De comer calzón a la relatividad

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por Vivekalato, 5 Abr 2025.

  1. Vivekalato

    Vivekalato Usuario Nuevo nvl. 1
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    Hola, soy Ignacio, este es mi segundo relato y una continuación a la historia con Tamara, en el relato “lección comiendo calzón” . Tamara es una chica de 19 y yo en ese tiempo rondaba los 27 aprox.

    Bueno después del relato anterior nos dimos con todo, no tuve fractura ni nada similar, así que seguimos avanzando hasta la primera vez que me dejó penetrarla, fue un momento riquísimo y bien íntimo para ambos y desde ahí empezamos, no una relación propiamente tal, pero si éramos follamigos ha pedido, un delivery de sexo para ambos, dónde apenas había ocasión nos juntábamos a tirar.


    Ella ya estaba estudiando en la U, yo había había salido y estaba en mi etapa laboral, con mis estudios completos, así que para cierta ocasión me pide si podía ir a estudiar con ella, para ayudarla en unas tareas, pero que estaría su papá en la casa, ya que era un sábado en la tarde. Ya conocía a los padres, temas de actividades hobbies en la que participaba con su hija, el taita era un tipo delgado super piola y trabajador, el proveedor del hogar, pero no dejaba de ser un padre protector, aunque de apariencia tranquilo; en contraposición a la madre, ella era super estricta y tenía a Tamara siempre en el ojo.

    Ese día fui, saludo, soy solo un amigo que ayudaría a repasar unas cosas, justo yo había tenido un ramo de esa materia por lo que de algo me acordaba, y bueno también la ocasión era poder verse y no ser solo chat de whatsapp.

    Recuerdo ese día, su casa era grande nos sentamos en una mesa tipo comedor, pero que estaba entre unos pasillos que daban la visual hacía el living, pero que una pared tapaba un poco, por lo que si unos ubicábamos bien, no nos veíamos, por desgracia no se veía bien al papá solo una parte de la tele, abrimos los cuadernos vimos un poco la materia y ni en lo que canta un gallo llega su mano a mi pantalón y la mía a su entrepierna, como no podía ver directamente hacía el living igual era complicado, además que había como un pasillo por el que podías llegar a dónde estábamos, pero que nosotros no podíamos ver si alguien se acercaba desde allí, era todo una apuesta llegar hacer algo ahí, literal quedaba la caga, igualmente le doy espacio para me agarre el pico debajo del boxer y comienza a apretar como diciendo te atrapé, yo mientras me abrí camino entre su calzoncito se sentía mojado, estábamos re caliente tocándonos, disimuladamente, ambos con una mano arriba en la mesa, la otra en nuestros genitales….

    - Tamara: ¿Querí que te la chupe?

    yo igual medio dubitativo pa la caga entre la calentura y la cercanía del viejo

    - Ignacio: Chucha, pero está cerca tu viejo, tendría que ser rápido…

    - Tamara: Bueno, ¿pero querí o no?... o si querí no te la chupo na y nos dedicamos a estudiar total pa eso te pedí que vinieras.


    La miré incrédulo y me aprieta los cocos para hacer más presión a su petición y asentí sin decir palabras entregándome a la fe de dios, ella bajó de inmediato estuvo un momento corto, como 1 o 2 minutos, pero fue como esos temblores fuertes que se sienten eternos y sólo quieres que no se caiga la tele o no hayan lesionados, en este caso que yo no fuera el lesionado.

    Con la adrenalina a mil, tratando de activar el ultra instinto y el sentido arácnido para captar cualquier paso o proximidad de alguien pasaron esos 2 minutos. Al fin sale de la mesa, de vuelta de esa sumergida fue un alivio muy rico, se acomodó un poco el pelo y relamió los labios y un minuto después se oyen unos pasos acercándose, el papá preguntándonos cómo va el estudio, si necesitábamos algo y esas cosas, pero que al final uno cacha que es para sapear que pasaba y le digo que todo bien con una sonrisa - Ok, dice el papá volviendo al living

    Se notaba que era para ver qué pasaba. Nos quedamos viendo, medio entre risas, me susurra

    - Tamara: Pucha que estoy caliente, mira toca…

    Estaba húmeda, un océano en sus piernas, sabía que la mamá estaba afuera y que el papá había recién ido a sentarse así que procedo a pasar yo ahora debajo de la mesa a comer marisco de piernas, antes le dije, no hagas ruido y sube y baja la cabeza en silencio con una cara de inocencia…. igualmente, un tiempo corto entre 1 y 2 minutos, nada más, me agarró la cabeza enterrándome en su concha. Salgo y tiene una cara de satisfacción pero a la vez de querer más… le digo voy al baño a lavarme la cara para no estar pasado a choro, asiente y me indica que desde el otro lado evito un poco a su taita.

