Fantasías Sexuales Clásicas - Primera Parte

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por negromalvado, 15 Sep 2015.

  1. negromalvado

    negromalvado Usuario Nuevo nvl. 1
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    Fantasías Sexuales Clásicas - Primera Parte


    Hay fantasías sexuales típicas que forman parte del imaginario popular de todos los (y las) califas de nuestro país. Algunas se basan en cuentos infantiles con un cierto trasfondo sexual, algunas se basan en tentaciones de la vida cotidiana que muchas veces se hacen realidad, otras se basan en películas ó libros famosos, etc.

    Aquí va una revisión de algunas de las fantasías sexuales más clásicas y típicas, con ejemplos de casos reales en que la fantasía terminó convirtiéndose en realidad. Apuesto que todo el mundo se reconoce en más de alguna.


    1.- El Jefe y la Secre.

    Un clásico innegable. ¿Cuántas secretarias no han fantaseado con que se las tire ese jefe que las mandonea y las reta como cabras chicas? Hay mucho de sado masoca en la relación jefe-secre, a muchas secres esto de sentirse a la vez atraída y sometida por esa autoridad varonil les produce fuertes sentimientos con un profundo trasfondo sexual. Y por el otro lado, ¿a qué jefe no se le han pasado oscuros pensamientos por la cabeza con más de alguna secretaria buenamoza de su oficina, aunque trate de reprimirlos?

    Además, ésta tiene la particularidad de ser una fantasía sexual que muchas veces termina sucediendo en la realidad. Díganme si no pasa a cada rato en la vida real: Cuántos matrimonios no se han ido a la cresta porque la mujer pilla al marido que se acuesta con la secre, asistente ó subordinada ó cualquiera que sea el cargo de la “sometida”. Esta es posiblemente la fantasía sexual que más veces termina haciéndose realidad, para goce y disfrute de la involucrada, a veces sin ninguna consecuencia negativa, a veces con consecuencias desastrosas.

    Si ir más lejos, cuando estaba recién titulado entré a trabajar a uno de los mayores grupos empresariales de Chile. Y a los pocos meses fuí testigo de la mansa cagá que quedó cuando se supo que la muy buenamoza secretaria del directorio se acostaba con un gringo que era nada menos que el vicepresidente, ambos casados. Terminaron los dos separados de sus cónyuges y viviendo juntos, pero la comadre tuvo que renunciar.

    Por supuesto, esta no es sólo una fantasía que pasa por la cabeza del jefe y de la secre, inevitablemente todo el resto de la oficina termina fantaseando más de alguna vez imaginándose a la dupla en tremenda escena porno. Y de ahí suelen surgir todo tipo de pelambres, envidias, celos, rencillas, malas ondas, etc etc. Típico en todas las oficinas del país.

    En el cine, la excelente película La Secretaria trata justamente de este candente y erótico tema. No hay secre que no termine con los calzones mojados viendo cómo James Spader (el jefe) castiga a la preciosa Maggie Gyllenhaal (la secre) haciéndole tan tan en el poto por haber escrito mal una carta. Y con esa ricura de secre, quién no se tentaría por la cresta.

    Una variante de esta fantasía es lo mismo pero al revés: El subordinado de bajo nivel que termina tirándose a una ejecutiva top de alto rango en el escalafón burocrático. Pero este caso cae más bien dentro de la siguiente categoría, como verán.


    2.- La Cuica y el Flaite

    Otra fantasía sexual clásica. Este tema ha sido llevado muchas veces al cine y la literatura: El compadre de origen humilde que se conquista a una mina de clase alta. El plebeyo que se casa con la princesa. El inquilino que conquista a la hija del patrón. Adórnenlo como quieran para disimular la parte erótica del cuento, pero al final igual el flaite se tira a la cuica. Cuanto más flaite el compadre y más cuica la comadre, más morbosa y sabrosa es la fantasía. Y muchas veces se hace realidad, al igual que la anterior.

