¿Y si salud se va con licencias y paro?

La pandemia ha dejado una crisis económica, social y psicológica, según las estadísticas nacionales, el 25% de los funcionarios de salud privada está con licencia médica por estrés, agotamiento mental y físico, otros, contando que aún hay establecimientos de salud primaria en paro, por falta de compromiso de las autoridades con el personal de salud.
El personal de hospital, la mayoría son egresados recientemente, con experiencia nula, trabajando bajo presión, tratando de obtener la mayor experiencia posible, arriesgando la salud propia, de sus familias, con sueldos miserables y condiciones deplorables, en reemplazo de funcionarios que han tenido que abandonar sus labores por enfermedades crónicas, embarazos, que conviven con adultos mayores o personas de alto riesgo.
La salud en Chile está en crisis continua por diversos motivos, falta de profesionales, infraestructura, vehículos, alta demanda de pacientes, exigencias de parte de las autoridades de los municipios, ciudadanos, etc. Que con el paso de los meses, crece más y más, los insumos están limitados, materiales desechables que deben desinfectarse y reutilizarse hasta que haya fatiga de material, vehículos de traslado con falta de mantención, que podrían perfectamente provocar accidentes, falta de ambulancias, que en su mayoría tienen sobre 300.000 kms y contando, con nula mantención, con reparaciones provisorias, que si ha muerto gente por averias en el momento, sin poder trasladar a tiempo al paciente, sin aire acondicionado, teniendo que soportar temperaturas de sobre 37°c de calor, personal que físicamente no está apto, con elementos de protección personal cerrados, kn o n95, escudos faciales o pecheras de nylon, trabajando bajo presión durante 24 horas seguidas, olvidarse de colación, hasta cuando haya tiempo, si es que lo hay, las relaciones laborales están muy malas, el personal auxiliar, técnico y universitario está cansado, realizando a la vez los respectivos cursos correspondientes, dejando nada de tiempo para su familia, personal angustiado, cansancio extremo, con miedo, otros con covid-19 positivo, con familiares directos graves en UCI, también funcionarios que ya no están en este mundo.
El personal de salud está al límite, pero el gobierno dice que está todo excelentemente, solo aplausos, bonos miserables, que no a todo el personal le corresponde, no es la idea hacer colapsar el sistema de salud con licencias o paro, pudiendo buscar la solución inmediatamente, no solo se ve afectado el ciudadano común, nuestro personal también tendría una sobrecarga aún más grande, posteriormente no dudarían en abandonar sus labores.
Desgraciadamente el gobierno no toma conciencia de lo que está pasando, las fronteras siguen abiertas, los protocolos no se cumplen, los cordones sanitarios funcionan 12 horas diarias, los controles vehiculares no existen, el toque de queda es para la zona centro a, en las poblaciones no existe, la gente no cumple con el protocolo, las autoridades menos, así jamás saldremos a flote.
Hasta el momento, nunca se volvió a la normalidad como dijeron algunas figuras del circo de la política, la segunda ola está recién calentando motores, porque si o si será peor que la primera.
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Digan lo que digan, que pega es pega, que la vocación y cuánta mierda junta, todos los que tienen vocación en algún momento colapsan, mucho más que los que hacen el trabajo por plata, nadie vive realmente para dar la vida por un desconocido a cambio de malos ratos, la pega la hace el personal de salud, no el mecánico, ni el arquitecto, ni el jugador de fútbol, ni la comerciante ambulante...