La nueva camada de actrices porno colombianas

El porno está cambiando. Ya no se hace cómo se hacía hace cinco años. El boom de las redes sociales y plataformas como Snapchat han revolucionado la industria del entretenimiento para adultos. Así, las que antes fueron grandes productoras de porno como Bangbros o Brazzers, poco a poco están siendo relegadas por pequeñas casas independientes. Ahora cualquiera puede hacer una transmisión en vivo desde un estudio o su propia habitación. Y la gente, que antes veía escenas de sexo pregrabadas, puede tener interacción con la persona que observa. Colombia no ha sido ajena al fenómeno y aquí hay algunas mujeres que están aprovechando esto para brillar en el porno.





Amaranta Hank: Desde que incursionó en el porno en enero, la también periodista y escritora cuenta con más de 100.000 seguidores solo en su cuenta de Instagram. Antes había sido modelo de SoHo pero su popularidad se disparó con el vídeo donde aparece vestida de monja masturbándose. Llovieron entrevistas, propuestas y admiradores. Para su segundo vídeo buscó a un chico virgen mediante convocatoria abierta en redes sociales. Ante la censura de Instagram abrió un snapchat privado en donde manda fotos y vídeos explícitos. Tiene planes de seguir en el porno pero también de cultivar su faceta como escritora. Amaranta Hank dará mucho de qué hablar.



Esperanza Gómez: Quien fuera la actriz porno mejor pagada de América Latina decidió renovarse. Ahora emprendió en su industria. Tras la ruptura con su antiguo manager, se asoció con AJ Studios, un estudio caleño de webcams, e incursionó como productora para darle un vuelco a su carrera. Desde entonces realiza shows eróticos junto a otras modelos webcam como Sofia Laren o Marian Difiore. Además, tiene snapchat privado en donde por una suscripción mensual de 15 dólares el usuario recibe vídeos cotidianos sin censura. Como productora, ya estuvo en Bogotá haciendo casting para encontrar a las modelos que trabajarán junto a ella en su estudio.



Sofía Laren: Esta joven de 23 años enloquece a los cibernautas. Su acento paisa, pelo rojo, tatuajes por todo el cuerpo y pechos naturales son la razón para que sus admiradores paguen por verla en sus shows eróticos. Ha ganado hasta 20 millones en un mes. No en vano fue la elegida por Esperanza Gómez para acompañarla en su debut como modelo webcam. Le gustan los hombres, las mujeres y los transexuales.



Marian Difiore: No se considera actriz porno. Sin embargo, se despoja de cualquier pudor en sus shows eróticos. Antes de ser modelo webcam era modelo convencional. Había hecho eventos de pasarela y protocolo. Fue Miss Tanga 2012 y conoció a una modelo que sí hacía shows eróticos. Fue esta quien le explicó cómo funcionaba el mundo de las webcam. Así cambió las pasarelas por los computadores con cámara integrada. La bogotana de 27 años ha hecho shows con Esperanza Gómez.



Yisela Avendaño: Desde que salió masturbándose en un programa de televisión se hizo famosa. La bumanguesa de 26 años alcanzó a rondar el millón de seguidores en Instagram pero su cuenta fue cerrada por infringir las normas comunitarias. El motivo, Yisela no conocía la censura. En sus entrevistas no tiene problema en aceptar que sirve para el porno porque le encanta el sexo, que necesita un orgasmo diario y que admira a Esperanza Gómez. En Bucaramanga tiene una discoteca que ella misma administra.



Monique Fuentes: Con 48 años y más de 15 en la industria para adultos es toda una veterana. Quizá eso mismo sea el encanto que le ven sus casi 70.000 seguidores in Instagram. Decidió llevar toda su experiencia a las webcam. Después de haber realizado películas en Estados Unidos ahora realiza shows eróticos.



Dayana Pérez Sosa: En Instagram apenas pasa los 25.000 seguidores pero en twitter tiene más de 428.000 y en Facebook casi llega a los 2 millones. Según la revista SoHo, está entre las más buscadas de la web. Su cabello negro, pechos voluptuosos, rostro angelical y cuerpo demoníaco hacen de ella una combinación irresistible para sus espectadores. Tiene 31 años.