    En la literatura erótica, la famosa novela Memorias de una Princesa Rusa relata las aventuras eróticas de una pendex ultra cuica en la época de la Rusia imperial. Cuento corto, la joven y bella princesita se mete con cuanto gil circula por su palacio, pero los capítulos más depravados y escabrosos son justamente cuando se la tira alguno de los muchos sirvientes y flaites de los más bajos estratos sociales. Esos sí que la hacen bolsa a la princesita. Lectura altamente recomendable, pero no para cardíacos.

    Un caso especialmente caliente de esta fantasía sexual es también una variante del caso jefe-secre: El subordinado de bajo nivel que se tira a una mina alta ejecutiva. Pero a diferencia de la secre, en que la fantasía sexual es la máxima culminación gozosa de un oscuro y masoca deseo de someterse al jefe, en este otro caso la fantasía es exactamente lo contrario, y suele tener mucho de venganza del proleta contra el ABC1.

    Por ejemplo, el típico caso del junior ó del auxiliar contable que sueña con tirarse a esa ingeniera comercial recién recibida, súper cuica, súper creída y pizpireta, que los ningunea y los mira a todos en la oficina con cara de “me cargan estos rotos”. Y lo más probable es que los “rotos” de la oficina no sueñen con tirársela de un modo suave y gentil con muchos besitos, flores y chocolates. No, no, nooo. Lo más probable es que fantaseen con tirársela por la fuerza y de preferencia por el chico, hacerla bolsa, y después acabar en su cara y obligarla a que se trague todo el semen, mierda!! ¡Pa que la pendeja cuica aprenda a gozar como buena perra! Pura venganza del pueblo oprimido contra los ricos y poderosos, representados en este caso por esa minita cuica de universidad cota mil.

    Y aunque ustedes no lo crean, a veces pasa que esta fantasía sexual del flaite con la cuica se convierte en realidad. Conozco el caso de una linda rubiecita, ex alumna de un colegio Opus, arquitecta recién recibida de la Católica, que no sé cómo raja terminó metida con un compadre de la Legua que era junior en una oficina, y tal cual, el weón se la tiró por el poto y la minita se volvió loca y se hicieron amantes permanentes, pero todo súper escondido. Lo supe porque el ginecólogo que ve a esta mina es amigo mío y un día me dice: “No me vas a creer en la que anda metida una de mis pacientes más cuicas”; me hizo jurar que lo mantendría estrictamente confidencial y me contó todo el mote.

    El cuento es digno de una novela erótica: el compadre le dió duro por el chiquitín y la linda rubiecita de la ponti cato acabó como tres veces y quedó fascinada con el flaite. La comadre le contó todo el mote a mi amigo en la consulta, le pidió que la chequeara y se asegurara que no le había pegado nada infeccioso, y le hizo un montón de preguntas respecto al sexo anal. Y mientras conversaban, le confesó que cuando pensaba en el weón, se mojaba de puro acordarse de lo que le había hecho. ¿Será que muchas cuicas tienen la secreta fantasía de que un “roto” se las tire por el chico?

    En el caso del perraje de una oficina es fácil entender el fuerte atractivo erótico y trasfondo de venganza social del sueño de tirarse a esa cuica que los mira en menos, especialmente por el chiquitín, pero ¿cómo se explica que una rubiecita de barrio alto termine gozando con un “roto”, y por el camino viejo más encima? ¿Será la clásica atracción de hacer algo prohibido, esto de meterse con un flaite de la pobla, y más encima que la someta al súper tabú y súper pecaminoso acto de ser penetrada por detroit? Harto morboso el tema, pero como pueden ver, ésta también es una fantasía sexual que de vez en cuando se convierte en un caso real, aunque lo más probable es que sea mucho menos frecuente que la secre con el jefe. Para desilusión de todos los flaites.


    2.- El Profe y la Alumna.

