La Isla de Pascua: 180 Km2. Se lo considera el lugar más aislado del planeta. La costa firme más cercana es la chilena (la ciudad de Santiago está a 3.790 kilómetros) mientras que Sydney queda a 10.380 kilómetros y Papeete a 4.050 kilómetros. Pascua es un triángulo con un volcán en cada vértice. Los misteriosos guardianes de piedra de las costas de la Isla de pascua, imponentes estatuas de miles de años de antigüedad que fueron construidas y puestas de pie de una antigua civilización. Y la duda sigue: ¿eran terrestres o extraterrestres sus constructores? Están vivas, hoy más que nunca, las discusiones alrededor de hipótesis fantásticas acerca e cómo fueron realizados los moais y cómo se ha desarrollado la cultura Rapa Nui. Los misterios están vigentes aún, cuando la ciencia trabaja intensamente y con éxito para conocer las verdades más profundas de la isla. Hay una corriente que tiende a sostener esos enigmas, a la que sin querer se suman sus habitantes que teniendo pocas posibilidades de acercarse a verdades científicas, sus ancestros, dueños del folclore verbal, fueron aniquilados por los desastres ecológicos y las guerras fraticidas. Hoy no aceptan los misterios impuestos por los de afuera pero mienten, exageran y hasta se complacen inventando y agrandando cualquier secreto por pequeño que parezca. Para ellos, los extraterrestres no fabricaron los moais pero tampoco dan nombre propio de quienes ellos sospechan como autores. Ante la pregunta más elemental y previsible sobre cómo los moais fueron trasladados 10 kilómetros desde la cantera hasta el templo, los nativos sonríen y no dudan: los moais no necesitaban de nadie, tenían maná y podían ir caminando solos. Ese extraño poder o maná de las estatuas que les permitió trasladarse por sus propios medios, erguidas por las llanuras, se mantiene a lo largo de las narraciones hasta el punto de asegurar que en algún momento esas mismas estatuas perdieron el maná por causa de una bruja que, al no ser invitada a un ritual, les aplicó la acción de fuerzas antimagnéticas o fuerzas de antigravitación, lo que las dejó detenidas y tiesas en las orillas de Pascua. El ahu Akivi es uno de los interiores. Situado en un promontorio a 1.500 metros de la costa, las estatuas son grandes, están en mal estado y miran a Tahiti Uno de los Moais más antiguos de la isla se encuentra a pocos metros del Ahu Nau-Nau, en Anakena. Es una figura *****pomorfa con caracteres sinilares a los moais clásicos pero tiene dimensiones más moderadas, rasgos toscos y carece de la típica estilización. Este, en particular, representa a un individuo de la tribu de los orejas largas. AUnque ha sido erigido de nuevo hace poco, está en mal estado de conservación. Durante mucho tiempo se afirmó que Pascua era un continente inmenso, superpoblado, con una cultura vastísima y elevada que por un sismo de hundió y sólo quedó, como testimonio, eso pequeño territorio de 180 kilómetros cuadrados con una gran concentración de estatuas. También se tejieron conjeturas acerca de quiénes y cómo eran los habitantes de ese territorio perdido, imposible de compatibilizar con civilizaciones que podrían haber sido hermanas, como la Azteca o la Maya. La más clásica de las versiones dice que los moais son obra de una civilización extraterrestre que elaboró las estatuas en otro planeta y las trasladó con sofisticadas naves para enclavarlas en la isla. La misma versión admite que los habitantes de otro mundo se trasladaron al solitario lugar; establecidos allí, se dedicaron a tallar los moais y con sus máquinas los movilizaron desde las canteras hasta los templos. Como argumento a su favor, quienes sostienen esta teoría, sostienen que a medida que el tiempo pasaba, los moais eran más grandes, más pesados y seguía sin aparecer una explicación creíble de cómo los habían tallado y cuáles eran las herramientas utilizadas para semejante empresa. A esto agregaban que las inscripciones y tatuajes que están en los cuerpos de los monumentos, conocidos como rongo rongo, superan las coordenadas del tiempo y el espacio. También dicen que muchos moais están mirando al cielo en actitud de espera de sus verdaderos creadores para que los pongan de pie. La teoría de que los extraterrestres tienen un verdadero campus propio en Pascua se alimenta, por otra parte, con el hecho de que los nativos son verdaderas máquinas de imaginar y movilizar sus pensamientos en función de la invención y recreación de anécdotas y leyendas que siempre pretenden y, muchas veces lo logran, sean creídas por su interlocutor. Los altares o ahus se encuentran, en su gran mayoría, en la costa, aunque los hay en el interior de la isla. Una de las costas de la isla con el Pacífico al fondoEsta capacidad de intuición llamativamente desarrollada sería, para muchos, paranormal porque les permite el manejo de un sentido ajeno a la condición de terrestres vulgares. En medio de la soledad, y con una pista de aterrizaje preparada para la Guerra de las Galaxias, no es improbable que alguna luz extraña se acerque alguna vez. Pero será de la Tierra, no quedan dudas. Felipe Rapu, un pascuense hijo de una india araucana nacida en Valdivia y un isleño de más de 80 años de edad definen: Para nosotros, los moais son una foto de nuestros antepasados. Ni más ni menos. Esta es la manera que tuvieron nuestros antepasados de hacer un homenaje a quienes querían, y recordarlos en su tumba. Los pascuenses recordados con estatuas fueron líderes, personajes queridos, buenos vecinos o "sabedores" de los secretos de la isla
