestía con muchas ganas, lo estaba haciendo cada vez más rápido a lo que le permitía su ritmo, yo intentaba gemir para demostrarle que estaba vuelta loca con su acto sexual jaja, pero no era una excitación más allá de las que he tenido antes.
Era como tener sexo con ese niño de la universidad otra vez, pero era por dinero, así que tenía que hacer lo posible para satisfacer a mi clientito. Yo le pedía que me diera más, cada vez más, que lo estaba haciendo super bien jaja, que me tenía vuelta loca y esas cosas que de seguro le gusta escuchar a hombres como él.
Después de un ratito, me sujetó con más fuerza y las embestidas pararon de a poco hasta que soltó un gemido extraño, intenté mirar su rostro, pero apenas pude notar que tenía los ojos cerrados detrás de mi. Como si ya hubiera terminado, sacó su pene con el condón lleno de su semen y lo fue a tirar a la basura. En mi mente pensé, ¿eso fue todo?, onda, no duró casi nada jaja. Para ser un adulto, su capacidad para soportar la excitación era algo bajita jiji.
En fin, él regresó para tomar su billetera y sacar el dinero en efectivo que tenía que pagarme. Yo estaba vistiéndome cuando me entregó $70.000, me quedé extrañada porque lo pactado eran cincuenta, pero no me hacía problema. Él me dijo que los otros veinte eran por lo amable que fui con él, por la puntualidad y por ser mi primer trabajo, como incentivo en caso de que necesitara más de mis servicios.
Me sentí entre halagada y rara tras oír lo que dijo, sin embargo, me fui con la plata de regreso a mi depa... Llegué a puro bañarme, porque me sentía muy extraña después de lo que había pasado.

Espero que les estén gustando mis relatos, son experiencias que quizás más de alguna chica ha tenido en su vida. Aún quedan historias por contar, espero que estén ahí para leerlas. Gracias a quienes me estén siguiendo también y por sus mensajitos buena onda.
Nos vemos en la próxima.
Bye <3

La Escort (parte 2)