    Otro clásico, especialmente en los liceos de niñas. Nada más peligroso que la llegada de un nuevo profe joven a hacerle clases a todas esas pendejas adolescentes con la revolución hormonal a mil y sin otros hombres en la clase aparte del profe. No es ni siquiera necesario que el boludo sea un Brad Pitt, basta con que sea medianamente pasable y no faltan las pendex que terminan con los calzones todos mojados de puro pasarse películas con el compadre.

    Y que no se hagan los santos los profes tampoco: No hay weá mas calentona que esas pendejas de octavo, primero medio, y de ahí para arriba, todas coquetonas con sus jumpers azules cortitos y sus calzones blancos. Si sé, si sé, esto es pura pedofilia según la ley, y al profe que se le ocurre meterse con una colegiala menor de edad lo pueden meter preso si se llega a saber el mote. Pero no se hagan los cartuchos los weones: no hay profe que no tenga que hacer un esfuerzo para no mirarle el potito y las piernas a esas colegialas coquetonas que andan meneando la colita.

    ¿Casos reales? No necesito mencionar ninguno, todo el mundo en todos los liceos de niñas del país conocen más de algún caso. Incluso me pasó a mí. Entre cuarto medio y primer año de la U, le hice clases particulares a un par de pendex de séptimo de un liceo de Providencia. Y terminé tirándome a las dos hasta por las orejas. Pero en mi defensa puedo decir que yo no había cumplido 18 todavía, así que fué todo legal. Y lo pasamos chancho. ¡Par de pendejas calientes!

    Otras variantes de esta fantasía clásica: El alumno que se tira a la profe (hay hasta una película basada en un caso real en Inglaterra), el profe con la alumna pero a nivel universitario, el instructor con la pendex que está aprendiendo a manejar, el entrenador con la nadadora ó la atleta, el personal trainer con la señora casada, etc etc.



    3.- El Viejo y la Lolita.

    Esta fantasía sexual es posiblemente la que más se ha llevado al cine y la literatura. Por supuesto, hay una cierta superposición con la fantasía sexual del profe y la alumna cuando la alumna es mucho menor que el profe, pero aquí el tema no es “el que enseña con la que aprende”, como en la fantasía anterior, sino simplemente la diferencia de edad: Lo morboso que resulta el que un viejo califa se meta con una minita mucho menor que él. De nuevo, tiene todos los ingredientes que una fantasía sexual requiere para ser especialmente sabrosa: Es tabú, pecaminoso, morboso, prohibido, socialmente reprochable e incluso ilegal si la comadre es menor de edad. O sea, excitante y caliente a cagarse. Y por eso se han hecho tantas películas y novelas con este tema, la gente se las pelea porque el tema vende como pan caliente. Y bien caliente.

    Ejemplos hay miles, en la vida real, en el cine y la literatura. La novela “Lolita” de Nabokov es un ejemplo famoso. En esta novela, un tipo se casa con una señora que ya tenía una hija, la señora muere y el viudo termina tirándose a la mojona. Se han hecho al menos dos películas basadas en esta novela, la última con Jeremy Irons como el viudo y la calentona de la Dominique Swain como la lolita que termina gozándose a su papi adoptivo. Nótese que la Swain tenía apenas 14 cuando se filmó esta película.

    Otra película famosa con este mismo tema del viejo con la pendex es “El Ultimo Tango en París”, con Marlon Brando y María Schneider. En esta película, Brando es un cuarentón viudo y la Schneider, que tenía 18 años cuando se filmó, es una lolita que está de novia y se va a casar, pero igual se mete con el cuarentón viudo. Esta película dejó la mansa cagá, no sólo por el tema, sino por la famosa escena de la mantequilla, en la que Brando agarra a la Schneider, la acuesta de guata en el suelo, le baja los jeans por la fuerza, le lubrica el poto con mantequilla y se lo manda guardar por el chico. Y la Schneider gime y patalea pero se deja igual. Fue un escándalo en su época, pero no hay mina que no termine toda mojada después de ver esa escena.