    Me miro al espejo como reflexionando, pensando en lo que está ocurriendo y dándome ánimos, todo va a salir bien, al igual que cuándo estas muy distorsionado en el carrete y necesitas darte apoyo moral para continuar.
    Volví, me siento y ella pasa una de sus manos por mi nariz, esa mano que venía saliendo de su entrepierna y me hizo regresar al estado animal del que trataba de controlar ella va al baño se toma un tiempo, no muy largo, pero si para sentir su ausencia, al volver me dice oye, abre la boca…. la quedo mirando extrañado y atónito.

    -Tamara: Abre haceme caso, abre y di Aaaaah


    Bueno le hago caso y me pasa sus dedos por la boca, sentí raro, algo me dio a comer y al saborear y sentir bien su textura me di cuenta que era su moco vaginal, era viscoso no diría que un manjar, pero al menos no tan desagradable como para darme asco y hacer arcadas, en ese instante me comenta que no aguantaba más, y que se había pajeado en el baño, pero que me trajo un recuerdo.


    Habían pasado igual ya unas horas, desde que había llegado, ya iban a ser casi las 8 aprox., y se notaba porque estaba oscureciendo, entre que estudiamos un poco repasamos algunas cosas y avanzamos una tarea, porque sí, también se avanzó en ello, el papá le dice a Tamara que vaya a comprar pan y me pregunta si deseo quedarme a tomar té, pero le digo que en realidad ya iba de salida, que muchas gracias.

    Ella le dice ok, pero que se va a abrigar y me dice acompáñame, vale digo, y me indica que la siga a la pieza, al entrar cierra la puerta sin hacer ruido y sin seguro, ya que sería sospechoso me pone el culo frente al pico presionándolo y frotando en él y se inclina dejando el culo todo mi alcance con la mirada del ciclista se baja los calzones y me dice mételo… Con toda esa calentura se me apagaron las neuronas y me baje el buzo y el boxer y procedo a metérselo fuerte, desesperado, con sed y hambre, le doy 1, 2, 3, 4 estocadas fuertes y profundas en cada una entraba hasta el final y después movía un poco revolviendo su interior y quedándome un momento para que sintiera la embestida y volvía a sacar para arremeter, en ese instante de placer como que hubo un chispazo en mi cabeza, mi cerebro reptiliano presintió peligro y me subo el buzo y le subo el calzón, la ayudo a pararse, en un instante, me separo un poco de ella mientras me mira un poco descolocada y en poco más de 2 segundos se mueve la perilla de la puerta y entra el papá algo preocupado por la puerta cerrada, creo que igualmente habrían pasado como 2 o 3 minutos y le pareció raro que todavía no saliéramos….

    Yo estaba blanco, con el pico sensitivo, llegaba a sentir hasta el cosmos y cada atomo de mi cuerpo en la punta del pico, los cocos hinchados como olla a presión, al momento que le daba una metida más a Tamara me encuentra el papá clavándosela en su casa, me había alcanzado a alejar un poco haciéndome medio el weon y ella la de las chacras que busca algo, le dice que se apure, yo mientras no sé si por estar en modo ultra instinto sentía todo olor a pico y zorra en la habitación por lo que traté de ayudarla a buscar para salir rápido de ahí, y así saliéramos todos de la habitación, tenía el corazón en el cuello, estaba atónito. Paré en ese momento sólo por un presentimiento instintivo, esas pocas estocadas se sentían como tocar el cielo llevábamos horas calentándonos, ella se mordía los labios para no gemir en ese momento y cuándo volvimos a la realidad ya saliendo de la casa rumbo al kiosco, que estaba a una cuadra más o menos, le comenté que fueron los segundos más ricos que había tenido, fue como tomar la última Coca-Cola del desierto, y ella igual me dice que esas metidas todavía las seguía sintiendo, que un poquito más y acababa de lo caliente que estaba.

    Finalmente compramos pan, cada uno a su casa y con el recuerdo de unos 2 minutos de sexo que fueron más intensos que otros encuentros que he tenido dejándome claro que al final el placer es relativo.
     
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  2. Conwok

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    bueeeen relato! entretenido! por lo menos ahora te dejo ponerla
    el relato parece historia de adolescentes cuando casi los pillan los papas jajaja a quien no le paso que entraron a la pieza y la pieza pasada a calentura, cuerpo, sudor jajaja el viejo fijo cacho y se hizo el weon... el olor a sexo es unico y todos lo conocen.... es parte de crecer nomas... a todos les toca

    esperamos continuacion!!
     
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  3. Vivekalato

    Vivekalato Usuario Nuevo nvl. 1
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    Gracias por comentar Conwok, si, fue una experiencia colageno a esa edad. Fue un tiempo refrescante y las prohibiciones mantenían latente el deseo y las ganas.
     
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  4. ice_32

    ice_32 Usuario Casual nvl. 2
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    los rapidines son los mejores !!!
     
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