Las 03:41

Miro el reloj esquinado y solo en mi computador, diciendo que son las 03:41 de la mañana. Miro la televisión con una simpleza y despreocupación de tamaño imaginable, aún sabiendo que mañana tengo una macabra prueba con nota doble. Aún sabiendo que estoy a meses de egresar del ansiado 4to medio, a meses de iniciar quizás el camino mas importante que me queda por recorrer. Ese camino al que tantos temen, al que tantos ansían y al que tantos no le importa.
Mientras miro en la televisión un tipo como Kramer que se gana la vida imitando a otros, me pongo a pensar lenta y detenidamente, en ese camino que estoy pronto a comenzar, la que era la lejana universidad hoy esta a la vuelta de la esquina. Mi familia, mis padres, mis hermanos, mis amigos, siempre entregando esa palabra de aliento, esa palabra tan típica para esta edad, “yo se que tu puedes”, “tengo fe en ti”, asumiendo que es lo que uno tiene que hacer, que es tu meta. Yo me pregunto, porque no te dicen “pase lo que pase, estaremos orgullosos”… esa frase que a tantos llenaría el alma de satisfacción, y que a tan pocos le ha sucedido. Muchos se preguntan porque los jóvenes que rinden su PSU se encuentran tan presionados en algunas circunstancias, yo me pregunto, porque no han de estarlo.
Vivimos en una sociedad en que hay que tener éxito laboral imperiosamente, si no, serás uno de los miles de “fracasados” que no quedaron en la universidad ansiada. Pero yo me pregunto, ¿la falta de éxito es sinónimo de fracaso? O es quizás un simple humano como cualquier otro, que por una u otra circunstancia no pudo cumplir con su ideal y el de sus padres, que no le dio, que no le alcanzó. Bueno, si tú eres de esos jóvenes, te tengo una noticia, el mundo no acabará. Un día mirando por la ventana, me fijo y veo a 3 jovencitas en la calle en un estado de ebriedad evidente, les pregunto inocentemente si hay existe algún motivo en especial de su desenfreno, y una de ellas me dice con una singular voz y temple, ¡porque me va a ir mal en la psu! A lo que una de sus amigas responde con ¡salud por eso!, mientras la otra habitaba en el mundo del silencio, pero tras 20 segundos de retraso responde, ¡y mi vieja me castigara! Tras estas sabias palabras, ¿hay algo que no haya quedado claro? No me malinterpretes, no estoy en contra de la prueba de selección universitaria, no estoy en contra de que se gradúen excelentes médicos o abogados, es más, me parece fantástico. Solo digo, con mi humilde escrito, que la sociedad debe tener en cuenta lo que pasa por la mente de un joven de 17, 18, 19 años, deben tener en cuenta la presión que sobre ellos existe, y por un momento, pensar en el joven, y no en lo que el joven podría producir.

Ya siendo las 3:47 de la mañana, y con las ansias enormes de ver a Chile en el mundial, te digo con total simpleza, piensa en ti por un momento, tírate en tu cama por unos minutos, escucha tu tema preferido, una canción que te haga pensar en tu vida, tus amigos, que te despeje totalmente de lo que te tenga presionado. Vive la vida, disfrutando, para no arrepentirse en el futuro. He oído demasiadas veces en las charlas universitarias, tipos que se han retirado de su carrera por que no era lo que los apasionaba, que era lo que querían sus papas y no lo que realmente los hacia felíz.
Ahora te digo a ti, Amandita que por ti me pongo a escribir esto, que no te olvides de vivir, literalmente, que no te olvides de tus amigos y amigas que tanto te quieren. Se de las presiones que tienes, pero no quiero que las presiones le ganen a la buena onda que tu entregas. Yo me pregunto, ¿Chile, será sinónimo de Amandita? Si lo es, bueno Amandita, sabes que hacer, sabes que tienes que vivir.
No te lo dice un experto, ni menos un sabio, te lo dice tu fiel compañero y amigo, uno como tu.
Son los fieles y humildes pensamientos de tu querido
Escritor Ambulante




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