    Y hablando de casos reales de tipos mayores que se meten con una mina mucho más joven, la lista es tan larga que daría para escribir una enciclopedia. El último caso que conozco es el de un conocido empresario de 58 años que se separó de su señora y ahora anda con una mina de 21. ¡La mina es menor que el menor de sus hijos! ¡Qué escándalo! Saaaaa... en el ambiente empresarial todos los viejos weones hipócritas lo deben pelar como chancho pero se deben pajear de lo lindo en la ducha imaginándose a la minita en pelota.

    Una variante obvia de esta fantasía sexual es la comadre que se mete con un weón mucho menor. Hey, si un cuarentón se puede meter con una veinteañera, ¿porqué una cuarentona no se va a poder meter con un veinteañero? Si no, no sería democrático, digo yo. Entre paréntesis, está súper de moda entre las cuarentonas buenamozas de Hollywood, un ejemplo es la Demi Moore que anda con un veinteañero. Claro que quién no se tiraría a esta mansa mina. O a la Jeniffer Aniston. O a la Cameron Diaz. Cuarentonas serán, pero puta las minas ricas por la cresta. Totalmente entendible.



    4.- El Doctor y la Paciente.

    Esta fantasía sexual es más conocida que el hilo negro, y posiblemente tiene su raíz en la más tierna infancia. ¿Quién no jugó al doctor cuando chico ó chica? Nada más erótico y excitante que manosear a esa vecinita rica, jugando a que uno era el doctor y ella era la paciente. Yo hasta le ponía “supositorios” a una primita cuando éramos chicos (en realidad le metía un dedo en el poto y hacíamos como que era un supositorio). Puta que le gustaba. Pero esa es otra historia.

    Esta fantasía sexual es tema recurrente en las películas porno (según me han contado...), y de nuevo tiene mucho de sado masoca: el doctor que le ordena a la paciente que se desnude y ella está obligada a obedecer, y ahí no faltan las minas que se ponen todas nerviosas y hasta tartamudas. Sin lugar a dudas, el tema es altamente inflamable, combustible ideal para encender las fantasías sexuales más delirantes. Especialmente en las minas cuando les toca el examen ginecológico. De ahí el dicho “Más nerviosa que monja en el ginecólogo”.

    Y ésta también es una fantasía que se hace realidad a cada rato. Los doctores siempre dejan la cagá con las minas, especialmente si el compadre tiene buena pinta. Las “víctimas” son típicamente pacientes ó enfermeras. En el caso de estas últimas, la fantasía es equivalente a la del jefe con la secre, pero en ambiente hospitalario. De nuevo, el doctor es como el jefe y la enfermera es la subordinada, pero se agrega todo ese trasfondo de dominación y sometimiento médico, onda “bájese los calzones y agáchese que le voy a poner una inyección”. No hay enfermera que no haya fantaseado con “someterse” a su doctorcito. No se hagan las cartuchas las weonas.

    Y por otro lado, díganme si una enfermera rica, vestida con ese uniforme blanco bien apretado, que se le transparentan los calzones, no va a ser una tentación para los doctores del hospital o de la clínica en la que trabaja. Qué ganas de hacerle un “examen completo” a la comadre.

    En el caso de pacientes féminas que fantasean con su doctor, hay una profunda mezcla de temas psicológicos que darían para escribir varios tratados, pero siempre con un fuerte componente masoca: Una vez dentro de la consulta, el doctor manda, y la mina está obligada a obedecerle... ¡Chiguá!

    A muchas minas el tema del doctor las devuelve a cuando eran chicas, y les vienen perturbadores recuerdos de termómetros, supositorios e inyecciones. Y a muchas, aunque no lo admitan, les provoca fuertes sensaciones eróticas. Por ejemplo, conozco a una gringuita que cuando chica estaba secretamente enamorada de un doctor joven, le escribía cartas de amor en su diario de vida y todo. Una vez se resfrió con fiebre y su amado doctor fué a verla a la casa, le tomó la temperatura metiéndole el termómetro en el popín y después le puso un par de supositorios. La dejó loquita. Después la pendex andaba tratando de resfriarse a propósito pa’ que le tocara de nuevo. Esta weá pasó hace como mil años, pero esta gringa quedó para siempre con el gusto por los doctores y los supositorios. Cuando nos juntábamos, siempre me pedía que jugáramos al doctor. Y adivinen el manso supositorio que le ponía. Se llegaba a poner turnia de puro gusto.

