Joven subasta su trasero para paliar crisis . Poechita ...

Acuciada por la crisis económica, una joven neozelandesa decidió ganar algo de dinero utilizando su trasero.



Tina tiene 23 años de edad y vive en Nueva Zelanda. Debido a la crisis, durante los últimos tiempos las cosas no le fueron bien en lo económico. El año pasado se quedó dos veces sin empleo, y dada la escasez de puestos de trabajo y lo inseguro que resulta conservarlos, decidió embarcarse en un emprendimiento propio. Carente de dinero para invertir, al muchacha decidió echar mano a un capital "incorporado": su trasero.

Según consigna la cadena británica BBC, Tina puso un aviso en el sitio de intercambio y ventas Trade Me. "Tu tatuaje en mi trasero" fue la frase elegida. Y el éxito no tardó en llegar. Este martes, Tina anunciaba en Facebook que su anuncio había tenido más de 230.000 clicks. Y el precio de subasta estaba en torno a los US$10.000.

"Es sorprendente cómo se globalizó", afirma la joven, que reconoce que jamás soñó semejante éxito. Fue tanta la repercusión que apenas trascendió en los medios se contabilizaron más de una decenas de anuncios similares para tatuar traseros, brazos y piernas.

¿Para qué puede querer alguien tatuar el trasero de una persona que no conoce? Cabría preguntarse. En su anuncio, Tina ofrece algunas posibles respuestas a esta interrogante, procurando alentar a posibles inversores. Entre ellas podrían contarse la publicidad, la voluntad de dar a conocer un diseño...o hasta propuestas de matrimonio. En este último punto, vale la pena imaginar a alguien pidiendo la mano a la persona amada, y eligiendo como letrero las posaderas de una joven.

Quien realicé la mayor oferta al final de la subasta, tendrá total libertad para elegir el dibujo que Tina estampará en su cola. "Sólo espero que no haga nada estúpido", dijo la chica a la noticiosa Reuters.

De hecho, algunos de los oferentes y han adelantado qué harán con su derecho en caso de triunfar en la subasta. "Hay gente común que quiere poner un retrato propio. Otros prefieren poner: 'propiedad de' y su nombre", comenta Tina.

El comprador recibirá por correo una foto enmarcada de la obra. De vivir en Nueva Zelanda o estar dispuesto a viajar, el propietario podrá acercarse personalmente a ver su compra.




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