Las enanas blancas devoran sus sistemas planetarios.

Científicos de la Universidad de Leicester y de la Universidad de Arizona investigaban las estrellas similares a nuestro Sol que se quedaron hace tiempo sin combustible y cuyos núcleos terminaron derrumbándose sobre si mismos dejando atrás una esfera superdensa del tamaño de la Tierra; hablo de las enanas blancas.
Las recién formadas enanas blancas, aun calientes, poseen pequeñas atmósferas formadas esencialmente por hidrógeno y helio puro. Sin embargo en muchas de estas estrellas se han descubierto contaminantes en sus atmósferas, elementos como carbono, silicio o hierro. Sin embargo, lo que no sabemos es la procedencia de estos elementos.


Representación artística de un disco de escombros alrededor de una estrella enana blanca. NASA/ESA/STScI

“El origen exacto de los metales (elementos más pesados que el hidrógeno y el helio) ha sido un misterio y no podíamos explicar las extremas diferencias en la abundancia entre las diferentes estrellas,” comentó el profesor Martin Barstow, de la Universidad de Leicester.
“Se creía que este material ‘levitaría’ por la intensa radiación de las capas más profundas de la estrella”, señaló el profesor Barstow.
Ahora los investigadores han descubierto que muchas de las estrellas muestran signos de contaminación por material rocoso, es decir, por los restos de un sistema planetario.
Los investigadores examinaron el espectro de 89 enanas blancas gracias al Far Ultraviolet Spectroscopic Explorer (Explorador Espectroscópico del Ultravioleta Lejano) para tratar de averiguar qué elementos se encuentran presentes en la atmósfera de estos cadáveres estelares.


Representación de un masivo cinturón de asteroides en órbita alrededor de una enana blanca. El nuevo trabajo con los datos de SDSS muestra que escombros similares contaminan estas estrellas con material rocoso y agua. NASA-JPL/Caltech/T. Pyle (SSC)

“Hemos encontrado que en las estrellas con atmósferas contaminadas la proporción de silicio-carbono corresponde a la observada en material rocoso, muy superior a la que encontramos en las estrellas o en el gas interestelar”.
“El nuevo trabajo indica que en torno a un tercio de todas las enanas blancas calientes están contaminados de esta forma, con restos que probablemente son análogos a los planetas rocosos menores. Esto implica que una proporción similar de estrellas como nuestro Sol, así como las estrellas que son un poco más masivas, como Vega y Fomalhaut, construyen sistemas con planetas terrestres. Este trabajo es una forma de arqueología celestial donde estamos estudiando las ‘ruinas’ de los planetas rocosos y/o sus componentes básicos, a partir de la desaparición de la estrella principal”.


Restos de un planeta desintegrándose alrededor de una enana blanca.

“El misterio de la composición de estas estrellas es un problema que hemos estado tratando de resolver desde hace más de 20 años. Es emocionante darse cuenta de que se están tragando las sobras de los sistemas planetarios, tal vez como el nuestro” indicó el profesor Barstow. “Trabajos de seguimiento más detallados serán capaces de decirnos acerca de la composición de los planetas rocosos que orbitan alrededor de otras estrellas”.
De esta forma, este estudio revela cual será el destino final, dentro de miles de millones de años, de la Tierra, cuando el Sol se convierta en una enana blanca.



¿Así terminaremos?

Espero que les haya gustado. Saludos.

 

arregladas las imágenes compare, perdón no me había dado cuenta gracias por avisar! bless!