    Así como le pasó a esta gringa, hay toneladas de minas a las que el tema del doctor les despierta los más oscuros deseos y fantasías, siempre con un fuerte componente sado masoca, y siempre con alguna raíz en la infancia, cuando comienza el despertar sexual y los juegos eróticos. No hay mina que no haya jugado al doctor cuando chica, como ya dije.

    Y por otro lado, ¿cómo no va a ser tentador para un doctor cuando le toca atender a una minita rica que se cacha que está toda nerviosa, y poder ordenarle que se empelote y revisarla entera y meterle dedos por todas partes? Tengo varios amigos médicos, y todos me han confesado que más de alguna vez pasaron cosas dignas de la más depravada escena porno con alguna de sus pacientes. O con alguna enfermera. Era que no.

    En resumen, la lista de enfermeras y pacientes mujeres que terminan haciendo realidad sus fantasías sexuales con algún doctor es interminable. Un clásico. ¡Doctores cuevúos de mierda!


    5.- La Caperucita Roja y el Lobo Feroz.

    Ok, ok, aquí sí que nos estamos acercando peligrosamente a la pedofilia. ¿Pero qué califa no se ha imaginado alguna vez que el lobo, en vez de comerse a la caperucita, se la culea bien culeada por cuanto orificio haya disponible? ¿Y qué espera la cabra weona, si se va a meter al bosque en plena noche con esa capita y esa faldita toda coquetona? Lo mínimo es que el lobo le mande una buena cacha. Y es harto mejor que se la culee en vez de que la mate y se la coma, ¿no creen ustedes?


    6.- Alicia en el País de las Maravillas.

    Si sé weones, sí sé: Me estoy poniendo cada vez más degenerado y profanador de cunas. Pero aquí sí que la culpa no es mía. Resulta que hay un libro escrito por un psiquiatra en que analiza todos los trasfondos sexuales del famoso cuento. Y a juzgar por el análisis que hace este gil, parece que el autor era un viejo más depravado y caliente que la cresta. Por ejemplo: Cuando la linda Alicia toca una callampa y la callampa crece y crece, ¿qué creen ustedes que significa? Puta la weá, no hay que ser psiquiatra pa’ cachar que la analogía con el pico es obvia. En resumen, un lindo cuento infantil pero entre líneas parece que el autor puro quería tirarse a la mocosa protagonista. Y no faltan los califas que se lamen los bigotes con esta interpretación “alternativa” del famoso cuento.


    Lo dejamos hasta aquí por ahora, pero ya vendrán más fantasías para deleite de todos los weones y weonas calientes que se meten a leer weás en este sitio. ¡Vuelvan a trabajar mierda!
     
  2. jotaeme

    jotaeme Usuario Casual nvl. 2
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    buena clasificación y descripción, gracias
     
  3. aika3000mx

    aika3000mx Usuario Nuevo nvl. 1
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    Pense que ibas a narrar la historia de uno de estas clasificaciones de las fantasias sexuales, pero en fin.....Gracias por la informacion.
     
  4. ice_32

    ice_32 Usuario Casual nvl. 2
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    buen aporte se gradece...pero me gusto esa de la cuica con el flaite...
     
  5. morganita

    morganita Usuario Nuevo nvl. 1
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    posiblemente haga una historia de cada una, menos la de la lolita y el viejo por razones del foro
    hay mas fantasias de la enfermera y paciente que de doctor y paciente :wink:
    lo de caperucita entra mas en lo zoo o mejor conocido como bestiality.
     
    #5 morganita, 28 Sep 2015
    Última edición: 28 Sep 2015
  6. aika3000mx

    aika3000mx Usuario Nuevo nvl. 1
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    Se agradecria mucho Morganita, estamos en contacto:cool: